Camila Cabello El gran sueño americano
A los 6 años dejó su Cuba natal y se mudó a Miami. Hoy conquista los ránkings con su hit “Havana”, y vendrá en marzo a presentarse en el Lollapalooza.
Tiene una forma de saludar que sorprende, especialmente en los Estados Unidos, donde si no te conocen a lo sumo te estiran la mano para un apretón formal. Ella no te da la mano, no te da un beso; se para y te abraza. Así de cálida es Camila Cabello. Lo intuyen sus fans, que la han llevado al tope de los charts y la aman sin remedio.
“Tu sonrisa me hace feliz” le escriben las chicas en Twitter, mientras ella les pide disculpas por postear demasiadas fotos con el vestido rojo de Vivienne Westwood que estrenó en los Grammy, y con el que entró a la lista de las mejores vestidas.
Nacida hace 20 años en Cojimar, un pueblo pesquero al Este de La Habana, la ciudad a la que volvió a poner en el mapa con una canción que colocó en enero al tope de los charts, Camila vive un momento espectacular. Su disco solista, Camila, se posicionó primero en el ranking 200 de Billboard, y su canción Havana encabezó el Hot 100, algo que sólo había ocurrido en la última década con Adele y Beyoncé.
Su frescura se reproduce en todos lados. Pasa de salir en la tapa de la Rolling Stone a presentar a U2 en los Grammy; de ser entrevistada por Ellen Degeneres, a tener de amiga a Taylor Swift; de cantar una (bella) versión acústica de Havana con el comediante Jimmy Fallon y la banda de su show nocturno The Roots a posar junto a John Legend y Jennifer Hudson en la fiesta del magnate de la música Clive Davis, el descubridor de Whitney Houston.
“Siento por momentos que tengo que pellizcarme para comprobar que estoy despierta”, intenta explicar Camila. Es de hacer gestos; hay uno que dice que le enseñó su amiga argentina, a la que invitó para su show cuando actúe en marzo en Buenos Aires, en el Festival Lollapalooza. “Ojo” dice, y pone el dedo índice muy graciosamente debajo de uno de sus ojos para mostrar como es el gesto que nos atribuye.
Tendrá oportunidad de aprender otros modismos esta vez, y con suerte hasta de conocer un poco de la ciudad por la que pasó velozmen- te la primera vez que visitó el país, en junio de 2016, con sus compañeras del grupo pop Fifth Harmony, del que se alejó sin dar explicaciones del caso en diciembre de 2016 para lanzarse como solista.
“Estuve un solo día en Buenos Aires, y justo fue cuando la Argentina perdió con Chile un campeonato muy importante (la Copa América Centenario). Me acuerdo haber llegado al hotel después del concierto y encontrar a mi papá hablando sobre el tema. Había gente con cara de tristeza. Fue raro”.
Para esta entrevista, los publicistas han estipulado que no se le puede preguntar sobre su ex grupo, del que no habla por respeto a sus fans. Porque cree que son los mismos, los suyos y los de las chicas, y no los quiere molestar. En una nota para el diario The New York Times confesó que le había dolido cuando vio a sus ex compañeras el año pasado, en los Video Music Awards de MTV, tirando del escenario a una quinta chica, una forma poco sutil de mencionar que se habían quedado enojadas con su alejamiento.
Camila trata de vivir a full esta nueva etapa y por eso se la ve muy enfocada en lo suyo, en navegar esta ola de fama con mucho aplomo y una energía positiva contagiosa, muy latina. Vive en Miami desde los 6 años, pero con una madre cubana y un padre mexicano es el español el idioma que habla en casa, y por eso no lo pierde. En la entrevista lo mecha con el inglés. Fanática de Netflix, dice que acaba de ver un documental de Residente y nos lo recomienda.
-¿Qué música escuchás?
-Mucha música latina. Mucho Alejandro Sanz. Los mexicanos Camila, Maná... Me encantan Calle 13 y Pablo Alborán. También me gustan Ed Sheeran, Michael Jackson, Prince, los Bee Gees...
-¿Cómo fue llegar a Miami sin hablar inglés?
-Fue duro, al principio no entendía nada. Había vivido mis primeros 6 años entre México y Cuba. Pero aprendí el idioma rápido mirando cartoons. Cuando sos chico sos como una esponja. No teníamos cable; sólo dos canales y los miraba todo el tiempo.
-¿Cuándo te diste cuenta de que querías dedicarte a cantar?
-He cantado desde que me acuerdo, fue mi forma de comunicarme con la gente cuando llegué a los Estados Unidos, hablando de música con amigos. Pero no empecé a cantar profesionalmente hasta los 15, cuando me presenté en el concurso The X Factor (no lo ganó, pero la hicieron integrante de un grupo al que bautizaron Fifth Harmony, con el que grabó dos discos y realizó seis tours).
-Hiciste el casting del reality y en el jurado estaban Britney Spears y Demi Lovato. ¿Cuál es tu recuerdo más fuerte de ese momento?
-Fue todo muy loco. Me temblaban las piernas y pensaba que me iba a desmayar, pero por suerte no me pasó. El primer día me pusieron como alternativa y me hicieron volver. No estaba garantizado que pudiera cantar, pero vieron que me quedaba desde la mañana hasta que cerraban el lugar y me dejaron hacer la prueba. Demi me apoya desde entonces, el otro día me mandó decir que le había cantado mi tema Never Be the Same. Es super dulce. Imaginate, ella era alguien a quien yo miraba con respeto, como un modelo a seguir. Me influenció mucho cuando era chica, escuchaba su música todo el tiempo.
-Después de haberte hecho popular con el grupo, quisiste hacer algo distinto como solista. ¿Qué tipo de álbum tenías en mente?
-Quería hacer algo que me reflejara a mi y no necesariamente lo que la gente quería que yo fuera.
-La cosa más fácil hubiera sido aparecer con una canción pop hecha para radio y bailar y hacer un video sexy.
-Eso es lo que algunos esperaban y querían de mí. Pero yo dije que quería hacer algo con mas profundidad, que tuviera más que ver con quién soy.
-Decís que te ves viviendo en el futuro en Madrid. ¿Cómo es eso?
-Me veo a mí misma con un novio latino, y me gustaría mudarme a Madrid o a algún otro lugar donde se hable español. Me gustan las costumbres, la gente, y siento que de alguna manera puedo hacerlo, porque en Miami todo el mundo habla español. Por eso no me he mudado. Me hace feliz seguir viviendo cerca de donde fui al colegio, cerca de mi cultura.
-¿Que tal te sienta el éxito?
-Es increíble tener la oportunidad de hacer música y es una bendición que haya tanta gente interesada en escucharla y en lo que tenés para decir. Amo a mis fans.
Llegar a Miami fue duro, al principio no entendía nada. Pero aprendí el idioma mirando cartoons. Cuando sos chico sos como una esponja. No teníamos cable; sólo dos canales y los miraba todo el tiempo”.