Cómo sacarle jugo a la sandía
Es fresca, jugosa y tentadora. De gran versatilidad, hay opciones para platos dulces y salados.
Cada estación tiene sus placeres… pero en verano solemos darnos más gustos y les damos la bienvenida a “los permitidos”. Consumir futas y verduras de temporada es lo que cocineros, nutricionistas y ecónomas recomiendan. El por qué es simple: están a buen precio y en su mejor momento de sabor. Vamos a referirnos hoy a un clásico veraniego de todos los tiempos, una fruta que se la extraña en invierno y se la venera cuando estalla el verano. La sandía es tan versátil que sirve para jugos, cócteles y postres… pero también queda genial en ensaladas.
Su venta florece en los días de calor y se la encuentra en las verdulerías de barrio, locales boutiques, los súper y también en puestos precarios al costado de las rutas y caminos. Con una banquina improvisada que con ofertas de dos y hasta tres al precio de una invitan a pensarla de inmediato en el freezer hasta helarla antes del primer mordisco, previo al atracón. Por algo la ofrecen como un multitarget: pocos resisten una buena, jugosa, y refrescante tajada de esta fruta, de considerable tamaño, que pertenece a la familia de las Cucurbitáceas y su nombre científico es Citrullus lanau.
Aunque la más conocida es la verde jaspeada con forma ovalada, hay muchas variedades que se distinguen por sus colores, formas y tamaños. Pueden encontrarse las clásicas o lisas, del tamaño de una pelota o más alargadas, con sus características semillas negras y también sin ellas. Pueden pesar de 2 a 15 kilos, pero las que se ven en los comercios suelen rondar los 8 kilogramos.
Rocio Runca, licenciada en nutrición, señala que se trata de una fruta típica de verano, colorida y vibrante, cuya composición es pura agua, lo que permite acompañar las necesidades extras de hidratación que necesitamos en esta temporada tan calurosa. Y de ese modo ayudar también a enfriar el organismo. Los expertos sostienen que al tener tanta cantidad de agua por disolución, hay poca cantidad de fructosa en el azúcar natural de la fruta, por lo que aporta muy pocas calorías y es una excelente fuente de hidratación. Por estas propiedades es la fruta ideal para los que quieren bajar de peso, ya que por su alto contenido de fibra brinda saciedad.
“Es rica en licopenos, lo que le da su color rojo y, al igual que el tomate, los ajíes y frutos rojos, son protectores cardiovasculares. La sandía ayuda a disminuir el colesterol y es un poderoso antioxidante”, explica la nutricionista, y resalta que su consumo dentro de una alimentación saludable ayuda a prevenir el envejecimiento prematuro de las células y reduce el estrés oxidativo.
Esta fruta también a porta vitaminas Ay C, potentes antioxidantes con propiedades que estimulan la visión, el sistema inmunológico y mejora la piel. Participa en la formación de colágeno y hueso y, al contener niacina, ayuda a reducir los valores de colesterol e hipertensión. Ya sabemos: nadie piensa en todo esto al comerla, pero es bueno tener en cuenta que no sólo es deliciosa… ¡también nos hace mucho bien consumirla! Combina placer y salud. Bravo por la generosa sandía.
Runca recomienda consumirla sola, idealmente alejada de las comidas, ya que facilita la digestión y evita gases intestinales. No sólo tiene muchas propiedades, sino que también posee múltiples usos en la cocina y en la coctelería. Desde ya que queda muy bien en una ensalada de frutas, helados caseros y licuados, pero hay muchas preparaciones que reciben con los brazos abiertos a la sandía. Mery, de @happylikeahippo, sugiere animarse a utilizarla en preparaciones saladas, ya que considera que combina muy bien con la palta. “Hay que animarse a jugar y no sólo usarla en cosas dulces. ¡Sandía y pepino se llevan muy bien!”, argumenta Mery, y agrega: “Una vez abierta, se puede guardar cortada en rodajas con la cáscara en un tupper, para que no se contamine con otros olores”. Al tenerla por porciones en la heladera, lista para comer, puede funcionar a la perfección como una colación, para matar el hambre antes de volcarnos a los tentadores y adictivos hidratos de carbono y los helados habituales.
Desde Telmo Deli, el chef Leonardo López se suma a los dichos de los citados cocineros y argumenta que aprovechan esta rica y fresca fruta, ideal para el calor por sus propiedades súper beneficiosas para la salud, para hacer una ensalada muy sabrosa. “La elegimos para una ensalada por el contraste que genera con las demás verduras, como la berenjena y los zucchini, y por su textura más rugosa y crocante, que se diferencia de todas las demás. Es interesante también que, debido a su gran cantidad de agua, hidrata la boca y genera un efecto refrescante que se fusiona a la perfección con los demás ingredientes”, explica López, y suma ideas: “Las nueces y la ricota combinan a la perfección con la sandía”.
Pablo Barbero, chef ejecutivo del hotel Hilton Buenos Aires, ofrece la estrella de la nota en un menú de pasos. Para desorientar a los comensales, cocina la sandía durante ocho horas a 80°… El producto final es una textura asombrosa, que se asemeja a la carne. Los clientes tardan o directamente no logran descifrar cuál es el ingrediente. El sabor está, pero la consistencia cambia mucho y hace dudar, ya que para el común de los mortales la sandía es fresca y ultra hidratada.
“Considero que, llevándola al ámbito de lo salado, también va muy bien cruda. No estamos acostumbrados, pero está bueno combinarla en una ensalada o cortarla bien finito, tipo fiambre, y hacer un carpaccio con queso feta, jugo de limón, aceite de oliva, sal, pimienta rosada, rúcula y escamas de queso parmesano. ¡O grillada unos segundos!”, expresa Barbero y recuerda que el año pasado se hizo viral un video en el que cocinaba esta fruta en cuestión, pelada, al horno, mientras que la laqueaba con una mezcla de bebida cola, miel y especias dulces. Cuenta que para hacer este proceso hay que tener en cuenta que por su alto contenido de agua es necesario que la cocción sea a fuego fuerte por corto tiempo.
La coctelería no se queda atrás y reclama la sandía para su territorio de ensayos audaces. Las frutas aportan color y frescura a los tragos y, por esa razón, esta fruta también es protagonista en las copas. En Vico ofrecen un Rose Tonic, un gin tonic súper fresco, veraniego y frutal con agua de sandía, que le aporta cierto dulzor y tiñe de color rosado al trago. Para completarlo usan hojitas de cedrón, que brinda unas notas alimonadas.
Para lograr el agua de sandía de manera profesional, se retiran las semillas, se licúa la pulpa, la filtran para retirar los restos sólidos y luego la envasan al vacío con una pizca de ácido cítrico. Luego la pasteurizan, cocinándola a 63° durante una hora, después bajan la temperatura con un shock de agua helada. De esta manera se reduce la presencia de agentes patógenos que harían fermentar el producto final. Pero no siempre se dispone de tanta tecnología en los hogares. Por eso Emanuel Dobryden, head bartender de Vico Wine Bar aclara que se puede utilizar sandía fresca, cortada en cubos y machacarlos en el momento. Y para conservarlos un poco mejor, hay que remojarlos en jugo de limón, para que no se oxide. “Sugiero probar preparar Aperol Rose Spritz, combinando Aperol con jugo de sandía y un espumante rosado. Con el tequila también se lleva muy bien… Preparar una Margarita súper fresca, mezclando tequila, triple sec, jugo de limón y cubos de sandía es una gran idea”, comenta Emanuel.
Desde la barra de Hilton Hotel Buenos Aires, Alex Hasan, cuenta que también utiliza sandía para su cóctel “Dulce introducción al caos”, aprovechando su color vivo y que en esta época está muy dulce. “Aporta color, y un toque tropical. Generalmente la utilizo con vodka, ya que éste no altera las propiedades que brinda la fruta, logrando así que sea la protagonista de este cóctel”, cuenta Alex.
Otras bebidas que “se llevan bien” con la sandía son el ron y el gin, “aunque éste último es muy perfumado y podría robarle el estrellato”, expresa. El bartender recomienda no mezclarla con whisky, porque las notas de madera y sandía (a menos que esté ahumada) no quedan bien.
Para cualquier trago, lo que hay que hacer es licuar la fruta o procesarla. Luego colarla para descartar “impurezas” (semillas y pulpa). De esta manera se obtiene el jugo bien puro. La cocina combina ingredientes para resaltar lo mejor de cada uno. Es hora de sacar a la noble sandía de su casillero dulce para comerla con queso, frutos secos o con palta…