El dolor de Ariana Grande
Tras el atentado de Manchester, se animó a un emotivo texto. Y anunció un recital benéfico en esa ciudad.
corazón, oraciones y condolencias más profundas estás con las víctimas del ataque de Manchester y sus seres queridos. No hay nada que yo o cualquiera pueda hacer para quitar el dolor que están sintiendo o para hacer esto más llevadero. Sin embargo, extiendo mi mano y el corazón”. Con estas palabras Ariana Grande comenzó su carta publicada en Twitter, red en la que tiene 46 millones de seguidores.
La estadounidense nacida en Florida cantaba el lunes en Manchester un atentado tiñó la presentación de tragedia. Hubo 22 muertos y decenas de heridos, la mayoría menores de edad. “Lo único que podemos hacer ahora es elegir cómo dejamos que esto nos afecte y cómo viviremos nuestras vidas de ahora en adelante. He estado pensando en mis fans, y en todos ustedes, sin parar durante toda la semana. La forma en que han manejado todo esto ha sido inspirador y me enorgullece más que nunca”, soltó. “La compasión, la bondad, el amor, la fuerza y la unidad que ustedes han mostrado en la semana es exactamente lo contrario de las intenciones atroces que se deben tomar para lograr algo tan malo como lo que sucedió el lunes”.
“Lo siento por el dolor y el miedo que deben estar sintiendo y por el trauma que, también, deben estar ex“mi perimentando. Nunca seremos capaces de entender por qué este tipo de eventos ocurren, ya que no está en nuestra naturaleza, pero lo que no debemos es retroceder. No vamos a dejar de actuar por el miedo. No vamos a dejar que esto nos divida. No vamos a dejar que gane el odio”, agregó la intérprete que estará en Argentina el 5 de junio, en el Directv Arena.
En cuanto la cantante pop anunció ayer que volverá a actuar en Manchester, en un concierto benéfico en homenaje a las víctimas, el debate tomó forma en las redes. ¿Es necesario? ¿No habrá que esperar a que ciecuando rre la herida? Ayer, la agencia Ansa informó que “la masacre fue preparada meticulosamente, con las marcas de una verdadera organización y una incubación durante un año en la mente de Salman Abedi, joven de 22 años, hijo de refugiados libios”. La investigación sigue su curso.