Siembra: en menos tiempo y con mayor precisión
Las sembradoras se adaptan a todo tipo de suelo y rastrojo sembrando bien aún en condiciones difíciles.
Pronto se iniciará la campaña de siembra fina en lotes de condiciones muy diversas en lo que se refiere suelo, humedad, rastrojos, cultivos antecesores.
Y el objetivo de todo sembrador será, como es costumbre, preparar la sembradora de la mejor manera a cada condición particular, para lograr la mejor instalación del cultivo.
La carga por cuerpo. Ese poder de corte y penetración en el suelo, depende en gran medida de la carga que se aplique en cada cuchilla y cada cuerpo de siembra.
El control y la regulación de dicha carga se realiza mediante resortes, pulmones, amortiguadores o sistemas hidráulicos. Con ellos el operador transfiere kilogramos de presión desde el chasis de la máquina hacia el cuerpo de siembra cuando el suelo es duro. Y al revés cuando el suelo es blando, los kilogramos se pasan del cuerpo al chasis de la máquina. De esta manera se logra que las ruedas limitadoras afirmen su pisada en suelo y se mantiene constante la profundidad de siembra.
La cuchilla de corte y laboreo. La cuchilla prepara el suelo para que el surcador doble disco haga su trabajo y las ruedas tapadoras el suyo.
Las máquinas mejor equipadas, suelen usar cuchillas turbo con ondas de 10 mm de ancho, tangenciales, rectas y asimétricas. Es decir, la onda tiene dos lados rectos y uno es más corto que el otro.
Esta forma, mejora el clavado en suelo y el corte del rastrojo. Y tiende a autolimpiarse. Al ser angosta tiende a evitar el escape de humedad del perfil de manera más efectiva que una onda más ancha. No obstante, en su angostura cabe el surcador doble disco. El surcador de monodisco y zapata, como alternativa al doble disco con cuchilla para suelos difíciles como los arcillosos, pegajosos y pesados, es una alternativa de alto valor a tener en cuenta para la siembra de grano fino.
Las ruedas niveladoras. Son las ruedas que limitan la entrada del doble disco en el suelo y definen la profundad de siembra, o sea la profundidad del surco. Es decir, la carga aplicada al cuerpo hace que el doble disco entre en el suelo, y estas ruedas niveladoras limitan esa profundidad a la que trabaja el surcador. Por ello si la carga es excesiva, las ruedas niveladoras soportan el exceso y marcan el suelo. Ello ocasiona el desgaste excesivo de esas ruedas y la compactación del suelo debajo de ellas. Si la carga es pobre, el surcador no entra en el suelo y la semilla queda en superficie.
Por ello la carga será siempre la necesaria y constante, más allá de las variaciones de la dureza y del nivel del suelo. El operador tendrá la última palabra con la calibración correcta de la referida carga, mediante los recursos anteriormente mencionados, como resortes, sistemas hidráulicos y otros.
Por otro lado, las ruedas niveladoras se ubican al costado del surcador y pisan pisan el suelo muy cerca de la descarga de la semilla, con lo cual, el copiado resulta de alta fidelidad.
Por otro lado, en rastrojos importantes como los de maíz, de girasol o de sorgo, esas ruedas al costado del surcador pisan y copian el nivel del rastrojo en lugar de copiar el nivel del suelo. Y por ende definen la profundidad de siembra, tomando como referencia al rastrojo, cuando lo mejor es tomar como referencia la superficie del suelo.
Por ello en rastrojos importantes, puede ser preferible que las ruedas tapadoras, además de tapar el surco, limiten la profundidad de siembra. Ello se debe a que las tapadoras pisan en el suelo que labró la cuchilla en lugar de pisar el rastrojo. La elección de las ruedas limitadoras al costado del surcador o atrás, se decide cuando se elige la sembradora.