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El boom del teatro erótico /

Tomadas como comedias o tragedias, cada vez más obras encuentran eje en la temática sexual. Los directores explican por qué aún hoy los tabúes siguen resultando redituable­s.

- Sandra Commisso scommisso@clarin.com

Sexo. Está por todas partes: sutil, explícito, solapado o bizarro, no deja de ser foco de atención y el teatro también lo tiene como tema central. Desde obras comerciale­s como Los vecinos de arriba o El otro lado de la cama, hasta el off e incluso en la nueva propuesta de Microteatr­o.

”La sexualidad está en muchas obras, clásicas y contemporá­neas. Es un tema delicado porque tiene que ver con la intimidad de las personas. Como todo tema tabú (porque lo es) siempre va a quedar algo sin mostrar o sin decir”, dice Javier Daulte, director de Los vecinos de arriba. “Si todo está dicho y/o mostrado se convierte en pornográfi­co y en ese caso estamos hablando de otra cosa”. Porque, claro, no es lo mismo ver una escena erótica en una película que en un escenario, en vivo. “El riesgo es que genere rechazo en el espectador y que no pueda disfrutar de la historia”, cuenta. “En Los vecinos...lo abordamos desde el humor. Pero cualquiera sea el enfoque elegido, siempre es importante detectar la historia de amor que se cuenta. Acá, la sexualidad está al servicio de contar el fin de un matrimonio. Es una comedia pero contamos una historia muy triste”. Silvina Connor, directora de Juego

de tres, coincide en que la incomodida­d del espectador es el gran riesgo. “No sé si es un tabú porque hay mucha gente que ya lo transita con mucha naturalida­d, pero sí creo que aún no es un tema que esté muy bien recibido en algunos sectores, y por eso es muy interesant­e, como artistas, atreverse a tocarlo”, dice.

La disyuntiva de contar algo tan íntimo en un espacio tan expuesto es el desafío de los directores. “Siempre tuve presente que deseaba hacer una comedia hot, en donde la gente pudiera disfrutar de lo que le pasaba a estos personajes, que las actuacione­s fueran orgánicas para que no hubiera nada forzado sobre el escenario”, dice Connor. “Para evitar incomodida­d, a las escenas más subidas de tono decidí bajarle la luz y que cada espectador imaginara lo que quisiera”.

La falta de comunicaci­ón en una pareja, como sucede en Juego de tres, es el punto de partida para hablar de sexualidad. Connor aclara: “Me interesa contar que el sexo es un tema que debería tratarse con libertad desde cualquier punto de vista”.

Si hablamos de tabú, la polémica figura del Marqués de Sade no puede faltar. Sádica, escrita y dirigida por Nico Pérez Costa se mete con eso. “Sade habla de la libertad poniendo como anécdota el sexo. Creo que cuando nos dejamos influencia­r por sistemas y nos avergüenza­n nuestros gustos o identidade­s sexuales, nos estamos dejando oprimir desde el lugar más brutal. Abordo el sexo como una búsqueda de la libertad”, cuenta.

Una obra que hable explícita y directamen­te de sexualidad y erotismo enfrente al espectador con su propia intimidad. “Atrevernos a ver que se hable de eso es atrevernos a exponer aquellas partes nuestras que nos han enseñado que deben estar guardadas. Al verlo, por más que uno no diga nada, presta acuerdo. El riesgo es gustar o no gustar, no hay mucho más”.

El sexo también es el eje de todas las obras de Microteatr­o de este mes. La actriz Melania Lenoir se anima como directora con Mi querida hermana menor. “La sexualidad nos interpela en la vida de la misma manera que se interpela en el teatro”, dice. “Es difícil abordar sin que se ponga burdo. La obra que dirijo es una comedia donde el conflicto está entre una hermana que no le tiene asco a nada y la otra, con muchos tabúes. Decidí llevarlo a una estética que muestren estos límites”.

Otro actor que dirige en este formato es Omar Calicchio, El nombre del

error. “El sexo, por una cosa o por otra, siempre atrae. Y siempre, por la diversidad de propuestas que dispara el tema, es que se puede abordar por el humor, la crítica, lo oscuro, lo explícito, lo ingenuo, los prejuicios. Los riesgos son siempre en caer en lo obvio”, aclara. “En mi obra, el sexo tiene que ver con la locura, la desesperac­ión, el abandono, el autocastig­o. Y la trama se va desarrolla­ndo, con el planteo de una historia en la que sus personajes sufren una modificaci­ón abrupta”.

Nombre habitual del cine, el director Gabriel Nesci es otro de los que dirige una obra con el eje en la sexualidad y el erotismo, Al fin solos en el marco de Microteatr­o. “Creo que hoy estamos ante una moda. Es cierto que todavía una parte de nuestra sociedad sigue siendo algo pacata, y podría tener ciertos reparos. Lo importante es que eso nos lleve a exigirnos abordajes cada vez más inteligent­es y originales”, dice. “Por un lado hay riesgos netamente estéticos que tienen que ver con la línea sutil que divide la posibilida­d de seducir al espectador e incomodarl­o. Los límites son siempre subjetivos. Creo que el foco nunca puede estar en cuidar las susceptibi­lidades individual­es, sino al contrario, en interpelar, provocar”. En su obra, también apela a la comedia. “Vemos a una ex pareja que tiene 15 minutos de revancha para explorar los asuntos que no supieron tratar cuando estaban juntos. Y si bien el acto sexual está fuera de campo, sobrevuela todo el tiempo”.

Para Sebastián Mogordoy, director de El mejor lugar del mundo, el sexo no es (no debería ser) tabú. “El tema se tocó en muchísimas obras, tal vez en la mayoría no se muestra “literal”, porque dejaría de ser ficción”, opina. “Generalmen­te los cuerpos de los actores son sexuados, cargados de erotismo, por eso quieren ser tocados, están habitados por el deseo. El teatro basa sus fuerzas en el deseo, en los cuerpos cargados de un estado y muchas veces esas fuerzas parten de deseos sexuales, Muchísimos personajes tienen deseos sexuales reprimidos en las obras clásicas”. ¿El teatro comercial aprovecha el tabú o lo elude? “El sexo vende porque es tabú, eso es parte del negocio”, dice. “En la obra, el riesgo que tratamos de manejar era no volvernos obvios, ni literales. El teatro busca imágenes poéticas y el tema sexo te expone a cierta cosa literal. Y no quería que los personajes “hablen” de sexo por que para mí el teatro es acción. Entonces quería que “pase” y ahí me encontraba con el riesgo de lo obsceno. Lo que buscamos es que caliente, que dé risa y también que haga reflexiona­r”.w

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MARCELO CARROLL
 ??  ?? 1. “El mejor lugar del mundo”, una de las obras de Microteatr­o. Personajes en constante tensión sexual. 2. “Juego de tres”, humor para abordar un tema que puede incomodar a algunos espectador­es. 3.”Al fin solos”, la revancha de una ex pareja. 4. “Los vecinos de arriba”, Diego Peretti, Muriel Santa Ana, Julieta Vallina y Rafa Ferro. 5.”Sádica”, sexo en versión musical. 4
1. “El mejor lugar del mundo”, una de las obras de Microteatr­o. Personajes en constante tensión sexual. 2. “Juego de tres”, humor para abordar un tema que puede incomodar a algunos espectador­es. 3.”Al fin solos”, la revancha de una ex pareja. 4. “Los vecinos de arriba”, Diego Peretti, Muriel Santa Ana, Julieta Vallina y Rafa Ferro. 5.”Sádica”, sexo en versión musical. 4
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