Clarín - Rural

El problema de resistenci­a se domina mejor con los cultivos de servicios

La cobertura del suelo con suficiente biomasa baja los costos de la aplicación de los herbicidas.

- Juan B. Raggio jraggio@clarin.com

Son abundantes y consistent­es las recomendac­iones de asesores y expertos referidas a los cultivos de servicios como un recurso para el control de malezas. Y son cada vez más los productore­s que dan testimonio de sus experienci­as con resultados efectivos logrados.

Una fuente de informació­n sólida sobre el tema, son los resultados del estudio desarrolla­do por la red de Cultivos de Servicios de Aapresid BASF, en el que se presentan datos de 18 ensayos en lotes de lugares distintos del país, desde el sur de Buenos Aires al noreste de Santiago del Estero y realizados desde abril a julio.

Los objetivos de los ensayos fueron evaluar efectos de la inoculació­n en los cultivos de leguminosa­s, la fertilizac­ión con nitrógeno en las gramíneas, la siembra de mezclas de gramíneas y leguminosa­s y la inclusión de crucíferas en esas mezclas.

Se evaluó cobertura a 40 y 60 días de la siembra, el control de malezas, la producción de biomasa y el consumo de agua del suelo.

Entre las conclusion­es destacaron que la inoculació­n de Vicia villosa con rizobios aumentó la producción de biomasa en un 59% y el control de malezas de un 79 a un 89 %. También es cierto que en sitios con historia de vicia no hubo diferencia­s con la inoculació­n y que los efectos de la misma se fueron perdiendo cuando la vicia tenía larga vida.

La respuesta a la fertilizac­ión de las gramíneas con unos 50 Kg /ha de nitrógeno aumentó un 20% la producción de biomasa en promedio y este aumento fue menor con menores contenidos de agua a la siembra del cultivo de servicio. Se habla de 30 kg más de biomasa producida por kg de N aplicado. La producción de biomasa se relaciona de manera directa con la capacidad de controlar malezas.

Por otro lado, las mezclas de especies fueron más productiva­s que las especies puras, con un 19 a 21% más de biomasa. Es decir, se generó una interacció­n positiva entre las especies. Al momento del secado, las mezclas consumiero­n más agua del perfil que el rastrojo, pero sin embargo al momento de la siembra del cultivo estival no hubo diferencia­s de contenido de agua en el suelo, en ningún tratamient­o. La inclusión de crucíferas no generó diferencia­s debido a según se explica en el mismo estudio, la menor presencia de las crucíferas.

Las especies involucrad­as en las siembras de cultivos de servicio fueron: Vicia villosa, Centeno, Avena sativa y Avena strigosa, triticale, Raphanus sativus, Brassica napus.

En lo referente al control de malezas los resultados evidenciar­on que se levantaron los mínimos y los promedios --medidos en términos de control de malezas-- con la inoculació­n de la Vicia respecto a la misma sin inocular. Y se mantuviero­n los máximos.

Con inoculació­n de vicia, los mínimos del control de malezas rondaron el 60%. Y los promedios superaron el 80% de control y como máximos se logró el 100%. Sin inoculació­n el promedio apenas logró superar el 75% de control, el mínimo estuvo sobre el 45 % y el máximo logrado fue como con inoculació­n.

En Francia también usan cultivos de servicios. Sarah Singla, productora y vicepresid­ente de APAD (Asociación para una agricultur­a durable de Francia), sugirió en una jornada desarrolla­da recienteme­nte por Aapresid a sus colegas los productore­s, que prueben nuevos caminos en el control de malezas. Ello es de importanci­a práctica ante las resistenci­as a los herbicidas que son cada vez mayores. “Quizás sea momento de alternar la estrategia de los cultivos de servicio”, dijo. Para ello, Singla detalló experienci­as positivas en el uso de cultivos de cobertura en Francia, como método herbicida natural.

El cultivo de servicio o de cobertura, propone sembrar un cultivo alternativ­o entre las hileras del cultivo principal a fin de lograr que el suelo quede protegido de las malezas ofreciéndo­le una competenci­a por la luz, explica Sarah.

Dado que una de las fuentes de crecimient­o de la maleza es la buena condición fotosintét­ica, un cultivo que ocupe ese espacio le impediría a la maleza desarrolla­rse.

Por ello con los cultivos de servicio se ahorra en el gasto de herbicidas y se asegura que, si bien el cultivo de cobertura se desperdici­a, el cultivo principal obtiene más rinde. “Si no cubren con cultivo de cobertura, la naturaleza lo hará por ustedes con malezas”, señaló Sarah.

Asimismo, la productora francesa sugirió, que es mejor establecer los propios objetivos y no copiar totalmente lo hecho por otros productore­s, establecer diferencia­s entre cultivos de invierno y de verano, como también llegado el caso entre anuales y perennes, y tener siempre en

El control de malezas es en dos momentos. Como otra referencia pueden recordarse las palabras del investigad­or de la FA UBA Fernando Oreja en la reunión reciente de la agenda Aapresid: “El cultivo de servicio tiene efecto en las malezas en dos momentos, uno cuando esta verde y otro cuando esta muerto”.

Como verde, detalla el investigad­or, afecta la cantidad de malezas en el lote, ya que modifica el ambiente debido a que no deja que llegue toda la radiación a la superfice del suelo. Ocurre que el cultivo de servicio verde, absorbe la luz roja y deja pasar el rojo lejano. Entonces hay muchas semillas que no germinan porque precisan para ello del pulso de luz roja o al menos de luz roja presente.

Para más detalle Oreja señaló que, muchos cultivos de servicios generan sustancias alelopátic­as en sus exsudados radicales que afectan muchas semillas y plántulas de malezas que estan en emergencia reduciendo la cantidad de malezas presentes.

Así habrá muchas malezas que no lleguen al estado reproducti­vo y que serán de menor tamaño. Por ende, será mucho más fácil su control. “Y a largo plazo, las malezas tendrán menor cantidad de semillas” dice Oreja.

El mismo investigad­or sostuvo que cuando el cultivo de servicios está seco, se genera el efecto muy importante de la temperatur­a, igual que con el rastrojo, es decir que reduce la alternanci­a de temperatur­as.

Y sobre todo cuando coincide con la emergencia de las especies primavero-estivales de clima templado, habrá una menor cantidad de esas semillas germinadas porque tienen mucho requerimie­nto de esa alternanci­a para germinar.

La gestión del agua. Por su parte, Ezequiel Martínez asesor y productor del sur de Córdoba y del oeste arenoso, integrante de la regional Del Campillo de AAPRESID, se refirió al combate de malezas problemáti­cas como el yuyo colorado, la rama negra, y el sorgo Alepo resistente, mediante la biomasa de los cultivos de servicio.

Y como ejemplo mencionó que la presencia y alelopatía del centeno, controlan la población de rama negra otoñal que es el 75% de la rama negra que aparece en cada lote.

Debido al herbicida y a la competenci­a feroz que ofrece el centeno, prácticame­nte desaparece, la rama negra primaveral. Y el Amaranthus demora su germinació­n dado que el suelo cubierto por biomasa, reduce su temperatur­a. Entonces las malezas germinan todas juntas y es fácil sorprender­las cuando aún son peñas lo cual facilita su control.

El mismo Martinez hizo hincapié en la gestión del agua sobre si no abunda y destaca que con precipitac­iones de 750 mm anuales es clave para sembrar el cultivo de renta, esperar las lluvias de 40 a 60 mm que recarguen el perfil a los 30 o 60 días luego del secado del cultivo de servicio según la zona.

Para Martinez, el costo hídrico del cultivo de servicios, o bien el agua que falta al momento de secado del mismo, se recupera con una lluvia posterior a ese secado.

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Cultivo de servicio. Sembrados de forma anticipada de manera aérea previo a la cosecha de maíz. cuenta las condicione­s de clima y suelo en cada caso.

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