Clarín - Clarin - Spot

Precios esenciales: la camiseta usada de Boca es más barata que la de River

- Hernán Firpo hfirpo@agea.com.ar

Varios ex jugadores se desprenden de sus pilchas, por necesidad. Pero de las de Boca de la final de la Libertador­es “no se vende ninguna”.

Coordenada­s: preguntar por Ricardo, curador de camisetas transpirad­as y/o con historia. El negocio, crisis económica mediante, empezó a comprar y vender remeras de fútbol usadas. Barrio: Villa Crespo. Dicen que van ex jugadores que no la están pasando del todo bien y sobre todo hinchas que se desprenden de sus colores piantando un lagrimón.

Vos llegás sudado, te sacás la camiseta y decís que es una de Vélez campeón del ‘93, marca Umbro, publicidad de Samsung. Pueden darte hasta 4.000 pesos. Olvidamos un detalle: ponés la camiseta sobre el mostrador y el pago en efectivo es en el acto.

“Me enteré de que algo parecido estaba funcioannd­o en Porto Alegre y como ya estaba metido en el negocio de las camisetas de fútbol por Mercadolib­re, encontré esta oportunida­d y alquilé para poder vender a la calle”, dice el entusiasta Ricardo Chao, enfermo hincha de Racing que para su museo particular llegó a comprar una remera de Rubén Paz a 500 dólares.

“Hay camisetas que no se venden por nada del mundo”, aclara Diego Jerkovic, colaborado­r y encargado de subir buena parte de la mercadería a Instagram. ¿Y ésa de piqué de quién es? “No es piqué, es nido de abeja y pertenece a una gloria de San Lorenzo, el Sapo Villar”.

Atrás de una cortina, en un espacio casi invisible, hay un cuadro con un buzo de arquero y una medalla olímpica. Es de Bruno Centeno, nos dicen, un arquero de la Selección Argentina juvenil campeona en Canadá 2007. En ese equipo jugaban Maxi Moralez, Mauro Zárate, Di María, el Kun Agüero, Chiquito Romero. Justamente Centeno fue suplente de Romero. “Vino porque estaba mal económicam­ente y nos dijo que le había salido la oportunida­d de probarse en El Porvenir de San Clemente del Tuyú, pero necesitaba plata. Ni para el micro tenía. Trajo su recuerdo y su premio y le dijimos que él pusiera el valor”. ¿Cuánto? “Prefiero no decirlo, pero viajó, se probó y quedó”.

Llegás al local igualmente transpirad­o y te sacás la remera de Independie­nte campeón de la Sudamerica­na contra Goias de Brasil...

“Esas tienen otro sistema. Yo las puedo armar acá. Por esas remeras no te pago más de 1.200 pesos. Es que si quiero yo le pongo el estampado del Tecla Farías y es la misma camiseta que usaron para la final. No se puede comparar con la camiseta de Rubén Paz, con número de cuero. Esas perlas son inconsegui­bles... Mirá -Ricardo pide que lo sigamos y nos muestra una camiseta reciente que usó la Argentina en la gira contra Venezuela y Marruecos-. El secreto de esta remera es que el talle de los jugadores viene con números. No tiene letras. Es un ejemplar digno de coleccioni­stas, y te lo digo yo que soy uno de ellos”.

Cuando la prenda entra a Nani Camisetas, en Malabia al 600, sale con otro precio. Ricardo pide que tengamos en cuenta que ellos pagan luz, empleados, toman su rigurosos cafecito y trabajan a destajo. “Eso hace que el precio de venta y el de compra no sean iguales”.

Una remera de Juan Román Riquelme y otra del Tata Martino en Newell’s engrosan la muestra permanente del museo menos pensado. Hay otra de Orteguita de 2002 con mangas recortadas. “¿Te gusta? Tampoco está a la venta”.

La publicidad que escuchamos un domingo, dice: “¿Querés vender camisetas nuevas o usadas? Te las compramos en efectivo”. El periodista deportivo Flavio Azzaro repite el PNT en su programa del Canal 26. “En tiempos de crisis, a veces uno debe desprender­se de ciertas cosas”. Anotamos. Ahora saltan a la vista los colores del Ciclón. “Oscar El Indio Arévalo, campeón del ‘95 con San Lorenzo, también nos trajo su ropa. Hay camisetas oficiales, ropa de entrenamie­nto, joggings...”. Manchada de pasto, una camiseta inmensa. “Es la que usó el Oso Pratto en la Selección”. ¿Cuánto? “Tres mil pesos”. Una del Chacho Coudet, en River. ¿Cuánto? “No se vende”. ¿Y ésa de River? “Es de Juanfer Quintero. Me cuesta negociarla­s”, explica Ricardo. “Me ofrecieron 600 dólares y dije no. Me ofrecieron hasta mil dólares por la del Sapo Villar, me negué”.

Sin querer ni proponérse­lo, el dueño debe saber que está dejando de lado su costado comercial para transforma­r la cosa en una muestra de célebres indumentar­ias deportivas.

“Cuando viene la gente a vender la ropa vemos el estado de cada prenda. Muchas veces traen pilchas que hay que lavar y acondicion­ar. Generalmen­te le decimos que sí a todo, pero todo tiene que ser original. Si la camiseta fue usada por un jugador, y eso realmente se puede comprobar, tendrá un precio mayor. Lo vintage siempre vale más”.

Vemos que una camista de Ferro marca Kappa talle L cuesta $149. “Menos que un dentífrico”. Y otra del mismo equipo, pero talle S, $199. “Menos que un kilo de carne picada”.

Los precios populares son una especialid­ad de la casa. Y su Instragram con cerca de 70 mil seguidores, un termómetro perfecto. Vez pasada pusieron un buzo de Gimnasia y Esgrima de La Plata -buzo nuevo, marca Penalty sin estrenara $499. “Por ese precio no te comprás ni un kilo de lomo”.

-¿Textilment­e hablando, quién es más grande: River o Boca?

-De River hoy vendés cualquier cosa. Tengo joyas de Boca, pero una camiseta de River en la final de la última Libertador­es, le gana a todo. Si tengo 20, vendo las 20. Hayan sido o no utilizadas por un jugador.

-¿Y la que Boca usó en la final?

-Se tiran a la basura, no se vende ninguna.

-¿Quién es el hincha más desprendid­o?

-El de Boca viene y te trae las de la publicidad de LG. La violeta, la flúo, la rosa. Al hincha no le gusta esa camiseta, por eso la compramos barata. Tenemos más de esas remeras nosotros que los propios hinchas.

-Sos una especie de curador sin precedente­s…

-Messi usa talle 6 o M. Si te viene alguien con talle 4 o talle 8 y te dice que la uso Messi, es trucha, no es de utilería. Antes Messi usaba talle L y ahora usa M. Para la Selección, sus camisetas son talle 6. De Messi tengo todas las que usó en la Selección desde el año 2006.

-Ricardo, ¿cómo comprobás que la camiseta fue de un jugador?

-Me doy cuenta enseguida. Conozco los talles de casi todos los jugadores. A mí me conviene tener rotación y pagar lo menos posible por la camiseta, así mayor cantidad de gente, a su vez, tiene la posibilida­d de poder comprarla. Esta de Racing con la publicidad de Rosamonte es una reliquia, pero cuesta 4.000 pesos. La Kappa nueva que usa Velez la tenemos a 3.000 pesos y si aparece una del Turu Flores del ‘93 puede salir como dos camisetas actuales. Tuvimos un buzo de Chilavert y como no sabíamos que era original, lo vendimos a 800 pesos. Los hinchas de Vélez se enojaron mucho por el precio. Un tremendo error”.

Diego cuenta que la semana pasada se le partió el alma. “Llegó un chabón grande con un remera de Boca lavadita, modelo ‘98, y me pidió, por favor, que se la comprara. Mucha gente está vendiendo, así que ese día estábamos cortos de efectivo y le dije que volviera en otro momento. Me rogó y pude ofrecerle $500. Los dos sabíamos que podía salir un poco más, pero el chabón me dio la mano y me agradeció. Gracias, mil gracias, me decía...”.

-¿Los cinco grandes de este rubro?

-Te sorpenderí­a escuchar que All Boys vende, y que por la zona, Argentinos Juniors vende...

-Tengo una remera firmada por Somoza.

-Sos de Vélez vos. En Vélez no lo quieren mucho a Leandro Somoza. Eso le baja el precio. Cuando Zárate se fue a Boca venían hinchas queriendo sacarse de encima sus remeras...

-¿Cuánto las pagabas?

-¡No, ni las comprábamo­s! No tienen el menor poder de venta.

 ?? LUCIA MERLE ?? Ricardo Chao. Vendedor y comprador de camisetas, tomó la idea de lo que ya se hacía en Porto Alegre. Y alquiló un local en Villa Crespo.
LUCIA MERLE Ricardo Chao. Vendedor y comprador de camisetas, tomó la idea de lo que ya se hacía en Porto Alegre. Y alquiló un local en Villa Crespo.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina