Autoconsumo: una solución posible
Los planteos deben ser eficientes, seguros y sustentables y este manejo atraviesa los tres conceptos.
Los cambios impulsados por la necesidad de afrontar situaciones críticas como la alternancia de escenarios climáticos, la falta de estabilidad económica para inversiones de largo plazo y la necesidad de contar con sistemas productivos operativamente versátiles, han fortalecido el uso de comederos de autoconsumo en ganadería vacuna.
Esquemas con oferta a discreción de raciones para suplementaciones en pastoreo, o como dietas únicas en confinamiento, a pesar de ser resistidos conceptualmente por romper los conceptos clásicos de la nutrición de rumiantes, han crecido velozmente en los últimos años. En las últimas dos décadas muchos grupos de investigación se focalizaron en el análisis de variables como eficiencia animal, impacto ambiental y bienestar animal de modelos de recría y engorde con comederos de autoconsumo.
En este sentido, el INTA de Concepción del Uruguay se focalizó en la práctica validando sistemas de recría y engorde con grano de maíz entero, sin fibra acompañante. Encontrando altas eficiencias de conversión (4 kg alimento: 1 Kg peso vivo) en recría de terneros destetados precozmente (de 70kg a 190kg de peso vivo) y conversiones similares a las obtenidas en terminaciones de novillitos (380 kg) con dietas clásicas de engorde a corral (7:1).
Produjeron también, información de cuál es el espacio necesario por animal, esquemas de rotaciones para reducir la formación de barro y concentración de las deyecciones, terminando en un modelo conocido con el nombre de “feedlot ecológico”.
Y recientemente, sumaron una línea completa de experiencias valorizando las condiciones de bienestar animal. Donde sobresalen resultados de impacto como: higiene de los animales, ausencia de enfermedad respiratoria, consumo de alimento morigerado (2,2% peso vivo) y mayor rendimiento al gancho (+1,5%).
Es conocido que los rumiantes deben transitar un período de cambio de dieta cuando se desea alimentarlos con grandes cantidades de grano. De no hacer este cambio durante las primeras cuatro semanas, aparecen disturbios digestivos como diarrea, timpanismo, acidosis, sobrecarga e incluso la muerte. Para sortear este inconveniente también se han desarrollado raciones de inicio que reducen el tamaño de la ingesta durante las primeras semanas permitiendo el uso de comederos de autoconsumo desde el primer día. Basadas en mezclas con incorporaciones mayores de minerales como el óxido de zinc, oxido de magnesio o sal común, entre otros, acompañando el proceso con el acceso a rollo o silaje.
Sin embargo, estas estrategias ya pueden ser reemplazadas por aditivos compuestos que combinan saborizantes y reguladores de consumo de origen natural, que permiten iniciar con dietas concentradas desde el primer día, sin el aporte de fibra efectiva, sin presentación de disturbios digestivos ni mermas de producción.
Los planteos deben ser eficientes, seguros y sustentables. En respuesta a la necesidad de continuar con modelos económicamente viables y prudentes con el uso de los recursos del sistema agropecuario. El autoconsumo atraviesa los tres conceptos: uso de forrajes concentrados para la producción de carne, supresión de problemas nutricionales asociados a la falta y/o alternancia de alimento y se reduce significativamente el uso de combustibles fósiles por no requerir de mecanización diaria para la distribución del alimento.
Además, en condiciones de asignación suficiente de espacio, se mitiga la contaminación del agua y suelo. Con la información disponible, hoy el autoconsumo se puede adaptar prácticamente a cualquier escala y modelo que requiera de la incorporación de granos para acelerar los ciclos productivos. ■
Nota de redacción: los autores integran el Departamento de. Rumiantes del INTA C. del Uruguay.