Los reclamos contra el racismo llegaron al corazón del Met
Un miembro de su staff cuestionó los ataques a estatuas tras el crimen de George Floyd. Y se desató la polémica.
La convulsión que recorre las instituciones culturales de Estados Unidos en torno al racismo se abrió paso hasta llegar al museo más grande: el Museo Metropolitano de Arte.
Un post en Instagram de un curador importante, que parecía crítico con el movimiento Black Lives Matter y las protestas contra los monumentos, compartido el 19 de junio, provocó objeciones de los empleados y una fuerte crítica interna. El martes pasado, 15 miembros del personal del Met enviaron una carta instando a la dirección del museo a reconocer “lo que consideramos la expresión de una lógica profundamente arraigada de la supremacía blanca y la cultura del racismo sistémico en nuestra institución”.
El episodio es el último ejemplo de cómo las instituciones artísticas están lidiando con cuestiones de equidad y diversidad en medio de las protestas por el asesinato de George Floyd y la intensificación de la actividad del movimiento Black Lives Matter.
Días atrás, el Museo Americano de Historia Natural de Nueva York anunció que su estatua ecuestre de Theodore Roosevelt será retirada porque se convirtió en un símbolo del doloroso legado de expansión colonial y discriminación racial.
Luego, el departamento de curaduría del Museo Guggenheim se refirió a una cultura del “racismo” y “supremacía blanca”. Después, ex empleados y empleados acusaron al Museo de Arte Moderno de San Francisco de
“censura racista” y “discriminación”.
Y finalmente, la directora del Museo de Arte Contemporáneo de Cleveland durante 23 años, Jill Snyder,
renunció después de disculparse con el artista Shaun Leonardo por cancelar su exposición sobre los asesinatos policiales de niños y hombres negros y latinos.
Ahora, los empleados del Met iniciaron su propio reclamo, impulsados por un anuncio personal de Instagram publicado por el poderoso presidente del Departamento de Pinturas Europeas, Keith Christiansen, que trabaja en el Met desde 1977.
Debajo de una imagen dibujada con pluma y tinta, del arqueólogo francés Alexandre Lenoir, que se dedicó a salvar los monumentos históricos de Francia de los estragos de la Revolución Francesa, Christiansen escribió: “Alexandre Lenoir luchando contra los fanáticos revolucionarios empeñados en destruir las tumbas reales en Saint Denis. Cuántas grandes obras de arte se han perdido por el deseo de deshacerse de un pasado que no aprobamos”.
“Y cuán agradecidos estamos a gente como Lenoir”, continuó Christiansen, “que se dio cuenta de que su valor, tanto artístico como histórico, se extendía más allá de un momento definido de convulsión y cambio social y político”. Mientras que Christiansen parecía abogar por la preservación de los monumentos, sus comentarios golpearon a algunos como algo insensible y sordo.
El post fue criticado en Twitter por Art + Museum Transparency, un grupo de defensa de los trabajadores del arte: “Querido @metmuseum, uno de sus más poderosos curadores sugirió
Diferentes museos de EE.UU. fueron señalados en un contexto de conmoción social.
Nuestros continuos esfuerzos para no sólo diversificar nuestra colección sino también nuestros programas, narraciones, contextos y personal se acelerarán aún más y se beneficiarán de la urgencia y el impacto de este tiempo”.
Un día antes, en un correo electrónico, había denominando al post en Instagram como “no sólo no apropiado y errado en su juicio, sino simplemente equivocado”.
“Keith es un miembro muy valorado de nuestra comunidad y aunque este post estaba en la cuenta personal de Keith en Instagram, ciertamente también es parte de nuestra conversación institucional y tenemos que reflexionar sobre ello”, añadió Hollein.
Fue la segunda disculpa de Hollein este mes; también transmitió una al artista Glenn Ligon, sobre el uso por parte del Met de una de sus obras en un post en redes sociales, al comienzo de las protestas por el asesinato de George Floyd. Ligon posteó en Instagram: “Sé que es una semana de importancia nacional para la gente de color (#nationalreachouttoblackfolksweek), pero ¿podrían parar... o preguntarme primero?”.
El 12 de junio, Hollein y Daniel H. Weiss, presidente y director ejecutivo del museo, habían enviado un correo