De la brasa al trabajo: cómo hacerse un kit
Hacer un asado no sólo es cuestión de tener una parrilla y tirarle unas carnes encima. También se necesitan ciertos accesorios que un fanático de la noble tarea no concibe prescindir. Como se trata de espacios reducidos, hay braseros pequeños que van de los 300 a los 1.500 pesos. Quien se precie de ser parrillero no admite improvisación, y seguramente posea el clásico set de pala, pinza, chaira, pinche, cepillo para limpiar la parrilla y atizador. Depende del material de las piezas, pueden conseguirse desde aproximadamente 300 pesos. Las tablas para cortar y/o servir tan ansiado menú (cuyos modelos ya son numerosos e incluyen, incluso, agarraderas) se ubican en un rango de precios que va de los 250 a los 700 pesos, según tamaño y calidad.
En el caso de un tenedor y cuchillo para el asador, los números rondan entre 300 y 2.000 pesos, en una variada oferta de marcas y características. El mercado es tan amplio que muchas firmas hasta ofrecen grabar el nombre o el escudo del equipo de fútbol del anfitrión. Los eventuales cocineros pueden inclinarse también por un delantal exclusivo para la ocasión, con frases alusivas: “Un aplauso para el asador” encabeza el ranking de estampas y cuesta entre 300 y 500 pesos, según la marca.
Pero en lo que a delantales se refiere, también existe un modelo que casi podría bautizarse como “de competición”: emprendedores atentos y creativos diseñaron uno con bolsillos verticales, del tamaño justo de los utensilios de cocina al frente, para que todo quede “a mano”. ¿Qué más queremos?