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Dime qué sagas lees y te diré qué serie verás

Un vínculo intenso une a ficciones que arrasan en la televisión con la literatura. Y el modelo exitoso se replica.

- Daniela Pasik Especial para Clarín

“El destino es todo”, repite una y otra vez. Es sajón, pero fue criado por un vikingo que se lo llevó como esclavo y lo terminó incorporan­do a su familia. Un padre, el noble, le había dado una piedra que representa su origen, el castillo de Bamburgh en el condado de Northumbri­a. El danés le regaló un colgante con el martillo de Thor. Ahora ambos están muertos y él tiene los dos objetos como amuleto, uno incrustado en su espada y el otro colgado del cuello. De nacimiento es Uhtred, hijo de Uhtred, y por adopción es Uhtred Ragnarsson, hijo de Ragnar.

Desde todas sus filiacione­s, que lo hacen vivir en pugna con su identidad, busca venganza. Uhtred es vikingo para los sajones y sajón para los vikingos. Y siempre, a la par de todas sus aventuras y desventura­s, se encuentra obligado a elegir si someterse a un solo dios o vivir libre del peso de la religión. Pero lo que en realidad quiere es matar a Kjartan, el asesino de su padre vikingo, y recuperar su condado, que le arrebató su tío.

Al súper éxito de Game of Thrones, que el domingo 16 pasado estrenó su séptima temporada por HBO, Netflix intentó competirle con The Last Kingdom, serie que coproduce con la BBC desde su segunda temporada, disponible desde fines de mayo. No le va mal. Son muy distintas, pero tienen varias coincidenc­ias. Ambas son épicas, medievales, con reinos en pugna, luchas, intrigas palaciegas y traiciones. En una, como plus, hay dragones. Pero la otra tiene vikingos y cierto anclaje histórico real.

El mayor punto en común de Game of Thrones y The Last Kingdom es que están basadas en sagas de libros. El puntapié inicial lo dio Harry Potter, de J. K. Rowling. Fueron siete novelas, recienteme­nte se cumplieron 20 años de la publicació­n de la primera, y ocho películas. El combo fue todo un acontecimi­ento que marcó un antes y un después en este tipo de comunión, que retroalime­nta el éxito editorial con el estreno en pantalla.

Como formato, la serie parece ser el paso siguiente para consolidar el vínculo.

En la Argentina, se podría sumar a la tendencia La fragilidad de los cuerpos, que estrenó el 7 de junio por El Trece y termina el miércoles 26. Son ocho capítulos basados en el policial homónimo (Tusquets, 2012) de Sergio Olguín. Es el principio de la saga protagoniz­ada por la periodista Verónica Rosenthal, que en pantalla es Eva De Dominici. Las extranjera­s y No hay amores felices (Suma de letras, 2014 y 2016) son los otros dos libros publicados por el momento y el autor dice que su plan original era “hacer doce, como las de Wallander”. Se refiere a los policiales negros del sueco Henning Mankell, que tuvieron cuatro temporadas televisiva­s producidas por la cadena británica BBC One.

En fin que si i a Verónica Rosenthal le va bien en pantalla, no sólo podría haber una segunda y tercera temporada, sino más. “No creo que los personajes o lo que ocurra en la versión televisiva influya en lo que vaya a pasar en las próximas novelas. Cuando escribo tengo una figura difusa de los personajes y eso hace que los actores que los interpreta­n no sean tan importante­s al seguir pensando las historias”, dice Olguín.

En el principio, Game of Thrones

fue la saga Canción de hielo y fuego

(Plaza & Janes), del estadounid­ense George R. R. Martin, y el producto televisivo le ganó a la literatura. El primer libro salió en 1996 y el quinto en 2011, cuando se estrenó la serie, que ya desde el año pasado se adelantó a las publicacio­nes. La sexta temporada, de hecho, no tiene novela que le haga espejo y la séptima, de siete capítulos en vez los diez habituales, tampoco. El autor prometió, pero aún no cumplió, escribir Vientos de invierno y Sueño de primavera para cerrar el ciclo. La octava y última entrega por HBO, que va a verse durante 2018, es de seis episodios, pero de más de 80 minutos cada uno, como mini películas.

The Last Kingdom viene de The Saxon Stories (en castellano, Sajones, vikingos y normandos, de Edhasa), una saga de diez libros publicados entre 2004 y 2016 del experto en historias de largo aliento Bernard Cornwell, que participa en la serie como asesor de guión. Es uno de los escritores más exitosos en el género histórico de aventuras, autor también de las no-

velas protagoniz­adas por Richard Sharpe, que tuvieron adaptacion­es para televisión de la BBC en la década del 90, protagoniz­adas por Sean Bean, actor que casualment­e acá muchos conocieron como a Ned Stark en la primera temporada de Game of Thrones.

Jon Snow, de Game of Thrones, supuesto hijo ilegítimo de Ned Stark, Señor de Invernalia y Guardián del Norte, está marcado por su origen, igual que Uhtred de Bebbanburg, de The Last Kingdom. El héroe de George R. R. Martin podría ser la contracara taciturna, enamoradiz­a y melancólic­a del protagonis­ta de Bernard Cornwell, festivo, mujeriego y determinad­o a ganar siempre. “No mercy” (sin piedad), grita el ejército sajón conducido por el guerrero pagano, que a su pesar se convierte en una suerte de campeón de los reinos cristianos de Inglaterra en el siglo IX.

Uhtred, de pelo largo y músculos al viento, en la serie es interpreta­do por Alexander Dreymon, que en 2014 había tenido un papel como el vecino de la casa de brujas aprendices de la tercera temporada de American Horror Story, Coven, y ahora perfila para gran estrella. En las novelas, el personaje está basado en parte en Uhtred el audaz, conde en Northumbri­a entre los años 1006 y 1016, y antepasado Bernard Cornwell, autor de la saga.

The Last Kingdom comienza en el año 872, cuando siete reinos ocupan el territorio que hoy se conoce como Inglaterra. Oscura y mundana, la historia de Uhtred es bestialmen­te realista. Las batallas no son megaproduc­ciones repletas de efectos especiales, es el siglo IX, y hay soldados sajones aterrados detrás de un muro de escudos avasallado por vikingos desaforado­s, un rey con fobias y problemas gastrointe­stinales, un heredero al trono desplazado por borracho, palacios precarios, fanatismos religiosos varios y dos pueblos, dos culturas, dos formas de entender la vida que chocan y luchan.

En la primera temporada, de 2015, hubo grandes invitados, como Rutger Hauer (entre otros papeles épicos fue el androide Roy Batty en la película Blade Runner) y Matthew Macfadyen (el Mr. Darcy del Orgullo y prejuicio de 2005). Después del éxito de su estreno, y con Netflix a bordo, la segunda temporada no defraudó al público. Aunque todavía no hay noticias confirmada­s, se espera una posible tercera entrega. Porque la comunión entre sagas literarias y series es sólida.

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 ??  ?? La fragilidad de los cuerpos. Con esta novela se hizo la primera temporada. Hay dos libros más y podría seguir.
La fragilidad de los cuerpos. Con esta novela se hizo la primera temporada. Hay dos libros más y podría seguir.
 ??  ?? La fragilidad de los cuerpos. Una producción argentina basada en la novela de Sergio Olguín.
La fragilidad de los cuerpos. Una producción argentina basada en la novela de Sergio Olguín.
 ??  ?? Asesinos sin rostro. El primer libro en que apareció el detective Wallander.
Asesinos sin rostro. El primer libro en que apareció el detective Wallander.
 ??  ?? Sajones, Vikingos y Normandos. Así fue el comienzo de “El último reino”.
Sajones, Vikingos y Normandos. Así fue el comienzo de “El último reino”.
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 ??  ?? The Last Kingdom. La apuesta de Netflix para competir con (o aprovechar) el éxito de Game of Thrones.
The Last Kingdom. La apuesta de Netflix para competir con (o aprovechar) el éxito de Game of Thrones.
 ??  ?? Wallander. La serie, que tuvo cuatro temporadas, toma al personaje de muchos libros del sueco Henning Mankell.
Wallander. La serie, que tuvo cuatro temporadas, toma al personaje de muchos libros del sueco Henning Mankell.

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