“Soy como un camaleón”
La actriz interpreta a una mujer rusa en “La restauración”. “Yo hice al revés: pasé del comercial al teatro off”.
Hacer el camino inverso. Dejar la alta exposición, el ruido, las estridencias para refugiarse en lo sutil y pequeño. “Yo hice al revés de lo que hace la mayoría: pasé del teatro comercial al off ”, dice Silvia Pérez, feliz de estar en ese margen creativo y entusiasmada con el personaje que hace en La restauración, la obra de Juan Martin Cervetto y Andrea Stefanoni que dirige Gerardo Otero, los domingos en Timbre4.
Su personaje, Leonor, es una actriz rusa que vive casi aislada, sumergida en los recuerdos de un pasado glorioso en la Rusia comunista, donde alguna vez conoció el éxito y el prestigio. “Concebir este rol fue muy emocionante. Encontré cosas mías que no conocía. Y cuando te pasa eso, te liberás. Actuar tiene esa riqueza”, dice. Ella, la misma mujer que también conoció un pasado de fama y brillos cuando era una “chica Olmedo”, pero que, a esta altura, parece que hubiera sido en otra vida.
“Ahora tengo la posibilidad de elegir. Cuando era más joven no tuve muchas posibilidades”, asegura. Por eso, se le abrió todo un mundo cuando Andrea Stefanoni, una de las autoras, le propuso este proyecto. Después fue dejarse llevar y confiar.
“La historia que se cuenta en esta obra es muy movilizante para mí. Y me resulta una experiencia única. Siento una confianza total en el director y el elenco. Hay entrega y respeto”. Para componer a Leonor, además, tuvo que aprender algunas palabras en ruso y algunos pasos de una coreografía.
Esta mujer de hoy y la chica de tapa de años atrás, conviven en la misma persona. “Mi esencia es la misma. Soy como un camaleón, me voy adaptando a los cambios”. Además del teatro off, Silvia conduce dos programas de radio (por Nacional y por Radio UBA), está escribiendo un libro, junto a un psicólogo, repasando sus distintas experiencias: desde sus programas de gimnasia y yoga hasta sus trece viajes a la India a lo largo de los años, pasando por la meditación y sus estudios de periodismo que empezó el año pasado..
Pérez asegura que su voluntad es una gran aliada. “Soy una ferviente trabajadora. Sufrí mucho el encasillamiento, pero aprendí de mí. Siempre te van a encasillar, pero eso no tiene que modificar tus deseos”, dice. “Todo es un esfuerzo; trabajar el espíritu también, porque uno nunca termina de aprender”.w