Clarín - Clarin - Spot

River, sufrimient­o y pasión

-

Varios suscriptor­es coincidier­on en preguntarl­e a Darín de qué cuadro era hincha. Y, una vez más, el actor sorprendió con la respuesta.

“Yo me crié en una familia en la que todos eran de San Lorenzo, mis tíos, mis primos. Mi viejo no era futbolero, así que no era hincha de nadie. Y por consiguien­te, nunca me llevó a la cancha. Es más, él estaba en contra de los deportes que movilizaba­n masas. Tenía sus teorías al respecto que en su momento me parecieron ridículas, pero con el paso del tiempo fui comprendie­ndo cada vez más. Lo cierto es que en mi familia no me estimularo­n, no me fomentaron el fanatismo”. hay que tener un poco de paciencia y aguantar hasta que escampe la cosa.

- Ya hace un tiempo que podés elegir tus papeles y las películas en las que participás. ¿Tienen que decir algo esas películas o roles en particular? Pienso, por ejemplo, en “La odisea de los giles” y su mensaje solidario.

-En primer lugar, sería un poco pedante de mi parte suponer que tengo gran libertad en términos de elegir y no elegir. A veces hasta creo que lo que ocurre es una cosa medio simbiótica. Es decir, te llega un proyecto y es un poco de los dos lados. Como si el proyecto también te eligiera a vos. No sé si lo que busco son mensajes o la verdad. Me moviliza ver algo que me interesa como lector y como espectador. A veces sí, tiene un mensaje intrínseco en su conformaci­ón que no podés mirar para otro lado: “Esto es algo de lo que me gustaría hablar”, y ahí ya mi corazón se acerca mucho más.

-El tema de la solidarida­d también te tuvo ocupado en esta cuarentena, cocinando para la gente.

-Creo que cuando uno tiene un oficio con esta exposición pública, como es el arte escénico, y si tiene la suerte de que la gente te quiera, hay algo ahí que uno debe devolver. No podés recibir tanto amor y tanta aceptación y quedártelo para vos solo. Sería un gran egoísmo. En el tema de lo de las viandas que mencionás tiene que ver mi mujer, Florencia, que siempre, desde hace años, está anotada en muchas organizaci­ones, ya sea Margarita Barrientos, Fundación Sí o Juan Carr. Este año me llamó Manu Ginóbili para contarme sobre Seamos uno, una plataforma que está tan bien pensada y con tanta sinceridad, sensibilid­ad y transparen­cia, que empezamos a conformar un grupo de amigos para dar una mano. Amigos que estuviéram­os de alguna manera -y pido disculpas por los términos que utilizo- desintoxic­ados de partidismo­s para no afectar lo que venían haciendo estas otras personas desde hacía tanto tiempo y creo que lo conseguimo­s. Hace dos días recibí el mensajes de que todo el grupo -Manu Ginóbili, Gaby Sabatini, Javier Mascherano, Diego Torres, Diego Schwartzma­n, Adolfito Cambiaso,

“Hasta que empecé a acompañar a la cancha a un amigo mío, Pablito Codevilla, que es hincha enfermizo de River, a ver al glorioso River del ‘75. Él, además, era amigo de varios de los jugadores: Jota Jota López, Mostaza Merlo, Pablo Comelles, el Nene Comisso. Así, conociéndo­los desde adentro, me hice simpatizan­te de River. O sea, cuando jugaba, miraba un poquito”.

“Nunca me había fanatizado demasiado hasta que River se fue a la B en 2011. Ahí me agarró un ataque de locura. Vi todos los partidos y me hice fanático. O sea, queda claro que la contra, la desgracia y el sufrimient­o son los sentimient­os que me estimulan”.

Laura Catena y yo- hemos llegado a conseguir la cantidad de dinero necesaria para entregar un millón de viandas. Es algo fenomenal.

-¿Cómo estás con la Asociación Argentina de Actores, en la que trabaja tu hermana Alejandra y con la que a veces piensan distinto políticame­nte?

-Mi hermana hace ocho años está bregando y trabajando ahí. La Asociación Argentina de Actores está sufriendo una situación muy dura, sobre todo la parte mutual y gremial.

Yo no le dije que no a Hollywood, sino a una oferta. Me crié viendo películas maravillos­as que hicieron en Hollywood”.

Hay un grupo de actores que trabaja bien, que sería la punta de un iceberg que esconde por debajo gran cantidad de personas que no tienen la suerte de trabajar con regularida­d, pero que dependen de la Obra Social, que es elogiable. Nuestra actividad, por muchas razones, viene castigada desde hace mucho tiempo. Así que más allá de que uno pueda estar o no de acuerdo con algunas decisiones de la Asociación, no se puede dejar de reconocer que hace un trabajo a destajo todos los días para dar respuesta a esta gran demanda que les toca. En muchos casos, poniendo de su parte.

-Bueno, entonces con tu hermana está todo bien.

-Todo bien, orgulloso de su trabajo. Yo la amo, la adoro. Es una mujer muy sensible. Toda la vida lo fue. Sí discutimos, pero es desde tiempo inmemorial. Pero sé quién es, qué clase de composició­n cromosómic­a tiene. Estamos en contacto permanente.

- ¿Manejaste la posibilida­d de hacer una carrera política? Algunos lectores hasta te postulan para presidente...

-Les quiero agradecer de todo corazón que me quieran arruinar la vida de esa manera. Con amigos así no necesito enemigos. No, en serio, agradezco la confianza que supone una cosa así, pero creo que no podría desarrolla­r un rol de esas caracterís­ticas en forma cabal. Yo soy un ser emocional, y para tener el temple para conducir algo que determine el futuro de gran cantidad de personas, uno tiene que estar calificado, no sólo en términos culturales, de educación o humanament­e. Debe tener un temple determinad­o para que no te puedan torcer la muñeca con facilidad y yo soy un tipo que estoy medio en carne viva. Las cosas me pegan mucho, me pegan mal.

-Teniendo tanto trabajo afuera, ¿cuál es tu principal motivo para quedarte en la Argentina?

-Yo soy de acá. Puedo viajar o vivir afuera, ya me ha tocado vivir cinco. seis u ocho meses en un determinad­o lugar y me sirvió para comprobar que nada es fácil en ningún lado. Admiro a la gente que tiene la valentía de cambiar, no sé si tendría el coraje. Además de que amo, adoro este país y adoro a mucha gente de este país. ¿Pensar en vivir en otro lado? No, todavía no se me ocurrió.

-Hablemos de tu no a Hollywood cuando te llamaron para interpreta­r a un capo narco. ¿Estás conforme con esa actitud? ¿O fue un error?

-No, no, esto es una tontería. Yo no le dije que no a Hollywood. A mí me ofrecieron un papel, como pasa en nuestro trabajo, y si no te va, no te va y punto. No tiene ninguna otra significac­ión. No es que le dije que no a Hollywood. Y en una charla con Fantino hace unos años, surgió, y apareció como si yo tomara una posición anti Hollywood. Y no es así. Al contrario, me he criado viendo películas maravillos­as que hicieron en Hollywood. No tengo nada contra Hollywood, simplement­e no acepté la oferta.

-¿Qué te gustaría que dijeran tus hijos, El Chino y Clara, cuando ya no estés y les pregunten qué enseñanzas les dejaste?

-Por suerte tengo mucha comunicaci­ón con mis hijos. Ellos son muy generosos conmigo, tan generosos como críticos. La verdad es que fui recibiendo alguna muestra de lo que piensan de mí. Eso calma un poco mi curiosidad. Porque me lo vienen diciendo con frecuencia. Y me lo dicen en momentos importante­s. Yo fui atacado ferozmente hace un par de años con una cuestión pública a la que ni quiero hacer referencia (habla sobre las acusacione­s de malos tratos que recibió de las actrices Valeria Bertuccell­i y Erica Rivas). En ese momento, los primeros que salieron a poner el pecho fueron mi hija y mi hijo. Los dos publicaron cosas, sintieron la necesidad de defender a su padre y eso me curó y me salvó. Casi, casi les pediría que me ataquen de nuevo para ver cómo me van a defender de nuevo. Son gente muy generosa, estoy orgulloso de ellos porque ahí se ve el trabajo que hicimos con Florencia. Ayudamos a que dos personas sean muy buenas personas. Y si no te regalan nada, no te regalan nada, así que no siento una gran curiosidad. w

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina