Crece el interés por el alambrado eléctrico
Es una herramienta clave para la ganadería moderna pero es importante colocarlo correctamente.
El incremento de la productividad ganadera debe basarse en el eficiente aprovechamiento de los recursos forrajeros naturales e implantados. Esto exige manejar las pasturas de manera que aseguren la sustentabilidad y la biodiversidad de los sistemas, favoreciendo la conservación del recurso suelo y el incremento de la producción por unidad de superficie.
En tal sentido, la tecnología de los alambrados eléctricos adquiere un renovado rol en los procesos de producción. Las cercas eléctricas se convierten así en una herramienta de manejo indispensable para hacer un mejor uso del pasto en forma controlada. Faculta la planificación de divisiones organizadas para hacer rotaciones que permitan utilizar los recursos forrajeros en forma económica, aumentando la eficiencia global de su aprovechamiento, soportando altas cargas instantáneas, seguidas por el descanso de los potreros.
El fundamento del sistema se basa en el aprendizaje por asociación que realizan los animales. Se trata que el dolor producido por la descarga eléctrica sea recordado por los mismos, logrando que ellos sientan respeto por el alambrado. Para ello se requiere generar en un circuito cerrado, que consta de un electrificador “boyero”, conectado a una fuente externa de alimentación energética de 12 o 220 V, una conexión de salida hacia el alambrado a electrificar “vivo” y una conexión de entrada de tierra, compuesta por tres caños galvanizados, como mínimo, de ¾ pulgadas y 2 metros de largo, unidos entre sí y al boyero.
El equipo emite de 50 a 60 pulsos por minuto de 8000 a 10000 V, de alto voltaje y bajo amperaje, hacia el alambrado. Cuando el animal lo toca, la corriente pasa a través de su cuerpo e ingresa a la tierra por sus cuatro patas, dirigiéndose a través del suelo hasta la entrada de tierra del electrificador, cerrando así el circuito; produciendo la “patada” (descarga eléctrica), caracterizada por una intensa contracción muscular, con lo que se logra obtener una barrera de contención.
La firma Plyrap, apostando a los procesos de capacitación, con el objetivo de contribuir al mejoramiento de la intensificación del pastoreo, celebró un Convenio de Colaboración Técnica con INTA mediante el cual accede al Manual “Pautas técnicas para la correcta instalación y uso de los alambrados eléctricos”, generado por el Med. Vet. Luis Rhades, de la Estación Experimental de Anguil, La Pampa, el cual es una guía que permite acercar a los usuarios, los conocimientos adecuados que permiten la correcta instalación y uso de los electrificadores.
Entre otras cuestiones, el manual remarca que es necesario tener en cuenta el tipo de suelo sobre el que se instalará el alambrado. Normalmente, los suelos en las zonas áridas y semiáridas forman una capa de tierra seca muy aislante en superficie, que hace que el animal no reciba la descarga eléctrica al tocar el alambre, por no poder pasar la corriente a la tierra.
Por tal motivo hay que pensar en suplementar al sistema, cerrando el circuito en forma independiente del suelo, mediante la utilización de otro alambre no aislado, paralelo al vivo, que funcionará como retorno conectado a la entrada de tierra del equipo. De esta manera queda un alambre energizado por el equipo (vivo) y otro, conductor de retorno, que cumple la función de llevar la energía que no puede propagarse por el suelo hasta el electrificador, para poder cerrar así el circuito. De esta manera, cuando un animal tome contacto con ambos alambres se cierra el circuito y se produce la patada.
Por otro lado, la toma de tierra del equipo deberá instalarse en un lugar donde haya humedad permanente, para favorecer el paso de la corriente eléctrica, suplementando el largo y la cantidad de los caños de acuerdo a las condiciones del lugar.