Una enfermedad para no descuidar en el rodeo
La mortalidad de la hacienda por la enfermedad respirartoria bovina varía entre 1% y 5%.
La enfermedad respiratoria bovina (ERB) es un proceso infeccioso multifactorial, causado principalmente por virus, bacterias y parásitos. Generalmente afecta a los bovinos menores de dos años de edad, siendo una de las principales causas de morbi-mortalidad en esta categoría. Los sistemas de feedlot son frecuentemente los más afectados.
Los principales factores de riesgo que provocan su aparición son la edad del animal, el confinamiento que favorece el contagio y las causas que disminuyen las defensas del animal, como el clima adverso, la mala alimentación, los agentes biológicos inmunosupresores, etc.
Así lo explicó el Laboratorio Proagro en un comunicado remarcando la importancia de esta enfermedad en los bovinos.
Según explicaron desde la empresa que se dedica a medicamentos veterinarios para grandes y pequeños animales desde hace 50 años, los signos clínicos son variables, empezando con una leve pérdida del apetito hasta llegar al rechazo absoluto del alimento, depresión, cabeza y orejas caídas, incremento de la descarga nasal con cambios en la consistencia (desde transparente hasta viscosa y amarilla), aumento de la temperatura corporal, respiración forzada y tos.
Una vez detectada, ¿Cómo se controla?
Con el uso de antibióticos para tratar la infección y antiinflamatorios para disminuir los signos clínicos y mejorar el bienestar del animal.
También se puede aplicar el uso preventivo -conocido comúnmente como metafilaxis- que implica el tratamiento de grupos de animales con alto riesgo de desarrollar ERB, pero en este caso se debe conocer que existe el riesgo potencial de colaborar en el desarrollo de bacterias resistentes.
¿Qué impacto económico tienen las pérdidas por ERB? La morbilidad varía entre el 15 y el 45 % y la mortalidad entre el 1 y el 5%. Pero estos valores pueden ser mucho más altos si se dan condiciones adversas. Esto genera importantes pérdidas productivas, no solo por las muertes de los animales sino por el retraso en la ganancia de peso diario del rodeo afectado y la lenta recuperación de los animales que enferman.
El Laboratorio Proagro cuenta con diferentes antibióticos y antiinflamatorios para el control y tratamiento de la enfermedad. Dentro de los antibióticos se destacan: Tilmicotin, de amplio espectro y listo para usar, Irondel LA, de liberación lenta y rápida acción, Florfec, como preventivo o terapéutico en ganado de alto riesgo al ingreso al feedlot y Proceft LPU, con apenas 2 días de retiro pre faena y sin retiro en leche.
Además, el tratamiento mejorará si se lo acompaña con el uso de antiinflamatorios como Dexa Plus, de rápida absorción en el punto de aplicación, Dexametasona Proagro, un antiinflamatorio corticosteroide de rápida acción y Megluxin, que posee Meglumina de Flunixin, una droga con potente actividad antiinflamatoria, analgésica y antipirética.
La sede central de Proagro está ubicada en la zona oeste de la ciudad de Rosario y es dónde se producen actualmente todas sus líneas de productos: Proagro de grandes animales, Paraqueños, de animales de compañía y Synkro Xy, de hormonales reproductivos.
diferencias para discutir los derechos y obligaciones de tan sensibles contratos.
Lo que sí ayudaría es la nueva idea de levantar los absurdos impedimentos a la compra de las vacunas que demostraron servir. Mientras se redactaba esta nota, circuló el dato de que tres grandes empresas farmacéuticas estadounidenses juntaron sus mentes para concebir una pichicata que inmuniza con eficiencia y a muy largo plazo contra el virus. ¿En qué perjudicaría abrazar con ganas esa opción?.
Australia pagó muy caro el sumarse a un pedido institucional de explicaciones al gobierno chino sobre el origen de la pandemia. No obstante haber suscripto un Acuerdo de Libre Comercio (ALC) bilateral con Beijing, decidió rechazar legalmente, en la OMC, el cierre del mercado a sus exportaciones de vino (decisión que fue precedida por el cierre de sus exportaciones de carnes y el congelamiento del envío de estudiantes chinos a sus centros educativos). Es el estilo comunista de poner orden.
China también acaba de objetar en la OMC las decisiones de Canberra sobre la aplicación de medidas antidumping y derechos compensatorios. Tal mensaje debería retumbar en medio globo terráqueo. ¿Nos entendemos, no?!.
Es oportuno recordar todo esto, porque es probable que el comercio de remedios y equipos médicos origine una Resolución de la próxima Conferencia Ministerial de la OMC (29/11 al 3/12/21) y el tema sea discutido previamente por los líderes del G20. Este último foro se comprometió a coordinar, desde principios del año pasado, las medidas de cooperación internacional contra el CODIV-19.
El Acuerdo sobre propiedad intelectual de la OMC (conocido por la sigla inglesa TRIPS), admite la opción de flexibilizar los derechos monopólicos de los bienes y servicios protegidos por sus reglas ante situaciones como la pandemia. Las normas hacen posible acceder a patentes voluntarias o compulsivas. Pero esa facilidad no soluciona el problema real, que consiste en eliminar el desabastecimiento de drogas, proceso que está en marcha. También son relevantes las disposiciones de los Acuerdos Sanitario y Fitosanitario (SPS) y el de Obstáculos Técnicos al Comercio (Análisis de la Secretaría de la OMC).
Según datos para el primer semestre del período 2018/2020, las exportaciones de equipos y productos médicos aplicables a la pandemia del CODIV-19 pasaron de unos 481.00o millones a 564.405 millones de dólares, con una tasa de crecimiento que subió al 15,4%. De ese total, los bienes directamente empleados para combatir la actual pandemia oscilaron de casi 147.000 a 189.144 millones.
El 72% de los proveedores están localizados en China, Estados Unidos, Alemania, Países Bajos, México, Japón, Bélgica, Francia, Malasia e Irlanda.
La comunidad internacional parece orientada a facilitar el acceso de los equipos y las medicinas indispensables para combatir el virus en todo el planeta. “Sólo” falta discutir el cómo hacerlo.
Nota de la Redacción: El autor es diplomático y periodista.