Los vaivenes del negocio lechero
“Argentina tiene una gran variabilidad de sistemas y climas que hace que, dependiendo del momento, alguna zona tenga mayores ventajas que otras”, explica Isidro Bonamico al ser consultado por la coyuntura del negocio lechero, y agrega: “Nosotros estamos lejos de los puertos, por lo que todo lo que se pueda reutilizar o procesar hace la diferencia. Además, acá hay mucha oferta de insumos como maíz, burlanda, expeller... los sistemas intensificados en esta zona son más competitivos”. De todas maneras, aclara que “las devaluaciones le pegan mucho al negocio lechero porque el costo de alimentación despega rápido y la ecuación tarda en acomodarse”. A eso agrega que el precio de la leche en dólares es muy volátil. “El último ejercicio terminó con un precio favorable, pero tras la devaluación post PASO volvimos a perder competitividad y hoy estamos en una leche de 27 centavos de dólar, el negocio está de nuevo muy ajustado”. sumar pantallas solares para generar gran parte de la energía consumida en el tambo.
La nueva instalación ya está casi terminada, lo que viene es un proceso de adaptación que se hace con algunas vacas secas, que son las que después van a estar en ordeñe a partir de marzo. Pero la transición empezó hace un año. “Al tiempo que se empezó a construir el nuevo tambo instalamos collares de detección de celo en el tambo convencional, para que los operarios se vayan capacitando. Además, una veterinaria está trabajando especialmente en el análisis de calidad de leche, conformación de ubre y otros requisitos para preseleccionar las vacas que van a ir al tambo robotizado”.
En el nuevo tambo, las vacas estarán todo el año en temperaturas controladas y entrarán a los robots de ordeñe de forma voluntaria, cuando ellas lo necesiten. Allí, un sensor leerá el chip que cada animal lleva en el collar y, de acuerdo a su nivel de producción, agregará a la dieta estándar los concentrados que cada vaca necesite. El resultado esperado es una mayor eficiencia en el uso de los recursos y una mayor producción. Pero para que eso se concrete en los próximos meses, los Bonamico saben que la única opción es confiar en el futuro y apostar, en el presente, por la innovación tecnológica y la incorporación de conocimiento.