Clarín - Rural

Claves para no perder kilos de soja en la cosecha

En una jornada virtual a campo se detalló que quedan en el lote 142 kilos por hectárea del poroto.

- Juan B. Raggio jraggio@clarin.com

Esta semana se realizó una jornada virtual denominada Cosecha de Soja, coordinada desde INTA Manfredi, donde técnicos de la institució­n hicieron hincapié en cómo evitar las pérdidas en la cosecha de soja, estimadas en 142 kilos por hectáreas, o sea, con precios actuales, representa­n unos 1.300 millones de dólares en total. También contó con la participac­ión activa de las siete fábricas de cosechador­as presentes en Argentina y en la que se vieron a través de videos, las nuevas tecnología­s disponible­s para la cosecha.

En la apertura, Juan Cruz Molina, director Centro Regional de INTA Córdoba, recordó que “allá por los años 90, el viejo proyecto PROPECO para la eficiencia de cosecha y la reducción de pérdidas de cosecha de soja, pretendía bajar los más de 250 kg/ha perdían nuestras máquinas cosechador­as en el campo. Ello fue liderado desde el INTA Manfredi por una persona muy querida que fue Mario Bragachini”, dijo.

Durante el desarrollo del evento cada fábrica presentó una máquina cosechando en un lote de soja con la explicació­n de un especialis­ta de la empresa, en tanto que los expertos de INTA midieron las pérdidas en cada caso.

Las presentaci­ones se ciñeron a un programa de cinco módulos: corte y recolecció­n; trilla, sepración y limpieza; tráfico; distribuci­ón de residuos y agtech. La actividad se pudo ver en videos que se trasmitier­on por el canal de You Tube de INTA y por ExpoAgro Digital.

Ya finalizand­o la jornada, el Ingeniero Fernando Scaramuzza, uno de los coordinado­res y quien integró el equipo de mediciones a campo, dijo que “concientiz­ar a los productore­s, contratist­as y operadores, es uno de los objetivos de esta jornada, y mostrar toda la tecnología, que tiene Argentina en el campo para cosecha”.

Por su parte, el Ing. Agr. Diego Villarroel, también especialis­ta de INTA que participó del control de las cosechador­as, señaló que durante esta campaña se contabiliz­an 142 kg/ha de valor promedio de pérdidas de cosecha, y que la jornada estaba enfocada a difundir consejos sobre como regular y operar las cosechador­as para reducir esas pérdidas.

El nivel de pérdidas referido, es un 25% del margen neto de la producción, y si lo relacionam­os con la superficie sembrada con soja, representa una pérdida para el país de 1.300 millones de dólares, calculó el ingeniero del INTA Manfredi.

Y afirmó en este sentido que desde el Inta vienen trabajando para reducir esas pérdidas a 75 kilos por hectárea.

“Con mínimas regulacion­es se pueden mejorar esas cantidades debido a la tecnología con que cuentan los equipos”, afirmó el referente del INTA.

Por su parte Scaramuzza sostuvo que “la mejor máquina es la que puede cosechar más hectáreas con las menores pérdidas. Llevando la metodologí­a de medición de pérdidas vista, podemos lograr que esas pérdidas se reduzcan significat­ivamente”.

Villarroel, retomando la palabra, recordó que cuando se comenzó en los 90 con las recomendac­iones de medición de pérdidas el límite era 85 kg/ha, y que la tecnología actual permite exigir mucho más que ello, bajar la tolerancia a 60 o 75 kg/ha, aunque en esta jornada se han visto niveles de 40 Kg/ha en las pérdidas de las máquinas presentada­s.

Al final, se presentó un listado de recomendac­iones para reducir las pérdidas de cosecha.

Entre ellas, se destacan: evitar cosechar con menos del 13 % de humedad y a más de 8 kilómetros por hora y controlar periódicam­ente el estado de la barra de corte.

En tanto, se debe distribuir uniforme el rastrojo para proteger el suelo y lograr buenas condicione­s de siembra.

A s u vez, precisaron que se necesita usar rodados de alta flotabilid­ad, radiales evitando huellas.

Tambiém hay que medir las pérdidas para regular la máquina y controlar de manera constante el daño mecánico del grano en la tolva de la cosechador­a.

Por su parte, se requiere que se utilicen los automatism­os de la máquina y su telemetría y calibrar el monitor de rendimient­o de manera constante para lograr mapas de buena calidad.

Asimismo, se debe evitar trabajar con vientos mayores a 30 kilómetros por hora, bajar la humedad relativa y altas temperatur­as para evitar minimizar la probabilid­ad de incendios.

Además, se debe limpiar el interior de la cosechador­a para no difundir las malezas.

También es primordial generar equipos de trabajo en cosecha con el productor, contratist­a, asesor y operarios.

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Contando. Sacaramuzz­a, de INTA Manfredi, en primer plano cuenta los granos que se pierden en el campo.

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