6 mitos falsos que rodean al biodiesel
Dicen: “Más caro que los combustibles fósiles, que daña motores y que aumenta costos fiscales y de los alimentos”.
Emiliano Huergo Especial para Clarín Rural
Algunas afirmaciones sobre el biodiesel poco tienen de cierto. Que el biodiesel es más caro, que causa daños en los motores, que implica un costo fiscal, que aumenta el precio de los alimentos y muchas otras afirmaciones que no son más que mitos falsos. Veamos.
1: “Los motores no toleran mezclas de 12,5% de biodiesel en gasoil”: el uso de aceites vegetales en motores diésel se remonta al 10 de agosto de 1893 cuando el ingeniero alemán Rudolf Christian Karl Diesel puso en marcha el primer motor diésel utilizando aceite de palma como combustible. auqnue toleraba hasta destilados livianos de petróleo. Haciendo reaccionar el aceite con alcoholes livianos (transesterificación) se logra un combustible con las mismas prestaciones. que los aceites vegetales, pero con viscosidades en el mismo rango que el gasoil.
Hubo innumerables pruebas con distintas mezclas de biodiesel, incluyendo su uso puro. Muchos fabricantes de motores tienen homologado el uso de altas mezclas de biodiesel y muchos países han establecido mandatos mayores al 12,5%, umbral que plantea la nueva normativa. De hecho, en Santa Fe se probaron flotas de ómnibus durante varios años con B25 (25% biodiesel) y B100 (Biodiesel puro). Lo propio hicieron las Líneas 132 y 91 en CABA con B100. También hubo varias iniciativas privadas, como de CLIBA y Quilmes. Indonesia y Malasia tienen mandatos de B20 y B30 y Brasil, que importa vehículos diésel de Argentina, tiene un mandato de B14. Incluso, los motores producidos por Scania que se comercializan en el país están homologados para usar 100% biodiesel.
2: “No funciona en climas fríos”: así como hay diferentes tipos de gasoil para las distintas estaciones del año en cada región, lo mismo ocurre con el biodiesel, con la salvedad de que sus propiedades son más uniformes: tolera rangos más amplios de variabilidad climática y hay procesos y aditivos solucionadores. Sobre todo, cuando se usa en mezclas por debajo del 20%. En Europa, durante las temporadas con climas extremos se utiliza más biodiesel de colza, mientras que en verano se utiliza más el derivado de aceite de palma, que es más barato. El biodiesel obtenido de aceite de soja es el más versátil y el más utilizado en nuestra región.
3: “Encarece el gasoil”: las refinerías nacionales tienen capacidad para abastecer hasta el 70% del total de consumo de gasoil del país (incluyendo todos los segmentos). El gasoil importado es más caro que el precio fijado por la Secretaría de Energía para el biodiesel: que hoy no provoca ningún tipo de aumento de costos para las refinadoras.
4. “Representa un costo fiscal para el Estado argentino”: por su origen renovable y menos contaminante, el biodiesel está desgravado. Así, considerarlo menos aportante sería como decir que los automóviles más eficientes representan un costo fiscal por demandar menos gasoil. También
debe considerarse en las cuentas fiscales el ahorro en salud pública: por ejemplo, reducción del 86% en el riesgo de contraer cáncer.
5: “Aumenta el precio de los alimentos”. De una tonelada de soja se obtienen aproximadamente 740 kg de harina, 190 kg de aceite, y subproductos menores. La harina de soja es un componente clave en la producción de proteínas animales y, cada vez más, lo es en el creciente mercado de alimentos proteicos vegetales. Aumentar la producción de biodiesel le da sustentabilidad a la cadena de valor de la soja, responsable del mayor ingreso de divisas del país.
6: “El futuro es la electromovilidad”: Para que la movilidad sea sustentable, cada región deberá aprovechar sus recursos e infraestructura. No es lo mismo electrificar el transporte por carreteras de la Unión Europea, donde en 5.000 kilómetros habitan 500 millones de personas con alto poder adquisitivo, que en Argentina, donde en la misma distancia hay 50 millones y con menor relación de automóviles cada 1.000 habitantes. Dato: el 95% de la reducción de emisiones en el transporte europeo se debió al uso de biocombustibles, que en gran parte han sido importados. Además, hay sectores como el transporte off-road que será prácticamente imposible electrificar. Lo mismo ocurre con la aviación, donde los biocombustibles son prácticamente la única opción. ■