“Cuando nadie habla entramos nosotros”
Esta noche estrena por El Trece la novena temporada de “PPT”, que este año le suma al título la palabra box. Analiza la cuarentena y dice que no le teme al coronavirus.
AJorge Lanata le gusta más preguntar que contestar, no porque evite dar respuestas, sino porque se siente mejor como entrevistador que como entrevistado. Tiene todas las virtudes que debe tener alguien que, entre otras cosas, fundó un diario a los 26 años. Entonces, del otro lado de la línea telefónica, devuelve todas las paredes, las profundas y las coloridas. Subido a la doble acepción de “pared”, es un gran constructor de notas. Y del juego colectivo.
Mientras cumple la cuarentena en su departamento de Retiro -desde donde conduce Lanata sin filtro, a las 10, por Radio Mitre-, ya entró en tiempo de descuento rumbo al estreno de la novena temporada de PPT, el programa que hoy a las 22 volverá a la pantalla de El Trece, con la palabra box agregada al título.
-¿Hay nervios frente a un estreno, a esta altura de tu oficio?
-No tengo nervios en el sentido de no sé qué hacer. Estoy como muy expectante, porque va a ser un PPT muy distinto, estamos todos como empezando a hacer algunas cosas que no habíamos podido. Hicimos como una estrategia de la imposibilidad, como nos pasó en su momento en Página/12 (empezó a salir el 26 de mayo del ‘87), que no teníamos guita para el papel y entonces hicimos un diario cortito. Bueno, el diario cortito nos llevó a elegir mejor las noticias. Ahora, en ese sentido, pasa igual: no puedo hacer el programa con público, cosa que para mí es todo un tema… Tal vez sea lo más complicado de lo que nos pasa este año: porque yo necesito ver a la gente cuando le hablo. Es una limitación mía, la asumo.
-¿Vas a estar más solo en el estudio?
-Es que tampoco se puede hacer nada con los actores. O sea que no habrá sketches, que era una parte del programa en la que nos apoyábamos mucho. Lo que se me ocurrió es: “Ok, estamos adentro de una caja de la que no podemos salir, porque todos sentimos un poco eso todos estos meses”. Lo que hicimos, entonces, es reproducir la idea de la
-Sí, y todo el tiempo hablamos a cámara, no hablamos más entre nosotros, le hablamos directamente a la gente. Otra cosa nueva que voy a meter es un upper shoulder: literalmente es una pantallita arriba del hombro, que usa mucho la TV yanqui, y, mientras voy hablando, de pronto puede haber ahí contraste con fotos graciosas de lo que estoy diciendo.
-¿Y no se corre el riesgo de quedar “viejo” con la información?
-No, porque lo haremos unas horas antes, nada más. Y lo vamos a hacer en tiempo real: aún cuando me equivoco, sigo. No paro ni loco. La grabación durará lo que dure el programa, no más. ¿A qué hora? Ponele a las 7 de la tarde del mismo domingo. Quizás esta vez lo hagamos un poco antes porque, además, estamos tapados de material y material muy fuerte.
-Lo de “estamos tapados de mate
-Yo no sé si el albertismo es más un invento de la prensa, de los columnistas políticos, que de la realidad. Porque creo que Alberto no pudo formar un grupo organizado que responda a él. Hay sí un cristinismo. Los demás son amigos de Alberto…
Después del programa de radio y antes de una reunión con sus guionistas, Lanata habla con Clarín sin apuro, como le gusta a él. Y salvo en armar un seleccionado con sus mejores discípulos (no le gusta, en su caso, hablar de discípulos y la lista excedería los once), se sube a todos los temas. De eso se trata dar una nota. Lanata habla de todo.