Dejar atrás la era de las autopsias
Con la información que hoy está disponible no tiene sentido intervenir tarde, cuando el daño ya está hecho.
Desde una mirada personal y como apasionado de la agricultura me enorgullece comprobar que un gran porcentaje de los equipos agropecuarios que utilizamos disponen de herramientas de geolocalización satelital (más conocidas como GPS).
Las nuevas cosechadoras, pulverizadoras y sembradoras vienen equipadas de fábrica con GPS. Pode-* mos tener un seguimiento preciso de la actividad de cada uno de estos equipos (y -obviamente- de su operador de turno). No está lejana la fecha cuando paneles de computadoras reemplacen los tradicionales negros pizarrones de las estancias y nos permitan observar la ubicación y la actividad de cada uno de nuestros equipos en tiempo real.
Adicionalmente, para sorpresa de muchos de los lectores, las pulverizadoras más modernas vienen equipadas con completas estaciones meteorológicas que -complementariamentenos permiten conocer con exactitud las condiciones de temperatura, humedad, precipitación y viento en el momento exacto en que estamos llevando a cabo la pulverización en cuestión.
Merced a la proverbial innovación argentina, son varias las empresas argentinas que ofrecen accesorios capaces de incorporar trazabilidad via GPS a cualquier pulverizadora. Una empresa santafesina ofrece una “kit” que integra la tecnología GPS, la estación meteorológica y le suma inteligencia artificial.
Este kit tiene la capacidad de convertir cualquier pulverizadora (por vieja que sea) en una pulverizadora “inteligente” y nos permite -desde el confort de un escritorio a miles de kilómetrosmonitorear el trabajo de mi pulverizadora y/o mi contratista y llevar un registro de la aplicación y de las condiciones climáticas imperantes. Un beneficio de la inteligencia artificial es que -en caso de estar distraídonos alerta si el trabajo no se está haciendo bajo las condiciones correctas.
Los productores agropecuarios sabemos que la aplicación de los fitosanitarios es uno de los momentos más importantes y sensibles de nuestra actividad. El viento, la humedad ambiente y la temperatura pueden afectar particularmente la pulverización y convertir una actividad agrícola en una amenaza para el medio ambiente y para la comunidad.
Cuando utilizamos toda la tecnología disponible y tomamos todas las precauciones necesarias- las pulverizaciones agrícolas son seguras. La demanda “Basta de fumigar” se explica por malas pulverizaciones donde por ignorancia, desidia o falta de control no se tomaron todas las precauciones necesarias.
Empecemos por las buenas noticias: la tecnología disponible nos ofrece la posibilidad de asegurar que todas las pulverizaciones se lleven a cabo asegurando (me animaría a usar la expresión garantizando) la calidad de las aplicaciones.
Ahora bien, sólo hay un requisito indispensable para que las pulverizaciones puedan ser controladas y monitoreadas: disponer de conectividad. Algo que por obvio no deja de ser una enorme limitante, sobre todo en un país donde -según el INTAel 40% de los parajes rurales no tienen acceso a Internet.
Alguien me dirá qué los softwares tienen la capacidad de almacenar toda la información para que pueda ser utilizada para cuando la conectividad esté disponible. Sin embargo, de qué nos sirve comprobar que nuestro contratista se mandó una macana un rato después. El daño ya está hecho, lamentablemente.
Las pulverizaciones “inteligentes” son apenas uno de los múltiples beneficios de la conectividad. Con un agro conectado podremos reemplazar el “Basta de fumigar” por “Basta de autopsias”.w