En busca de los potenciales de rinde
La fertilización balanceada (N+P+S+Z) es la llave para explorar altos rendimientos en el cereal.
“El concepto que queremos remarcar tanto de maíz temprano como en tardío es el manejo integrado haciendo foco principalmente en una fertilización balanceada. Esto es no solamente pensar en un nutriente sino pensar en varios que nos permita capturar esa mejora en el rendimiento por el efecto que existe entre las interacciones de todos los nutrientes”, comenzó explicando Matías Saks, Coordinador Técnico de Bunge.
En este sentido, remarcó que el manejo balanceado de nutrientes (Nitrógeno, fósforo, azufre y zinc) está asociado a la necesidad de capturar esas brechas de rendimiento. En los ensayos de la empresa que realizan con organizaciones técnicas, se muestran brechas de rendimiento de 30% a 40%, similares tanto en regiones húmedas como semiáridas, pero lo que se modifica muchas veces es el piso de rendimiento. El rinde de testigo (sin fertilizar) es de 5.600 kilos versus 9.100 kilos en zonas semiáridas mientras que en zon núcleo la diferencia es de 11.500 contra 15.400. “La magnitud de la brecha es la misma. Y en comparación con el manejo promedio del productor, la brecha está por encima del 20%”, definió. “Esta ganancia es independiente del régimen hídrico que tenga cada zona”, agregó el técnico de Bunge quien invitó a los productores a que ingresen a la web de la empresa para encontrar más información de los ensayos, buscándolo como Agro Expedientes.
Dentro del manejo de los nutrientes en maíz el especialista dijo que hay que tener en cuenta cuatro: nitrógeno, fósforo, azufre y zinc. Y sumó un quinto para la zona del Litoral: el potasio. “Nitrógeno y fósforo son los nutrientes que más contribuyen a la respuesta a la fertilización. Son los que capturan la mayor magnitud de respuesta”, sintetizó.
El técnico de Bunge detalló la importancia de cada nutriente. En primer lugar dijo que el nitrógeno es la llave para la construcción del rendimiento del maíz. “En zona núcleo se pueden trabajar con modelos lineales y cuando vas a zonas semiáridas o con alta variabilidad hay que trabajar con dosis variable de nitrógeno”, informó agregando que hay que asegurar entre 20 y 22 kg de nitrógeno por tonelada de maíz. “Si uno quiere ser lo más eficiente posible en el uso del nitrógeno lo ideal es fraccionarlo. Aplicar a la siembra y luego en V3 o V4”, explicó.
El fósforo, por su parte, está involucrado en lo que es el proceso de energía de los cultivos y para maíz temprano es un nutriente clave para que comience el ciclo de forma favorable, logrando respuesta de 1.500 kg a 1800 kg. “Es uno de los nutrientes con mayor deficiencia en la pampa húmeda. Más de 60% de los lotes están por debajo de los 15 partes por millón (ppm).En maíz a este nutriente no se puede negociar”, apuntó.
Por su parte, explicó que la empresa viene trabajando con el azufre más de 15 años y están encontrando respuestas que van en el orden de los 500 a 700 kilos de maíz. “Nos ayuda a mejorar la productividad del nitrógeno y del fósforo y es uno de los nutrientes más baratos”, indicó.
El cuarto nutriente es el zinc, un micronutriente, que desde la empresa comenzaron a trabajar hace 10 años y aparece deficiente en gran parte de la región pampeana principalmente Córdoba, oeste de Buenos Aires, sur de Santa Fe y este de la Pampa. “Es el único micronutriente que tiene un método de diagnóstico. Lotes que están por debajo de una parte por millón hay una alta probabilidad de respuesta”, puntualizó agregando que las respuesta llegan a más de 400 kg y pueden alcanzar a 600 kg en la zona más deficitarias
En este contexto, indicó que la empresa tiene dos líneas Premium. La línea SolMIX, con la línea de productos líquidos, que contienen nitrógeno y azufre. “Para el cultivo de maíz desde hace varios años estamos migrando al uso de SolMIX Zinc, un fertilizante líquido con 27% de nitrógeno, 5% de azufre y 0,4% de zinc y permite agregar los 3 nutrientes al mismo momento”, dijo.
Y enfocado a lo que es fósforo, tienen otra línea de productos premium como es MicroEssentials, compuestos químicos que contiene 4 nutrientes, donde cada granulo tiene la misma concentración de nutrientes. Ahí están trabajando con dos marcas MicroEssentials S9 que, contiene 10% de nitrógeno, 46% de fósforo, 9% de azufre y MicroEssentials SZ, que contiene 12% de nitrógeno, 40% de fósforo, 10% de azufre y 1% de zinc. “Este es uno de los productos que más ha crecido con el objetivo de incorporar el zinc dentro del planteo de fertilización”, manifestó.
Por último, informó que en la planta de Ramallo de la empresa están creciendo en la producción de Nutrimax, un producto de producción nacional. “Al súper simple le estamos agregando zinc dentro de la formulación del gránulo. Permite generar una base de 18% de fósforo, 12% de azufre y 2% de zinc. Y esta base la utilizamos para hacer mezclas físicas de muy alta calidad”, cerró.