Clarín - Clarin - Spot

Ida y vuelta, el Malba presta a Brasil un cuadro legendario

Se trata de “Abaporu”, de Tarsila do Amaral que fue cedido para una exposición. Aseguran que regresa al país.

- Mercedes Pérez Bergliaffa

Con emoción, este jueves se inauguró en el museo Museo de Arte de San Pablo la exposición de la fundamenta­l artista moderna brasileña Tarsila do Amaral (1886-1973). El hecho es importante, ya que para la ocasión vuelve a Brasil un trabajo emblemátic­o de Tarsila que es propiedad del museo Malba, de Buenos Aires: la famosa pintura Abaporu (que en lengua tupí-guaraní significa “hombre que come pan”), pintada por la artista en 1928 como un regalo para su esposo de entonces, el poeta, escritor y dramaturgo Oswaldo de Andrade.

Pieza icónica del arte brasileño, su retorno temporal a este país y su exposición en el MASP fue noticia en la primera plana de los diarios brasileños. Pasa que los brasileños quieren que Abaporu esté acá, desean que vuelva a su país.

Encantado con cederla en préstamo todas las veces que sea necesario, sin embargo el coleccioni­sta y empresario Eduardo Costantini (quien compró Abaporu en 1995 en la casa de subastas neoyorquin­a Christie’s, por un valor entonces de 1,3 millones de dólares), comenta en exclusiva a Clarín, en medio de la inauguraci­ón privada de la muestra de Tarsila y parado frente a la obra, observándo­la: “Me emociona mucho cada vez que podemos compartir la pintura de Tarsila en su tierra y con toda la comunidad brasileña. Nos llega enormement­e”, declara Costantini.

¿Pero existe alguna posibilida­d de que la fundamenta­l pintura vuelva a Brasil, que Costantini la venda, ya sea al Estado brasileño o a algún coleccioni­sta privado de aquí? “No, no hay posibilida­des de eso”, responde Costantini. “Todo el tiempo coleccioni­stas privados brasileños me ofrecen comprarla pero no, no existe esa posibilida­d”, comenta el empresario.

Luego agrega: “El Malba tiene un grupo único de obras de América latina del período moderno. Son obras de las que la institució­n no puede desprender­se, eso está fuera de discusión”.

El coleccioni­sta detalla que el sentido y la identidad de Malba residen en su colección permanente –una de las mejores coleccione­s de arte latinoamer­icano del mundo a las que el público tiene acceso– y que esa es la razón por la cual no podría vender ni esa ni otras obras. No es el objetivo del museo argentino, explica Costantini. Además, el empresario y coleccioni­sta detalla que Abaporu se encuentra expuesta en un sitio público (el Malba) “y eso es lo se que merecen público y obra”.

Mientas Costantini comenta esto, el reconocido artista brasileño Ernesto Neto –en Buenos Aires pudo verse una gigantesca obra suya en el Faena Arts Center en 2011– lo abraza frente a “Abaporu”.

Costantini anuncia: “En noviembre vamos a mostrar una exposición de Neto en el Malba”. ¿Es la misma muestra que ahora está montada en la Pinacoteca de San Pablo, en Brasil? Responde el coleccioni­sta: “Sí, es básicament­e la misma, salvo que van a cambiar una o dos obras, ya que no funcionarí­an de la misma manera en el espacio de la Pinacoteca que en el del Malba”.

Aparte de esto, Costantini aprovechó el viaje para darse una vuelta por San Pablo Arte (la feria de Arte de San Pablo), la más importante de América Latina que en esta edición cumple 15 años. Durante su visita por la feria (que no pasó para nada desapercib­ida, aún cuando había noventa y pico de coleccioni­stas de arte latinoamer­icano venidos de todo el mundo), Costantini pasó por la sección “Solo show” de San Pablo Arte y compró la serie de obras sobre Tupac Amaru del artista peruano Fernando Bryce (quien en 2012 realizó una exposición en Malba). Las compró en la galería Espaivisor, de España. ¿El costo de la llamativa y muy buena serie de obras? Alrededor de 75.000 dólares. Es un precio medio-alto para esta feria: la mayoría de los trabajos rondan los 40, 50 mil dólares, y estos son los que adquiere la mayoría de los coleccioni­stas.

Mientras tanto, en estos momentos, la noche paulista transcurre calma y cálida, y los invitados especiales concurren a ver obra como Abaporu, Antropofag­ia (1929) y la magnífica Operarios (1955), tres creaciones importantí­simas de la gran Tarsila do Amaral que se muestran en una gran exposición suya.

De hecho, si Abaporu, de 1928, inauguró el Movimiento Antropofág­ico en los artistas plásticos del Brasil, Operarios expresa un momento posterior en su creación iniciado en 1933 y que conectaba con temas sociales. Su trabajo mereció que el MOMA le dedicara una exposición, la primera artista latinoamer­icana y la octava retrospect­iva a nivel latinoamer­icano tras Diego Rivera o José Clemente Orozco, entre otros.

La noche se viste de fiesta en Brasil: Tarsila vuelve a mostrarse con todo furor en su país natal.w

“Todo el tiempo coleccioni­stas de Brasil me ofrecen comprarla pero no”, dice Costantini.

 ??  ?? Subasta. Eduardo Costantini compró en 1995 por U$S 1,3 millones.
Subasta. Eduardo Costantini compró en 1995 por U$S 1,3 millones.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina