Las claves del fenómeno “Bake Off ”
La segunda temporada del reality que busca consagrar al mejor pastelero arrasa en rating y en las redes.
Por alguna inexplicable razón, los programas de cocina atrapan. Bake Off, Argentina El gran pastelero es parte de este fenómeno. Cada domingo a las 22.30, cuando Telefe emite el reality que busca al mejor pastelero o pastelera del país, las redes sociales se olvidan de la pandemia y empiezan a ser tendencia los nombres de sus participantes.
La última emisión, el domingo 24, tuvo un pico de 12,2 puntos de rating y, nuevamente, el hashtag #Bakeoffargentina fue Trending Topic superando más de 10 mil menciones. A eso, sumar los memes aludiendo a las preparaciones menos logradas de los pasteleros amateurs.
El programa que conduce Paula Chaves se grabó el año pasado y va por su segunda temporada. Su estreno se postergó por distintas razones y llegó al aire casi coincidiendo con el aislamientos social obligatorio. Con todo el mundo encerrado en su casa, asomarse a una inmensa cocina en medio del campo, inundada de sabores y aromas deliciosos, parece un buen plan.
Los participantes empezaron siendo catorce, de diferentes provincias; ahora quedaron seis, incluso luego de un repechaje que permitió la vuelta de tres al concurso.
Cada uno tiene sus fans y sus detractores, como sucede con cualquier reality, incluso aquellos que ya quedaron afuera, como Marcos, a quien el jurado le remarcaba su desprolijidad; o Carolina (por su polémico relleno de panceta para un delicado éclair francés). A pesar de estar afuera, Marcos sigue siendo el más popular del grupo en las redes.
A esta altura, sin ficciones nuevas, con una realidad abrumadora plagada de noticias difíciles de digerir, Bake Off es un remanso donde distraerse durante un rato, sin chismes ni escándalos, ni tragedias. A lo sumo, los retos y críticas que pueden recibir los aspirantes a pasteleros por parte del jurado que integran Pamela Villar, Damián Betular y Christophe Krywonis .
Aquí, algunas claves del buen rendimiento de Bake Off en una TV de aire vapuleada por la realidad:
Paula Chaves, mediadora
La conductora oficia de intermediaria entre los participantes y el jurado. No puede opinar y mientras los tres pasteleros estrella prueban una preparación tras otra, ella debe limitarse a mirar, excepto cuando se anima a arrebatarles un bocado de algo. Manteniendo la imparcialidad, Paula se volvió más compinche de los participantes, los alienta y les da sugerencias mientras cocinan.
El jurado, imprevisible
Si bien Pamela es la más amable a la hora de las devoluciones, cada vez se ponen más exigentes y muchas devoluciones son implacables. Algún participante se largó a llorar por no lograr su objetivo. Betular intenta ser objetivo ,pero no perdona una y Christophe, el más acostumbrado a las cámaras, puede felicitar con un abrazo cálido, lo mismo que decir sin filtro que un postre es horrible.
Participantes con personalidad
En esta temporada, el casting permitió el ingreso de pasteleros amateurs de distintos puntos del país y con un nivel alto para ser amateurs. Los que quedan en carrera, Samanta, Agus, Damián, Angelo, Agustina y Gerardo tienenen las próximas emisiones desafíos cada vez más exigentes. Y, también, la misión de dominar sus emociones y las recetas para lucirse ante el jurado.
La fantasía de la pastelería
El desafío de cada semana, con tortas, bizcochuelos, cremas, decorados, preparaciones clásicas de la repostería mundial y las tendencias más sofisticadas despiertan los sentidos. Y las consignas menos logradas, si no provocan el deseo de probarla al menos generan humor. •¿Quién ganará?
La carta de la intriga diferida. El reality ya tiene un ganador,que se llevó $600.000.