Nace una estrella en un nuevo musical telúrico
El jueves estrena “La encantadora David”, de Gonzalo Quintana, donde encarna a una figura del cine Clase B.
Década del ‘50, una isla en medio del Delta, música folclórica, estrellas de cine en decadencia van a filmar una nueva película. En ese contexto se desarrolla La encantadora David, la obra musical que se estrena el jueves 15 en La Carpintería. Pero ¿quién es la encantadora David? Su protagonista, Belén Ucar, describe a su personaje como una mujer que quiere cumplir sus sueños a to- da costa y se encuentra con cientos de obstáculos. Una historia parecida a la suya.
Ucar, de 29 años, ya lleva diez en el género musical. Formada como bailarina desde los 4 años con Julio Bocca, a eso le sumó el patinaje artístico y los estudios de actuación con Julio Chávez. A ese gran despliegue de lo físico Belén también le aporta sus dotes vocales: desde hace seis años hace doblajes para Disney y también publicidades radiales.
“Todo ese bagaje está disponible para componer cualquier personaje, no importa si baila o si canta o no lo hace. De cualquier modo es algo que está ahí y suma”, dice. “Lo fundamental, sobre todo en un musical, es ser un buen intérprete. Y transmitir”.
Feliz con este personaje que está encarnando ahora, rebosante de estética kitsch y refe- rencias al “cine de monstruos” clase B de los ‘50 y ‘60, Ucar no se queda quieta. “Para que no te encasillen creo que uno tiene que formarse constantemente, no quedarse con lo que te va cómodo y estar preparado para lo que venga”, asegura. “El objetivo, siempre, es que el espectador se sienta tocado, modificado después de la función porque uno entrega todo en el escenario”.
El musical “telúrico” (con cuatro músicos en vivo: piano, guitarra, bandoneón y cajón) rompe un poco la tradición clásica del género y propone el choque de mundos antagónicos. “Además, pone en escena la problemática de la mujer objeto, la manipulación, las miserias humanas y los mandatos familiares y sociales, todo conviviendo de modo bastante bizarro”, cuenta la actriz.
Para completar ese imaginario, la obra, escrita y dirigida por Gonzalo Quintana -fue finalista de la Bienal de Arte Joven-, tiene proyecciones audiovisuales como un recurso extra para la fantasía.w