“La vida te pone a prueba”
El espectáculo “Hombre vertiente” ahora llegó a Carlos Paz. Su creador habla del artista, el hombre y el agua.
Pasaron más de diez años desde que Pichón Baldinu creó Hombre Vertiente. Corría junio de 2008, y el cerebro y cofundador del grupo De la Guarda había ideado uno de los tres espectáculos centrales para la “Exposición Internacional de Zaragoza”, que tenía como eje temático el agua.
Aquel show que buscaba concientizar sobre el uso racional del agua y que en su debut en España fue presentado durante 93 días consecutivos, con seis funciones diarias, y visto por 1.200.000 personas, hoy sigue vigente. Pero con los años fue evolucionando: ya no es sólo una experien- cia inmersiva que combina danza aérea, acrobacia, y chorros de H2O.
“Hoy en día potenciamos más la idea de estar dentro de la mente de un artista que crea personajes, universos, espacio, criaturas, y todo sale fuera de control. Y él trata de controlar ese universo que crea. Es una paradoja de la vida de cualquier ser humano”, explica Pichón.
Con su socia Gabriela Baldini -juntos fundaron la compañía teatral Oja- lá-, Baldinu le fue incorporando a Hombre Vertiente aspectos del teatro más tradicional (la idea de contar una historia), tecnología (proyecciones en 3D) y nueva música. Así fue conquistando otros públicos, hasta llegar este año a Villa Carlos Paz.
“Ahora el show busca introducir al público con una historia muy breve al principio, y que después el público completa. Hay espectadores que están de pie en el medio del rollo, bombardeados constantemente de situaciones; hay otro público que está más alejado; y otro que está sentado. Todos ven y experimentan espectáculos diferentes. Ese es el efecto que generamos en Carlos Paz en gente que está acostumbrada a propuestas más tradicionales, de comedia de enredos, de revista, de imitadores, de capocómicos”, asegura Baldinu.
-¿Sentís que fue una apuesta llevarlo a una plaza tan popular?
-Es que ocurrió de inmediato. El público salía fascinado de entrar a cualquiera de las propuestas que le hacíamos: la ubicación del público de pie, el hecho de que haya dos escenarios, el trabajar arriba, en el aire. La idea de un espectáculo inmersivo tiene que ver con desarticular el esquema que tiene un espectador acostumbrado a sentarse en una butaca y mirar para un solo lugar. El público se manifestó muy receptivo a eso. No sólo eso, sino que empezaron a venir muchos padres con los chicos. Ahí decís: “¿Qué pasó acá?” Definitivamente el show tiene un lenguaje que empata todas las edades. Entonces se convierte en algo popular también. Y siempre quise hacer esto para todo el mundo, no para un nicho.
-El agua es un elemento siempre presente en tus espectáculos, y es fundamento de “Hombre Vertiente”.
-El agua es un elemento maravilloso. Quizá tenga que ver con que es un elemento esencial de nuestra existencia. Pero por otro lado, como materia tiene una capacidad de ser manipulada de forma muy plástica, y en Hombre... esa forma de manipularla y de querer contar una historia sobre el espíritu humano me sirvió para poder contar cómo somos. El agua me ayuda a hablar, a transmitir emociones, pensamientos. Trasciende lenguajes. Porque por un lado es esencial para la vida. Por otro, somos de agua. Y también la podés manipular para entretener y generar un relato. Es un elemento tan cautivante como el aire, otro elemento que utilizo cada vez menos como acrobático y más como un lugar donde las cosas pasan. Tiene un potencia que te permite expresar ideas y sentimientos.
-Decías que el espectáculo busca transmitir el proceso creativo del artista... ¿Eso te pasa a vos a la hora de pensar un espectáculo?
-Completamente. No sólo me pasa a mí como artista, le pasa a todos. El artista busca expresarse y piensa un universo de cosas que muchas veces necesitan de cierta madurez para equilibrarse y poder ser expresadas. Ahí, tu deseo y lo que hacés se unen. Pero después, me di cuenta de que eso también te ocurre en la vida cotidiana. La vida te pone todo el tiempo a prueba.