Menos estrés y más prevención sanitaria
Un buen protocolo de recepción marcará la estancia de los animales y la eficiencia en el plan de engorde.
La sanidad es un punto neurálgico de los feedlots. Cualquier error puede generar un descalabro que se esparce por la multitud y redundar en serias mermas económicas. Es clave contar con un protocolo de recuperación nutricional y sanitaria.
“Estamos en plena zafra, muchos de los animales que entran a los corrales están recién destetados, algo que implica, de por sí, siempre un factor de estrés, lo alejás de la madre, van a un corral, no comen mucho, y después lo subís a un camión para viajar, en el mejor de los casos 200-400 kilómetros, pero también pueden ser 1000, y los bajás en un lugar desconocido, todo eso potencia el estrés, que está directamente relacionado con la inmunodepresión”, resumió el médico veterinario Diego Vidart.
Dicho esto, lo primero que hay que atender es la hidratación de los animales. “El plan de recepción debe contemplar inicialmente que tomen agua, si es posible con sales minerales”, opinó Vidart. Y agregó: “En segundo lugar, hay que armar una ración de recepción con mucha concentración de proteínas, energética, y un buen perfil de minerales y vitaminas que ayuden durante 7 a 14 días a mejorar la función inmune de los animales”.
El protocolo de recepción, que desde hace dos o tres años están incorporando cada vez más los feedlots, sigue prestando atención a los problemas sanitarios en sí, léase, enfermedades respiratorias. “Hay que poner en práctica un plan sanitario preventivo que incluye una desparasitada, hay que estar atentos porque se está viendo mucha resistencia a drogas antiparasitarias, entonces hay que asegurarse que la droga aplicada es efectiva”, explicó Vidart. Después viene el programa de vacunación preventiva, contra enfermedades digestivas y clostridiales.
Vidart también advirtió sobre 30 a 40 días en los que aún las vacunas, que requieren dobles dosis en muchos casos, no dan inmunidad y hay que observar a los animales por si aparece algún síntoma que haya que tratar en particular”.
Para Javier Confalonieri, “el top-3 de temas a ocuparse también va por el lado de las enfermedades respiratorias, evitar el barro y las acidosis subclínicas”.
“Como es una producción intensiva hay que apuntar a que no se difundan las enfermedades, hay que hacer mucho hincapié en la bioseguridad de ingreso, a lo que hay que sumar lo que tiene que ver con bienestar animal para reducir el estrés que sufren los animales, léase: sombra, tamaños adecuados de comedero y bebedero, y, claro, que no haya barro, que es el principal enemigo de los feedlots”, insistió Confalonieri.
Entre las enfermedades que hay que atacar, o de las que hay que cuidarse, también habló de las digestivas, fundamentalmente escherichia coli, salmonelosis y corona rota.
Al igual que Vidart, Confalonieri coincide que en los feedlots hay una mayor concientización para hacer una cuarentena cuando llega una tropa y los animales deben ser vacunados con clostridiales, carbunclo y respiratorias. “También es importante hacer desparasitaciones, con ovicidas, como productos que maten larvas”, apuntó Confalonieri.
La instauración de sistemas productivos a corral con dietas ricas en carbohidratos y poca fibra predispone la aparición de PEM. “Se nota fácilmente cuando se hace mal la adaptación y se generan acidosis subclínicas que se dan cuando hay un cambio brusco en la dieta, el animal pasa de una dieta pastoril con fibras a una dieta de granos y no le da tiempo al sistema ruminal adaptarse para que cambie la flora bacteriana, entonces baja el PH y por eso se produce la acidosis, hay gran mortandad bacteriana y liberación de toxinas que generan un problema metabólico donde además de las diarreas verdosas o grisáceas, con burbujas, se empieza con problemas podales con desprendimientos en la pezuña”, advirtió Confalonieri, y para finalizar remarcó que una de las claves es el manejo, la gestión “de cabo a rabo”. “Son las decisiones que se toman desde la gerencia hasta los que las ejecutan los que determinan que un feedlot sea un éxito o un fracaso”.