Paul Banks habla de Interpol, la banda que estará en el Lollapalooza
Paul Banks, de Interpol. La banda toca en el Lollapalooza 2019
El cantante y bajista ubica al grupo en el mapa musical, elogia al rap y dice que le gustaría ser más latino.
Con el grunge desvanecido y los pilares del rock alternativo en modo reposo, llegaba la década del Y2K y el rock no daba señales de buena salud. Florecían tendencias tecnológicas que definían un nuevo escenario para la industria musical y en Nueva York una nueva ola comenzaba con varios grupos dando el golpe que toda una generación esperaba. Gente como The Strokes, TV on the Radio, !!!, Ratatat o Interpol redefinieron la estética rockera a base de influencia pre y post punk.
Turn On the Bright Lights, de 2002, fue el debut de Interpol, considerado por medios especializados como el mejor disco del año. 17 años después, la banda del cantante y bajista Paul Banks se estará presentando en Buenos Aires por partida doble: con un show propio el 28 de marzo en el teatro Vorterix, y como parte de la primera jornada del Lollapalooza al día siguiente (las entradas se consiguen en All Access).
“Amo tocar para nuestros fans, conectaremos con ellos de forma directa en el sideshow. También me gustan los festivales, enfrentarnos a un público que quizá nos conozca o quizá no. Y, claro, compartir escenario con Kendrick Lamar o Arctic Monkeys es genial”, explica.
-¿Creés que Lollapalooza sigue representando el concepto alternativo como lo hacía en los '90?
-Bueno, creo que funciona distinto en Sudamérica respecto a Europa o los EE.UU.: el indie rock allí ahora es más pequeño que el pop o el rap. Amo el rap, no me estoy quejando; para mí es cool que haya trap, rap y Arctic Monkeys en el mismo festival. Creo que en Latinoamérica y en partes de Europa aún hay mucha pasión por la música de guitarras, lo cual es buenísimo. Que la gente toque instrumentos es algo excitante.
-¿Cómo te sentís respecto a aquella vuelta del post punk de la cual Interpol fue parte?
-Nunca lo entendí como un revival del post punk. En aquel momento no tenía en claro qué era el post punk, de hecho. Si fui parte de eso, fue sin intención.
-¿Creés que fue un invento de los sellos con la idea de vender?
-No, no. Simplemente tiene que ver con que yo era muy naïf como artista joven. Si le preguntabas a nuestro ex bajista Carlos (nota: quien tenía una personalidad extrovertida, de rockstar) te hubiese dicho: “¡Obvio que somos parte del post punk revival!” (Risas). Para mí no fue algo referencial al post punk de los ochenta, yo considero nuestra propuesta como “rock de estados de ánimo”.
-Hace poco giraron tocando su disco debut completo. ¿Fue nostalgia?
-Básicamente fue algo que nos pareció divertido hacer, y aún no terminábamos Marauder, nuestro último disco. Fue el momento perfecto, ¿por qué no salir a interactuar con nuestros fans y setear el ánimo para terminar el nuevo disco? Así que no lo leo como un acto nostálgico; y nos ayudó con la grabación de Marauder. Ese espíritu de compartir con los fans hizo que seamos una banda en vivo en el estudio.
-Viviste mucho tiempo en España y México. ¿Tiene tu personalidad alguna faceta latina?
-Diría que… (piensa), que soy bastante inglés, man. Pero cuando estuve en México experimenté la hospitalidad de la gente. Son increíbles. También el humor allí, y el slang, la forma cotidiana de hablar es extremadamente creativa. Tienen toneladas de palabras y combinaciones con varios sentidos, lo mismo que hacen los escoceses. Son lenguajes continuamente vivos. Creo que tomé algo de todo esto, pero bueno no soy un buen bailarín (risas), así que sigo siendo bastante británico. Me gustaría ser un poco más latino.
-¿Sentís que hay algo en común entre todos tus proyectos paralelos?
-Siempre estoy trabajando, y me intereso constantemente en las colaboraciones. Y para que esto funcione necesito sentir que no soy el tipo más talentoso del proyecto. Me pasa con mi proyecto con RZA, y con Daniel y Sam en Interpol.
-¿Qué tan importante es para vos el hip hop, del que te mostrás muy fan?
-Tengo mil respuestas para eso. Una de las claves es porque es basada en letras; contar historias y pintar situaciones, como la música folk. Soy tan fan de Bob Dylan como de Nas. No me interesa el rollo de las prostitutas, los autos de lujo... El rap de comentario social me fascina. Las producciones de hip hop son siempre de vanguardia, con posibilidades infinitas. A nivel sónico lo encuentro apasionante.
-Tu primer disco fue “Vivid” de Living Colour. ¿Fue el que te inspiró a ser músico?
-Nirvana fueron quienes me llevaron a ser músico. A los 16, cuando vivía en Madrid, era su fan número uno del mundo. Los vi muchas veces, tenía posters de Kurt Cobain. También amaba R.E.M., Pixies, Velvet Underground, Suicidal Tendencies y Jane’s Addiction. Y ese disco de Living Colour aún me encanta, la letras son exóticas, las guitarras son delirantemente buenas; tiene misterio y agresión, dos cualidades fundamentales.