Las nuevas tendencias en fertilizadoras
Cada vez hay un mayor uso de diferentes tipos de maquinarias para lograr una nutrición balanceada.
La fertilización está en franco crecimiento desde el 2015, llegando en el 2020, a un récord de consumo medido en 5,3 millones de toneladas. En sintonía con esa evolución, es cada vez mayor el uso de diferentes tipos de fertilizadoras que se ofrecen en el mercado.
Entre ellas, se encuentrna las fertilizadoras dos platos contra rotantes que distribuyen los fertilizantes en superficie en cobertura total o en bandas. Son máquinas que se distinguen por su bajo costo operativo, resultante de sus altas velocidades de trabajo que rondan los 12 a 18 km/h dependiendo del estado del terreno y de su tren de rodadura. Sus anchos de trabajo que pueden llegar los 40 metros. Es decir, con estos modelos se pueden trabajar grandes área en poco tiempo, con reducido consumo de gasoil y poca mano de obra.
Su buen desempeño se ve favorecido por el suelo de superficie pareja, la buena granulometría del fertilizante (esfericidad, uniformidad de tamaño y dureza), su adecuado manejo respecto del viento y la baja humedad ambiente.
Los equipos autopropulsados agregan maniobrabilidad, agilidad de operación en lo que hace al cambio de lote, incrementando la capacidad de trabajo del equipo. Asimismo, estos modelos ofrecen un tránsito parejo en el lote, producto de los sistemas de amortiguación que favorece a la uniformidad de distribución del granulado.
El alto despeje para el trabajo en cultivos en crecimiento en las operación de fertilizaciones fraccionadas, es otro beneficio de los autopropulsados
Entre los avances introducidos en los últimos tiempos, se puede mencionar el mayor ancho de las cintas transportadoras del fertilizante hacia la válvula de dosificación. Ello aumenta el rango de dosis de aplicación y ofrece mayor versatilidad en el manejo de diferentes granulados, enmiendas orgánicas, calcáreas y otros tipos de fertilizantes.
El mejor uso del fertilizante al trabajar con estos equipos esta dado por lograr distribuciones uniformes con una buena puesta a punto -con las bandejas calibradoras cuyo uso se puede leer en los manuales de las máquinas-- y la mejor conducción del equipo en el lote, considerando la dirección del viento, en estado del terreno.
La calidad de fertilizante -en lo que hace a granulometría, esfericidad, dureza, y baja higroscopicidad—es requisito fundamental para el logro de buenas aplicaciones.
Los motores hidráulicos que comandan el régimen de giro de los platos distribuidores y la velocidad de trabajo de las cintas transportadoras, mejoran sensiblemente la puesta a punto de la dosificación y distribución de los granulados.
Lo mismo que los actuadores eléctricos con los que se comandan las válvulas dosificadoras. Son recursos que permiten controlar y ajustar de manera más frecuente la calibración del equipo trabajando de manera precisa desde la computadora de a bordo.
Cuando la rugosidad o poceado del suelo, los vientos, la calidad del granulado presentan inconvenientes, los equipos air drill pueden ser una opción de ayuda al productor.
En ellos, desde una turbina se genera un flujo de aire a presión que impulsa el transporte del granulado desde la salida de la tolva hasta las toberas distribuidoras instaladas en un barral de robustez adecuada para este uso. Precisamente la corta distancia que media entre las referidas toberas y el suelo, ayuda a reducir la influencia del poceado del suelo en la distribución del granulado. Esa corta distancia, también reduce la acción del viento que tiende a desviar las partículas de su trayectoria.
Es para tener en cuenta que el aire de conducción del fertilizante es caliente,