Piden una nueva ley de biocombustibles
En el reciente congreso de Maizar, actores del sector afirmaron que un nuevo marco legal traerá más inversiones.
En mayo de 2021 caduca la Ley 26.093 de Biocombustibles. Fue sancionada en 2006 por un periodo de 15 años, funcionó como marco para el importante desarrollo que se logró en la industria de biocombustibles en Argentina y existe la posibilidad de extender su vigencia hasta 2024. Pero entre los actores del sector no ven con muy buenos ojos que se prorrogue la ley vigente, ya que la mayoría considera necesario sancionar una nueva que se adapte a la próxima fase de desarrollo.
En un panel del reciente Congreso de Maizar, el director ejecutivo de la Asociación Argentina de Biocombustibles e Hidrógeno Claudio Molina fue contundente al afirmar que una prórroga no sería conveniente porque impediría la llegada de nuevas y necesarias inversiones al sector. “Tiene que haber una ley moderna, que adopte las novedades tecnológicas que se han dado en los últimos años y que deje abierta la posibilidad de introducir nuevos procesos y productos, como el desarrollo del biogás y biometano, y establecer nuevos mandatos”, dijo.
Respecto a los detalles que debería incluir la Ley, Molina afirmó que lo primero sería aumentar el corte de naftas con etanol al 15 por ciento (hoy es del 12 por ciento), y empezar a introducir los motores
para que con el tiempo se pueda seguir aumentando el corte, tal como sucede en Brasil, hasta llegar al 27, 5 por ciento en 2027.
Con él coincidió el Ministro de Industrias, Comercio y Minería de Córdoba Eduardo Accastello, quien remarcó que la promoción de la industria de biocombustibles es clave para el agregado de valor en origen. “Estoy convencido de que este Gobierno va a entender las razones de la necesidad de una nueva ley de Biocombustibles”, dijo el funcionario de la provincia que alberga la principal producción de maíz y buena parte de la industria de etanol en la Argentina.
Según Accastello, llevar el actual corte de las naftas con etanol del 12 al 27,5 por ciento representaría para el país sustituir importaciones por 2.500 millones de dólares por año.