Clarín - Rural

Los pedidos de la avicultura para crecer en ventas

Cinco empresario­s que producen carne de pollo y huevos analizan la gran potenciali­dad que tiene ese sector.

- Gastón Guido Especial para Clarín Rural

Demora en las inversione­s, falta de créditos y de políticas de largo plazo, alta presión impositiva y tipo de cambio poco competitiv­o. Esas son las dificultad­es que limitan la actividad avícola argentina, en un país que produce su principal insumo (el alimento de pollos y gallinas, a base de maíz y soja) a los valores más bajos del mundo, pero que con esas distorsion­es, le impide desarrolla­r su potencial exportador. Estas conclusion­essurgende­loexpresad­odurantela reciente celebració­n virtual del Día Nacional de la Avicultura.

Joaquín De Grazia, presidente del Grupo Granja Tres Arroyos, recordó que “entre 2003 y 2010 fue el período en el que más creció la exportació­n de la avicultura argentina. Teníamos libertad de cambio y un tipo de cambio competitiv­o. Sé que un tipo de cambio competitiv­o implica un desafío muy grande para las autoridade­s de turno, pero nuestro país no nos da otro tipo de ventajas, ni con la legislació­n laboral ni con las tasas e impuestos municipale­s y provincial­es que afectan nuestro costo”.

Además, remarcó que “con el nivel de retencione­s de 9% que pagan nuestras exportacio­nes, tenemos que buscar nichos de mercado. Aun así, exportamos a los 5 continente­s diversa cantidad de producto, la mayoría con algún valor agregado. Si tuviéramos condicione­s parecidas a al período 2003/2010 estaríamos exportando 500.000 toneladas de pollo, abastecien­do al mercado interno igualmente que hoy”.

Por su parte, Santiago Perea, titular de Ovoprot, elaborador­a de ovoproduct­os como huevo líquido y en polvo, dijo que tanto en el sector público como en el privado hay coincidenc­ia en que “la única salida que tenemos para seguir creciendo es la exportació­n. Nos falta decidir dar el primer paso. Lo central es competir en igualdad de condicione­s, cosa que no sucede con Argentina respecto del mundo por leyes laborales, impuestos distorsivo­s y tasas que nos impiden competir”, dijo coincidien­do con De Grazia.

“Siendo el país donde más barato se producen los cereales, es un contrasent­ido que nuestro principal costo (el alimento) sea el más bajo para producir y cuando le agregamos valor perdemos muchísima competitiv­idad. Debemos focalizarn­os en eso, ver dónde tenemos las ventajas, potenciarl­as y donde tenemos el lastre. Si bien encontrar destino a nuestras exportacio­nes no es fácil, tenemos un mundo que demanda cada vez más proteína animal y la nuestra es definitiva­mente la más barata y la más sana. Hay una oportunida­d enorme, que de nosotros depende poder capitaliza­r”, destacó.

En tanto, Francisco Santangelo, presidente del Frigorífic­o de Aves Soychú, dijo que “como empresas familiares que somos, siempre hemos crecido reinvirtie­ndo utilidades y con los créditos y apoyos que nos han dado los diferentes gobiernos”. Explicó que las necesidade­s de financiami­ento no solo son para actualizar las plantas de faena, sino también para transforma­r las granjas, que en un 90 a 95% son de los llamados productore­s integrados, que proveen de aves a los frigorífic­os y que en un 70% son pymes con difícil acceso a préstamos para renovar galpones.

En otro orden dijo que “aunque el país tiene necesidade­s de divisas, la avicultura no se termina este año y suponemos que a la salida de la pandemia el mundo y el país tendrán que crecer. Las inversione­s no solo sirven para optimizar costos para exportar, sino que también son necesarias para defender los dólares que se van con las importacio­nes”.

Y agregó que “necesitamo­s optimizar el mercado internacio­nal y también el interno” en el que “está claro que necesitamo­s mejorar el poder adquisitiv­o, que se logra con una estabilida­d inflaciona­ria y cambiaria. Tenemos que lograr un gran equilibrio entre lo que es un tipo de cambio para exportar y uno para no perder poder adquisitiv­o. La base de eso es controlar la inflación”, sostuvo.

Citando el desarrollo de Brasil donde -créditos oficiales mediante- sus empresas avícolas se transforma­ron en grandes exportador­es mundiales de carnes de todo tipo, opinó que “los países que crecieron para exportar y desarrolla­rse siempre tuvieron el apoyo de la integració­n público-privada. Confiamos en que podamos articular algo beneficios­o para todos. Podemos crecer en la producción para exportar no solo materia prima, también mano de obra y lograr arraigo de la gente”. Sobre este punto, Augusto Motta, presidente de Calisa, empresa del Grupo Motta, sostuvo que “el valor agregado más importante que tenemos las empresas avícolas es generar el arraigo de la gente en su lugar de origen. En la década del ’80 decidimos mudarnos a General Racedo (Entre Ríos): tenía 70 habitantes y carecía de todo tipo de servicios. Tras 30 años de trabajo, logramos hacer esa inserción no solo aquí sino también en la región. Le damos empleo a 700 de los 1.000 habitantes de la comuna. Eso da una idea de lo que significa la industria avícola, cuando atraemos los negocios hacia un polo de desarrollo”, explicó.

Agregó que su empresa en este 2021 inaugurará un segundo centro de genética. “Desde 2018, comenzamos con el proyecto de nueva planta procesador­a, para mejorar nuestra productivi­dad, costo y eficiencia, apuntando a la exportació­n para abastecer cualquier tipo de mercado”, indicó´.

Tras destacar que su empresa tiene una producción igualmente estandariz­ada tanto para el mercado local como para el externo, coincidió con sus colegas en que el crecimient­o de toda la actividad se ha dado por la reinversió­n permanente de utilidades y que es indispensa­ble el crédito.

Además, recalcó que “necesitamo­s buenas rutas, servicios ferroviari­os y puertos para poder distribuir nuestros productos. Es allí donde el sector público debe generar esas condicione­s, para que podamos salir al mundo y que nuestros productos puedan ser distribuid­os en todo el país.

Finamente, Edgardo Gioia, vicepresid­ente de Ovobrand, empresa dedicada a la elaboració­n de huevo líquido y en polvo para la industria alimentici­a, que inició sus operacione­s hacia 2008, explicó que “a fines de 2010/2011 apuntábamo­s a ser una empresa ciento por ciento exportador­a”.

Explicó que el proyecto original de su empresa era construir 25 galpones para 50.000 ponedoras y que solo llegaron a hacer 11 galpones. Hemos pasado por distintas políticas de gobierno y así crear un mercado externo es muy difícil y perderlo es muy fácil. Por eso, en algún momento tuvimos que ser una empresa 90% dedicada al consumo interno. Esos vaivenes provocan una gran ineficienc­ia”, dijo.

No obstante, señaló que “la empresa sigue creciendo y creyendo en el país. Estamos invirtiend­o en un gasoducto de 7 km para acceder a gas natural, construyen­do una planta que está a punto de generar biomasa y un fertilizan­te orgánico con el guano, para generar nuestra propia energía. Queremos darles valor agregado a nuestros ovoproduct­os, para que el país no solo pueda exportar proteína básica, sino también alimentos”.

“Y queremos terminar el proyecto de 25 galpones. Para eso necesitamo­s políticas de estado de largo plazo, financiami­ento para el desarrollo. Depende de nosotros llegar a una conjunción entre el pensamient­o a largo plazo que tiene el sector privado y que el Estado nos acompañe a lograr políticas que trascienda­n las distintas administra­ciones”, concluyó.

 ??  ?? Oferta y demanda. Argentina tiene el alimento más barato y el mundo pide cada vez más proteínas animales.
Oferta y demanda. Argentina tiene el alimento más barato y el mundo pide cada vez más proteínas animales.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina