La evolución del bienestar animal
Aplicar las normas sobre el trato de los animales tiene impacto directo en la rentabilidad del negocio.
Un reciente informe de ResearchAndMarkets.com señaló que la industria mundial de la carne vacuna alcanzó los USD 332.280 millones en 2022, y se espera que en los próximos 5 años alcance los 421.610 millones de dólares.
En los últimos 10 años, hemos leído que este crecimiento se debe al aumento de la población mundial, a cambios de estratos sociales y hábitos de consumo.
En contrapartida, el mercado mundial de carne afronta discusiones como el impacto ambiental, los cambios de hábitos de alimentación y el bienestar animal, que pueden afectar el negocio a futuro.
Si bien la cuestión del bienestar animal pareciera ser una moda de estos tiempos, la realidad es que se viene desarrollando desde hace años.
Un ejemplo es el consultor agropecuario Marcos Giménez Zapiola, referente en Argentina sobre el buen trato del ganado, quien desde 1995 realiza entrenamientos para personal de campo. En sus charlas menciona las instrucciones para mayordomos de estancia que hacía Juan Manuel de Rosas en 1819, haciendo referencia a cómo se debe mover al ganado.
Felizmente, hoy encontramos en los campos las banderas para arreo que tanto pregona Marcos, sinónimo de que los mensajes fueron calando en el trabajo a campo.
El bienestar animal fue definido como el estado de salud y confort de un animal en armonía con el entorno en el cual se encuentra (Broom 1986). La Organización Mundial de Sanidad Animal apoya sus normas sobre las mundialmente conocidas cinco libertades de los animales: de sed, hambre y malnutrición; de incomodidad; de dolor, heridas, y enfermedades; de expresar su comportamiento; de miedo. Aplicar las normas que especifican como tratar a los animales en producción tiene un impacto directo en la rentabilidad del negocio y en la calidad de la carne.
Sobre esta base, Biogénesis Bagó desarrolló un acuerdo con la empresa certificadora Control Union, impulsando la certificación del bienestar animal en establecimientos dedicados a la producción de carne intensiva.
El protocolo se rige sobre el principio del bienestar animal, el cual contempla temáticas relacionadas a las cinco libertades. De esta manera, se adquiere información que permite determinar el estado de los animales y su entorno, para acompañar a los productores a desarrollar mejores prácticas de manejo.
Durante el proceso, los profesionales de Control Union visitan a los productores, observan las acciones, reúnen la documentación respaldatoria, y luego emiten el certificado de bienestar. Los asesores técnicos de Biogénesis Bagó trabajan en conjunto con los veterinarios y productores en el diseño de planes sanitarios, diagnóstico de enfermedades y en el entrenamiento del personal en buenas prácticas de aplicación de productos veterinarios.
En el año 2022 se logró la certificación de establecimientos dedicados a producción de carne a corral como Conecar, La Muñeca de Tomasello, Los Tambos de Grupo Bermejo, Santa Marta de Grupo Benetton, Las Chilcas de Aguilar Benitez.
Estos productores estaban motivados por el mismo objetivo de trabajar en la mejora continua hacia la excelencia, además contar con este aval les permite cumplir con los requisitos de los mercados más exigentes a nivel mundial.
La salud de los animales es una condición esencial del bienestar animal. El concepto de “Una sola salud” propone un equilibrio sustentable entre la salud de los animales, las personas y los ecosistemas. Trabajar en salud y bienestar de los animales, es trabajar por la salud y el bienestar de las personas. ■
Nota de redacción: el autor es Gerente Técnico Comercial de Biogénesis Bagó Argentina.