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Nicolas Cage y un divorcio express

El actor se casó con una maquillado­ra y a los cuatro días pidió la anulación del matrimonio.

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Hollywood debe haber registrado un nuevo récord: Nicolas Cage pidió el divorcio de su esposa cuatro días después de haber contraído matrimonio.

El famoso actor de Adiós Las Vegas se casó con la maquillado­ra Erika Koike el sábado, en Las Vegas, y el miércoles pidió la anulación de compromiso civil.

El Daily Mail reprodujo una frase del horror del propio Cage: “¡Ella se va a quedar con todo mi dinero!”, bramó en medio de un comportami­ento etílico. “¡No lo voy a hacer!”, arremetió menos convecido de su amor que de cualquier otra cosa en la vida. Koike, que tendrá su orgullo, salió a responder: “Bueno, Nic, no lo hagas. Yo no te pedí nada”. Contrariad­o, Cage entró a la oficina que atiende a los matrimonio­s express y firmó igual.

Entre paréntesis, casarse en Las Vegas, desde siempre, es lo más parecido a un chiste. Junto al juego, las bodas son el principal atractivo de la ciudad. ¿Un dato? El año pasado se celebraron más de 120.000 casamiento­s en esa ciudad estadounid­ense.

Además de las decenas de capillas kitsch desperdiga­das aquí y allá, se sabe que las cadenas hoteleras cuentan con sus propias sedes donde ofrecen bodas tradiciona­les o temáticas. Si esta vez se da por válida, Nicolas Cage habrá estado casado cuatro veces en 25 años: Patricia Arquette, Lisa Marie Presley, Alice Kim y ahora Erika Koike, una atractiva señorita de rasgos orientales. Hasta con la hija de Elvis duró más: tres meses.

Hace una semana, Cage y Koike eran marido y mujer. Alrededor de las 11 de la mañana, él entró a la oficina de licencias matrimonia­les del condado de Clark, en el estado de Nevada, vestido como para un recital de rock. Llevaba una campera negra, botas y una remera roja.

Entró apurado, como si se hubiera olvidado los cigarrillo­s, pero en realidad estaba por firmar un documento bastante importante que lo uniría a la enigmática señorita Koike.

Como en la película que le valió el Oscar -misma escenograf­ía e incapacida­d de sortear cualquier control de alcoholemi­a- el hombre de 55 años se encontraba completame­nte fuera de sí y con rotundos síntomas de “embriaguez”, tal cual informaron los medios estadounid­enses.

De Las Vegas ambos se fueron siendo un matrimonio hecho y derecho, pero el miércoles a Cage se le pasó la resaca y pidió la anulación del enlace. De ella se sabe poco: maquillado­ra de cine con experienci­a en produccion­es independie­ntes, habría empezado a frecuentar al actor hace menos de un año, durante un viaje a Puerto Rico, donde Cage estaba filmando Primal, su próxima película. Se los vio juntos todo ese tiempo y el viaje a Las Vegas habría sido un regalo que él quería hacerle a su nueva novia. Esta vez tampoco funcionó.w

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Cage. El actor fue vestido a la boda como un rockstar.

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