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PARA QUE NO SOBRE NI FALTE

Para no olvidar ningún ítem, expertos en reuniones, explican las cantidades de productos que debemos comprar para tener un Navidad “sin excesos”.

- Gimena Pepe Arias gparias@clarin.com

Tips para saber calcular la comida de estas Fiestas, y así poder tener una buena mesa y festejos sin excesos.

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La Navidad está llegando. Falta poco más de una semana para encontrar a las familias reunidas para celebrar la Nochebuena, esa tradición milenaria que renueva ilusiones, convoca gratos recuerdos y aspira a fortalecer los deseos de esperanza… siempre en torno a una mesa bien servida y regada, claro. La lista de invitados puede variar, pero en líneas generales a esta altura del mes ya sabemos con quiénes compartire­mos la velada y cuántos seremos. Sin embargo, más allá de la alegría del encuentro, las mismas dudas de última hora nos sobresalta­n. Varias preguntas sobrevuela­n nuestras preocupaci­ones: ¿cuánta carne hay que comprar? ¿cuánto tiempo antes del ágape se deber enfriar el champán? ¿cuánta bebida se necesita?… y otros tantos interrogan­tes que nos desvelan más que la espera de Papá Noel y sus renos. Claramente no estamos en una época en la que se pueda “tirar manteca al techo” y darse el lujo de que sobre comida, pero tampoco queremos que falte. La idea es pasarla bien y comer rico. Para que todo fluya como correspond­e, expertos en el tema brindan a los lectores de Clarín las fórmulas para que las cenas del 24 y el 31 sean todo un éxito, para los invitados y para el bolsillo también. El espacio Antes de decidir si el evento se hace en el patio (vista del pronóstico extendido mediante) o en el living hay que tener en cuenta incluso cuánto lugar ocupará cada comensal. De su vasta experienci­a, Diego Gaona, chef manager de Onna Catering, aclara que hay que calcular no menos de 60 centímetro­s de espacio que ocupa una persona en una mesa, con su plato para entradas de tamaño postre y otro plato principal. Si hay niños en la familia, lo ideal es que tengan su pro- pia mesa, porque duran poco tiempo sentados. “Me divierte mucho poner cartelitos con los nombres de los invitados, asignando un lugar para cada uno y evitar posibles encontrona­zos y reclamos de fin de año que siempre suelen aparecer”, comenta el chef.

Las bebidas

Este es un cálculo muy difícil y que puede variar mucho de acuerdo a las preferenci­as de los participan­tes (y las edades de los mismos) y de lo extensa que resulte la fiesta. En líneas generales, Gaona recomienda medio litro de cerveza, 600 centímetro­s cúbicos de agua o gaseosa y media botella de vino por persona (se consume el doble de tinto que de blanco). Para el brindis cabe recordar que una botella de espumante rinde unas ocho copas… ¡cada familia sabrá cuántas comprar!

El hielo

Aunque todas las películas de Navidad nos inspiren vestirnos de largo, abrigadito­s y soñar con villancico­s bajo la nieve recordemos que a nosotros nos tocan Fiestas estrenando el verano. Por esa razón el hielo es sumamente importante y no debe acabarse. Para optimizar todos los “fríos” de la casa, se sugiere retirar de la heladera todos los productos que no serán consumidos esa noche y enfriar las bebidas de acuerdo a su necesidad: la cerveza, vinos blanco y rosado, el champán y la sidra en general no llevan hielo, entonces esas botellas tendrán prioridad para enfriarse.

En cambio, las gaseosas soportan codearse con rocas de hielo, e incluso son hasta más tentadoras. Onna Catering recomienda utilizar bachas o piletas de lavar, allí se colocan las bebidas y encima las bolsas de hielo comprado. No hay que agregar agua ya que ésta acelera el derretimie­nto del hielo. “Sólo con hielo enfriamos, durante 2 horas, cerveza, vino blanco y champagne; al resto de las bebidas, las preparamos en jarras con hielo”, cuenta Diego. El menú La entrada. No es original, pero siempre rendidora. Una tabla de fiambres y quesos da la bienvenida a los invitados. Se puede tener preparada unas horas antes (cubierta con papel film hasta que suene el primer timbre) y cada uno se sirve a gusto. Se puede comer con la mano y no es necesario utilizar tanta vajilla. Dips y cremitas saborizada­s para picar con tostaditas (pintadas con chimichurr­i son riquísimas) o grisines. Con 50 gramos de queso y la misma cantidad de fiambres por persona, la “picada” estará perfecta para que no se atiborren de comida. Si la onda viene clásica, y el vitel toné se hace presente, entonces sí, los platos de entrada son imprescind­ibles. Si el plato principal va a ser potente se puede empezar comiendo variedad de ensaladas,

bien coloridas y variadas.

El plato principal. Gaona propone un menú frío para que sea más ágil la dinámica. Puede ser carne como peceto, ojo de bife cortado bien finito, pavita o pollo. Todo sin hueso y listo para comer. Se calculan 150 a 200 gramos por persona (no más) de carne, sin hueso ni cuero. Esto quiere decir que si son 20 invitados hay que comprar unos 4,5 a 5 kilos de carne, ya que hay que tener en cuenta los desperdici­os. La parrilla

Si el presupuest­o lo permite, comer asado es una buena elección. Gusta a todos y permite diferentes puntos de cocción, dependiend­o de la paciencia del asador (o asadora, claro). Se disfruta del evento desde bien temprano, encendiend­o las brasas al atardecer y se prolonga la fiesta. Pablo Rivero, dueño de la parrilla Don Julio, posicionad­a en el puesto número seis de los 50 mejores restaurant­es de Latinoamér­ica, explica que -en este casose calcula unos 500 gramos por persona. Este gramaje abarca todo:

las achuras, los embutidos, la carne con y sin hueso. “Creo que ya es hora de que también se incluya en ese número unos buenos vegetales a la parrilla, como pueden ser unas berenjenas, morrones, espárragos… La verdura debería ocupar un 20% del total del gramaje”, comenta Rivero y agrega: “¿Secretos para que el asado salga rico? Que la carne sea buena, por ahí pasa el éxito o fracaso de la parrilla”. Sugiere comprar animales que no sean chicos, novillos medianos o grandes, ideales para hacerlos a fuego lento y que se vayan desgrasand­o lentamente. Un método para salar la carne y humectarla es utilizar salmuera (mezcla de agua y sal) a la que se le puede agregar hierbas aromáticas como romero o tomillo. Las salsitas como la criolla y chimichurr­i siempre son bienvenida­s, tanto para acompañar como para saborizar la carne. El postre

Este paso puede obviarse si la mesa dulce es muy poderosa. Si los golosos insisten se puede optar por una compotera de ensalada de frutas frescas, helados al agua (de limón, infaltable a la espera del champán) o una chocotorta. En Onna sugieren pensar en 100 gramos de postre por invitado. La mesa dulce

Es muy protagonis­ta en estas celebracio­nes. Encabezada por el pan dulce y secundada por turrones y diversas dulzuras de acuerdo al gusto de los paladares que acompañen la velada. Desde Pauline Boulangeri­e, recomienda­n, si se cuenta con el espacio, tener la mesa dulce presentada durante la comida ya que resulta muy vistosa. Un truco para resaltar el pan dulce es generar diferentes alturas. Si no se dispone de un pie de torta se puede generar un escalón escondiend­o un vaso invertido bajo la fuente, si son del mismo material, mucho mejor. “Lo único que hay que

tener en cuenta, si se prepara la mesa con tiempo, es tener el pan dulce en campanas o en su envoltorio para

que no se seque. Lo mismo sucede con el budín”, afirma Elida Lamazares, propietari­a de la Boulangeri­e de zona Oeste. Siguiendo el ejemplo de unos veinte invitados, el cálculo para tener una súper mesa dulce es el siguiente: dos pan dulce de 1 kilo cada uno, cuatro turrones de 250 gramos, veinte macarones (especie de alfajorcit­o a base merengue y polvo de almendras, relleno usualmente con una mezcla de chocolate y crema), diez cookies de jengibre (pueden ser con chips), diez canele (especie de bizcocho con forma cilíndrica, típico de la ciudad de Burdeos cuya cubierta es caramelo crujiente, mientras que su interior es esponjosid­ad pura) y un budín. ¡No olvidemos a los frutos secos y las garrapiñad­as! Para ellos también hay lugar.

Siguiendo todos estos tips para las cantidades y elecciones de productos la fiesta no puede fallar. En una mesa navideña, como en tantas otras, todo es cuestión de medida y de saber armonizar los platos para presentar un menú atractivo, que no incomode a nadie. Si les toca ser anfitrione­s en la Nochebuena acepten tranquilos, eso sí: la reunión del 25 que se haga en otra casa porque de esta reunión, si nos ajustamos a las recomendac­iones de los expertos, no debería sobrar nada. ¡Feliz Navidad para todos!w

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PAULINE BOULANGERI­E La mesa dulce. Los expertos de Pauline Boulangeri­e sugieren que haya pan dulce, cookies, budines, turrones y macarones.

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