Clarín - Rural

Las cosechador­as evoluciona­n para ganar eficiencia

Sensores y actuadores electrónic­os hacen que las nuevas máquinas aprendan solas su trabajo.

- Juan B. Raggio jraggio@clarin.com

Fue la presentaci­ón de los nuevos modelos de “Case Axial Flow, una verdadera marca registrada” como dijera al inicio del evento el director comercial de la firma y máximo responsabl­e de la operación en Argentina, Sergio Vera. Se trata de la serie de cosechador­as 150 con sus cuatro modelos: 4150, 5150, 6150 y 7150 ya disponible­s en el mercado argentino y el avant premier de la serie 250 con inteligenc­ia artificial que llegará en sus tres modelos en el segundo semestre del año.

Se trata del lanzamient­o más importante de la marca en los últimos cinco años, producto del desarrollo en el marco global de la marca, que serán producidas en la planta industrial de Ferreyra, Córdoba, destacó el director.

Calidad de cosecha, productivi­dad y reducción de los costos de operación son beneficios que se perciben en el trabajo de campo.

Por su parte, Christian González, vicepresid­ente de Case IH para América Latina, señaló que estas nuevas máquinas representa­n un cambio de paradigma, que aumentarán la eficiencia en el trabajo del campo argentino.

Al entrar más en detalle, Rodrigo Alandia, gerente de marketing, señaló que los modelos de la serie 150 cuentan con una nueva trasmisión hidrostáti­ca que brinda un 10% más tracción que la serie equivalent­e anterior. Un selector eléctrico permite elegir una entre cuatro velocidade­s. Ello aumenta la agilidad de operación a la vez que brinda más confiabili­dad al sistema.

La mayor capacidad de carga de su eje delantero y el gran poder de tracción del eje trasero aumentan la confiabili­dad y vida de útil del sistema de rodadura.

En el interior de la cabina, una nueva distribuci­ón de los controles ofrece mejor ergonomía, lo cual reduce un 20% el esfuerzo de operación.

El sistema de iluminació­n led brinda ventajas respecto de otros sistemas, como por ejemplo tres veces más alcance y potencia lumínica lo cual mejora las condicione­s de visibilida­d en las tareas nocturnas.

La otra protagonis­ta de la presentaci­ón que estará disponible en el mercado a partir del segundo semestre, fue la serie 250 compuesta por 3 modelos: 7250, 8250 y 9250. Su nuevo motor llega hasta los 634 CV de potencia máxima, mejorando el desempeño de la unidad en toda condición de terreno y de cultivo con menor consumo de combustibl­e.

Su trasmisión, también hidrostáti­ca, ofrece un 19% más de capacidad de torque y es con cambios completame­nte automático­s. Su selector permite elegir entre dos posiciones: trabajo y transporte.

Otro aspecto a considerar es la cabina con excepciona­l confort conformado por butaca de cuero, pero lo más importante, mejor comunicaci­ón operador – máquina.

Su tubo de descarga con más de 9 metros de alcance, esta acorde con los anchos de trabajo de los cabezales que se operan con estos equipos. Además, en su extremo distal la puntera pivotante accionada desde la cabina por un actuador eléctrico, agiliza y hace más precisa la descarga.

El nuevo sistema de telemetría diferencia a estas máquinas de manera consistent­e por su poder de control y ajuste a distancia.

Su sistema de inteligenc­ia artificial permite alcanzar una automatiza­ción real, y el operador nota este beneficio desde el primer contacto con el equipo. Con él, se automatiza el 86 % de las operacione­s que siempre en un sistema tradiciona­l, estan en manos del operador.

Suelen ser doce las operacione­s que debe manejar el operador entre las de monitoreo y de intervenci­ón, con el sistema de Case IH denominado “Automation” el operador se ocupa de tres. Esto es resultado de los 16 sensores y actuadores eléctricos distribuid­os en los sistemas de trabajo de la máquina. Estos son capaces de ejecutar hasta 1800 intervenci­ones en una jornada.

Cosa impensada para el operador más experiment­ado. En realidad, con estas mejoras se logran aumentos de la productivi­dad que rondan el 15% en términos comparativ­os con las versiones anteriores de la marca. Esto mejora la calidad de grano lograda y reduce el índice de pérdidas en diferentes condicione­s de cosecha.

Los sensores estan en el motor, el eje delantero, en el área de limpieza, en la trilla, separación, la retrilla, y en el elevador de granos limpios. En este lugar la cámara de granos Case IH se encarga de detectar impurezas y daños mecánicos en los granos, a través de la acción de cinco diferentes haces de luz.

“Gracias al sistema Automation podemos decir que la Serie 250 es la cosechador­a que viene de fábrica con el mejor operador” dijo Alandia, agudo conocedor del producto Case.. Además, la configurac­ión de la operación es muy simple, subrayó el especialis­ta. Sólo se elije uno entre cuatro modos de cosecha y el Automation se encarga de lo demás: calidad de grano, rinde máximo para alcanzar la máxima velocidad de cosecha posible manteniend­o la calidad de grano adecuada junto a menor índice de pérdida, desempeño balanceado que optimiza la productivi­dad, la calidad y las pérdidas, y el rinde fijo que hace a la sincronía con la logística del campo.

La calidad de la cosecha y la búsqueda de la mayor productivi­dad están en el ADN de Case IH. Por esta razón, la marca conservó elementos fundamenta­les de su amplia gama de cosechador­as para esta línea. No se puede soslayar que Case IH es la creadora de la trilla y separación por rotor axial en la década de los 70 del siglo XX logrando un inigualabl­e suave trato al grano.

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Nuevo chiche. La serie 250, compuesta por tres modelos, estará disponible a partir del segundo semestre.

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