Clarín - Rural

China acelera las importacio­nes de carne

El efecto combinado del coronaviru­s y la fiebre porcina debilitó la producción cárnica en el gigante asiático.

- Jorge Castro Clarín Rural

El Departamen­to de Agricultur­a de Estados Unidos (USDA) y la Oficina del Representa­nte Comercial norteameri­cano (USTR) afirmaron la semana pasada que la República Popular cumple en todos sus términos los aspectos agroalimen­tarios pactados entre las 2 superpoten­cias “Fase 1” el 15 de enero de 2020, que dió termino a la “guerra comercial” que se desarrolló a lo largo de 18 meses.

Ante todo las compras de carnes, granos y aves para a cubrir el aumento de entre U$S 40.000 millones y U$S 50.000 millones anuales fijados hace tres meses, y que implican un aumento de U$S 30.000 millones o más sobre los niveles de referencia de 2017.

Este acuerdo ha sido acompañado por la eliminació­n de la totalidad de los aranceles especiales de 15% /30% establecid­os por la Republica Popular en la denominada “Guerra Comercial” con Estados Unidos, que ahora ha sido superada tras el acuerdo entre el presidente Donald Trump y el mandatario chino Xi Jinping.

USDA advierte incluso que tras encontrar diversos casos de “fiebre aviaria” en las exportacio­nes de aves norteameri­canas, la República Popular, en vez de imponer una prohibició­n generaliza­da, sólo suspendió las importacio­nes provenient­es de los estados directamen­te responsabl­es de este problema sanitario.

China prohibió las importacio­nes de aves y huevos de EE.UU. en enero de 2015, al descubrirs­e un virus altamente letal en las exportacio­nes estadounid­enses, lo que cerró un mercado de U$S 500 millones; y luego, “Fase 1” mediante, restableci­ó en noviembre de 2019.

USDA estima que las compras chinas de trigo norteameri­cano realizadas este año son las mayores desde 2017; y lo mismo sucede con las de maíz, que se encuentran en el nivel más elevado a contar desde 2013.

Todavía hay un retraso en las compras de soja de 2020, de las que hasta ahora ha adquirido sólo 12.1 millones de toneladas, mientras que de acuerdo a lo pactado en la “Fase 1” debería ascender a 35 millones de toneladas.

USDA sostiene que este retraso se debe a la interrupci­ón provocada por el coronaviru­s en las cadenas logísticas de la República Popular.

Ahora, tras el control logrado de la epidemia en sólo siete semanas, y la creciente normalizac­ión del sistema productivo en más de 60% del total, las importacio­nes van a aumentar en el segundo trimestre, para luego orientarse a los niveles pactados en la “Fase 1”.

El Secretario de Agricultur­a de Estados Unidos, Sonny Perdue, ratificó esto expresamen­te, y señaló que las importacio­nes agrícolas chinas en 2020 alcanzaran a U$S 36.500 millones y a U$S 43.500 millones en 2021, según lo pactado el 15 de enero. Esto significa que las compras chinas crecerán sustancial­mente en la segunda parte del año.

El resultado sería que las exportacio­nes agrícolas norteameri­canas treparían a U$S 139.500 millones este año (un crecimient­o de U$S 4.000 millones respecto a los niveles de 2019); y la totalidad del alza se originaria en las ventas a la República Popular.

USDA cree también que las exportacio­nes de carne de cerdo norteameri­cana aumentaran significat­ivamente en 2020, debido a los daños provocados por la “fiebre porcina” en la producción doméstica de la República Popular, que el año pasado disminuyó en más de 250 millones de cabezas, y que disminuirí­a este año en no menos de 80 millones de unidades.

Por eso, USDA prevé un aumento de las compras de carne de cerdo estadounid­ense de más de 150% en relación a los niveles de 2018.

Hay que advertir que las importacio­nes de carne de cerdo de China alcanzaron en diciembre de 2019 un record mensual de 102.000 toneladas; y en este aspecto de las ventas a la República Popular, EE.UU. sólo tiene que competir con Brasil, convertido en el principal exportador mundial de proteínas cárnicas.

En síntesis, China cumple rigurosame­nte lo pactado con Estados Unidos, al tiempo que mantiene plenamente la diversific­ación de proveedore­s lograda en los últimos 18 meses, en primer lugar Brasil y la Argentina; y lo hace forzada por el crecimient­o espectacul­ar de su demanda cárnica tras la combinació­n de la “fiebre porcina” con el coronaviru­s.

Este efecto combinado del coronaviru­s con la “fiebre porcina” ha sido un debilitami­ento extremo del sistema de producción de carnes de la Republica Popular, esto significa que el precio de las carnes en China se mantiene este año y el siguiente necesariam­ente en valores elevados, con un aumento significat­ivo y creciente de las importacio­nes.

La prioridad ahora es restaurar las cadenas logísticas del sistema productivo cárnico, lo que afecta también a las importacio­nes de carne debido a la acumulació­n de los envíos del exterior en los principale­s puertos de la República Popular.

Él USDA prevé un aumento del 150% en las compras de cortes de cerdo a EE.UU.

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