Diana Dowek, una pintura no apta para cobardes
Trabajó sobre las marchas de 2001 y sus obras son sociales. Entró a la Academia de Bellas Artes.
Unos chicos sentados en el asfalto: los vieron. Después de una manifestación. En la calle. Es una de las obras más conocidas de la artista plástica Diana Dowek. Que esta semana se incorporó como miembro emérito de la Academia Nacional de Bellas Artes.
Dowek es una prestigiosa pintora, de larga carrera, ganadora de los premios más importantes y peleados a nivel nacional. Aunque se dedicó a crear en varios campos disciplinares, se la reconoce especialmente por su particular producción pictórica, figurativa, cruda, caracterizada por poner el foco en los temas sociales y políticos. Los refugiados y exiliados fue y es uno de sus desvelos constantes.
Esto pudo verse claramente en una gran exposición suya en el Museo Nacional de Bellas Artes realizada el año pasado, “Paisajes insumisos, plena de interpelaciones y cuestionamientos a la historia, argentina especialmente.
A su vez, la pintura de Dowek ronda en torno a la búsqueda de un nuevo tipo de realismo, que vaya mucho más allá de lo formal y descriptivo. Paisajes insumisos, así como toda la producción de la artista, manifiesta -por medio de imágenes que son metáforas- los diferentes modos que adquiere la violencia social: recordemos su serie Los alambrados, Los retrovisores o Pinturas de la insurrección. Podríamos decir que se trata de una pintura no apta para cobardes.
Los trabajos más recientes, im