“El azúcar se puede reemplazar por pulpa de fruta”
Siempre recomiendo reemplazar ingredientes para mejorar la calidad nutricional, pero nunca estigmatizar alimentos. Hay que entender que algunas personas necesitan alimentos que otras no. Por ejemplo, reemplazar harina blanca por integral, ¡está buenísimo! Aporta más fibra y se come el grano entero, que contiene los micronutrientes. Por eso siempre depende del objetivo y la necesidad de cada persona.
•Para reemplazar el azúcar, un recurso puede ser usar pulpa de frutas. Por ejemplo: una banana bien madura. También se puede utilizar otro tipo de azúcares, como la de coco o mascabo, que contienen menor índice glucémico, o bien usar endulzantes en reemplazo del azúcar como la stevia o sucralosa. •Un tip para suplantar la manteca o crema es utilizar quesos untables descremados o aceites vegetales. De esta manera no usamos grasas saturadas e incorporamos otro tipo de grasas que son mejores. Hay que tener cuidado y no abusar de los ingredientes. Por ejemplo, el aceite de coco, que últimamente se cree que es súper saludable, contiene 88% de grasas saturadas y por ende el valor lipídico es similar a la manteca, aunque ésta contiene además colesterol. Yo recomiendo el aceite de oliva o el aceite de girasol alto oleico que tiene grasas monoinsaturadas, que son las saludables. •La mantequilla de maní le aporta untuosidad a la preparación. •Usar palta para reemplazar a la manteca, le aporta cremosidad.
Más allá de cambiar y reemplazar ingredientes, tenemos que aprender a tener una relación saludable con la comida. En este sentido, es importante destacar que si hago un postre con harina integral o con avena, con miel y mascabo, y uso productos naturales pero me excedo en la porción, no sirve de nada.