¿Cómo que no hay nada en Netflix?
Entre los anuncios de Netflix para los primeros días de septiembre hay dos películas que, en su momento, se transformaron en fenómenos.
Se entiende: al hablar de cine, un fenómeno es un filme del que habla todo el mundo y que hay que ver para no quedar afuera de la conversación.
¿Se acuerdan cuando íbamos al cine? Bueno, de eso se trata.
Por un lado, Belleza americana, ganadora del Oscar hace veinte años, que desnudaba hipocresías de la clase media acomodada en los Estados Unidos.
Y así como el checo Milos Forman supo pintar a la sociedad estadounidense desde su mirada europea en Hair, podemos decir que el inglés Sam Mendes (007: Spectre; 1917), hizo lo propio con los Burnham y sus vecinos.
Seguramente quien se siente hoy a ver American Beauty verá con otros ojos a Lester, el buen padre de familia que se sentía atraído por la amiga de su hija adolescente. Lester era interpretado por el dos veces ganador del Oscar y hoy caído en desgracia Kevin Spacey. Las denuncias de acoso sexual a jóvenes de su mismo sexo- terminaron con su carrera hace ya tres años, y hasta el director Ridley Scott lo borró de plano de todas sus escenas en Todo el dinero del mundo, y lo remplazó por Christopher Plummer.
Plummer, el simpático Capitán Von Trapp en La novicia rebelde, se convirtió en el actor más longevo -a sus 88 años- en ser candidato al Oscar como mejor intérprete de reparto por el mismo papel que había filmado Spacey.
Y Spacey, precisamente su segunda estatuilla la recibió por Belleza americana, filme que si no se llevó los 5 grandes premios (película, director, actor protagónico y guión,