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Luis Brandoni Animal de teatro

Volvió a escena con “Parque Lezama” donde él, que a los 82 años está lejos de retirarse, encarna a un particular jubilado.

- Hernán Firpo hfirpo@clarin.com

Luis Brandoni funciona como ejemplo de algo que uno no sabe muy bien cómo explicar. Podría ser ejemplo de permanenci­a: cerca de cumplir 83 años trabaja activament­e de su profesión y si hacés un cálculo rápido, La patagonia rebelde, donde él era un joven Brandoni, se filmó hace casi medio siglo.

O ejemplo de ciudadano de a pie en medio de una Argentina embrutecid­a y polarizada, donde la palabra “señorío” parece caberle solo él. Opinión, debate, coherencia, conviccion­es. No es poco para una sola persona. Hasta dan ganas de darle un abrazo.

La excusa es el reestreno de Parque Lezama, obra que va camino a convertirs­e en clásico y esta celebrando diez años de cartel.

-Te llamás Luis, ¿verdad?

-Sí, ¿por?

-Porque te dicen Beto…

-Ahhh, porque me llamo Adalberto Luis Brandoni. Por aquellos años, los Albertos, Norbertos, Heribertos éramos Beto. Los que me llaman Beto son de Dock Sud, yo me mudé de Dock Sud al Barrio River en mi cumpleaños número 13. Cambié de barrio, de amigos…

-Y empezaste a ser Luis...

-No.

-¿Cómo se mantiene semejante vigencia en un país que acostumbra a tratar mal a sus viejos?

-Vemos a la vejez como un hecho de decadencia y en muchos casos no es así. Hay gente que está a pleno y disfruta de su capacidad intelectua­l, no tanto física, para hacer un montón de cosas. En el caso mío, la vida me fue pasando y llegué a esta edad. En eso sí tenemos suerte los actores, porque podemos trabajar de chiquitos y también de viejos. No hay edad de jubilación para el actor.

Mientras nos dé la memoria y podamos ejercer la profesión con dignidad, no hay edad. He disfrutado de buena salud, estoy bien alimentado y no es que he hecho una vida modelo, pero me cuidé para este oficio que vengo ejerciendo desde hace un poquito más de 60 años.

-¿Nunca te faltó trabajo?

-El actor no tiene seguridad, no tiene un trabajo estable. La peor época mía fue durante la Dictadura, donde no podíamos hacer esto que estamos haciendo ahora: no se podían hacer reportajes, no se nos podía nombrar en los diarios, salvo en las críticas, no podíamos salir por radio, no podíamos hacer televisión…

-¿La prohibició­n consistía en no tener prensa?

-El intento era que nos fuéramos. Me amenazaron y me fui en el '74, pero volví en el '75. Después la Dictadura hizo una lista negra donde había muchísima gente.

-Pero trabajaste en Dictadura…

-Trabajé en forma privada, nada que tuviera que ver con el Estado. Estábamos vedados. En ese sentido no tengo más que gratitud hacia el público, porque gracias a eso yo pude sobrevivir.

-¿Qué trabajos recordás de esos años?

-Convivenci­a, con Federico Luppi, en el Regina. Fue un éxito muy grande, o Posdata: tu gato ha muerto. Sólo teatro, televisión no podía…

-Los canales estaban en manos del Estado…

-Exacto. Cine, tampoco. Directores, autores, músicos: fue una cosa muy grave lo que padecimos.

-¿Por qué te amenazaron?

-Porque creían que era comunista. Yo participab­a activament­e del gremio de Actores.

-Volviste bajo el mismo gobierno, antes del golpe. ¿No tuviste miedo?

-El miedo me paralizaba, pero lo perdí y no lo encontré nunca más.

-La obra ("Parque Lezama") contradice un poco tu realidad: hacés de un jubilado, pero tu vida pasa por otro lado…

-Lo que tengo en común con el personaje de la obra es que ambos jugamos con la fantasía y la imaginació­n. El personaje se inventa otros personas, es un mitómano, y yo también hago eso porque mi oficio me lo pide.

-Dedicale por favor un párrafo a Eduardo Blanco: su trabajo en esta obra es exquisito.

-Nosotros llevamos, no sé exactament­e, pero estamos cerca de las mil presentaci­ones. Y si alguien se atreviera a firmamos un contrato por dos años más, lo firmo. Con Eduardo no hemos tenido un solo problema, nada. Estuvimos de gira por el interior, estuvimos en Madrid, es un compañero de primera y un actor excelente. Incomparab­le yunta, y eso que nunca había trabajado con él.

-¿Por qué decidiste ser actor?

-Porque yo escuchaba mucha radio cuando era chico, empecé a ver mucho cine argentino. Aprendí escuchando a Niní Marshall, a Pepe Arias. Los escuchaba en la radio, además el cine argentino me fascinaba. El asunto entonces era cómo empezar, y lo resolví en el quinto año del secundario cuando decidí estudiar en el Conservato­rio: iba de lunes a sábados durante cuatro años. El Conservato­rio ahora creo que se llama UNA y tiene caracterís­ticas universita­rias…

-¿Es más fácil o más difícil ser actor ahora?

-Yo tuve el mejor lugar del mundo para aprender a ser actor. Profesores como María Rosa Gallo, muchas materias. Hoy está la UNA (Universida­d Nacional de las Artes), y está la EMAD (Escuela Metropolit­ana de Arte Dramático), que depende de la Ciudad de Buenos Aires y tiene una formación más sólida que algunas escuela privadas. Las posibilida­des de formarse son parecidas a las que tuve yo, con la diferencia de que algunos profesores de mi época lamentable­mente ya no están.

-¿No te dedicaste a la docencia?

-No me atreví.

-Tampoco te dedicaste a dirigir…

-He dirigido dos espectácul­os. Algunas cosas me atrevería a hacer. Creo que estoy en condicione­s, sobre todo si se trata de teatro argentino. Me interesa enormement­e y es probable que en unos meses vuelva a dirigir una obra.

-¿Una obra tuya?

-No, no soy autor. Tampoco me atrevo. Hay gente que escribe mejor que yo. Probableme­nte se pueda reponer Made in Lanús y yo estaré en el rol de director.

-”Parque Lezama” tiene mucho texto. ¿Cómo estudiás el guion, cómo lo memorizás, cómo ensayás…?

-Evidenteme­nte se me complica más con el paso del tiempo. Como dijo Osvaldo Miranda: si en lugar de libreto, nosotros hubiésemos estudiado libros de texto, ya tendríamos cuatro o cinco títulos universita­rios con todo lo que memorizamo­s. La memoria es fundamenta­l y la ejercité mucho. En este momento no tengo la capacidad de, en cuatro o cinco ensayos, hacer una obra que al aire dure una hora y media. Me cuesta más.

-Alguna vez pude ver un ensayo de una obra de Alfredo Alcón y Guillermo Francella. Alcón se olvidaba la letra y Francella tenía toda la obra en la cabeza…

-Primero de todo había una diferencia de edad grande entre Francella y Alfredo. Por otra parte, yo estoy convencido de que las actrices tienen mejor memoria que los actores.

-¿Se puede comprobar eso?

-Los actores de televisión se ayudaban con unos carteles grandes. Yo nunca vi a una actriz haciendo eso.

-¿Mejor actor argentino?

-Ahora no me voy a acordar de un actor genial, de su nombre. El que hizo Su mejor alumno… Campanella –llama a los gritos para que lo ayude. Juan José Campanella dirige la obra-.

-Si es el mejor, deberías acordarte…

-¡¡Campanella….!! Sí, sí, es el mejor, pero es parte del deterioro que estoy padeciendo (risas). Antes me sabía todos los nombres de memoría y ahora… ¡Enrique Muiño! Enrique Muiño, ahí está, ahí está.

-¿Y el mejor actor de todos los tiempos?

-Marcello Mastroiann­i.

-¿De qué colega aprendiste más?

-¿Yo? Bueno, a Osvaldo Miranda le robé cosas, algunos métodos, era un actor de comedia extraordin­ario.

-El grupo Miranda! es un homenaje a él, ¿sabías?

-¡¿En serio?! ¡¿No me digas?? Fuimos grandes amigos, además. Me enseñó mucho Osvaldo.

-¿Podés explicarme el fenómeno Ricardo Darín?

-Bueno, él ha tenido la suerte y la capacidad de hacer como actor lo que se planteó como desafío. Además, el público lo acompaña. Si el público no lo hubiese acompañado…

El fenómeno es que también supo elegir donde estar. Su mayor notoriedad la cobró en el cine. Con él hicimos un programa de televisión muy exitoso que se llamó Mi cuñado. Duró seis años. Además lo dirigieron bien, tiene películas inolvidabl­es y eso hace que siga vigente y en primer plano.

-¿Son amigos?

-No somos amigos, somos compañeros de toda la vida.

-¿Te interesa el universo de Marvel?

-¿Ehhhh? Marvel, ¿qué es Marvel?? Yo no hablo inglés y no me gusta la tecnología.

-¿Netflix?

-No me interesa.

-¿DVD, VHS?

-Sí, sí, ¿por qué no? Tengo una colección de VHS que cuido y tengo mi proyector de VHS. También uso CDS.

-¿Por qué la mayoría de los actores son “K”?

-Eso no es cierto, no es verdad. Es un invento de los K.

-¿Qué creés que va a pasar en las próximas elecciones?

-El país va a cambiar, va a cambiar el oficialism­o y creo que vamos a tener una posibilida­d de mejorar la manera de vivir.

-Ahora que el radicalism­o está más fortalecid­o, ¿no sería interesant­e salir a medir tu imagen pública?

-A mí no me interesa. No voy a ser candidato de nada y además no creo que nadie se interese en eso. Lo que yo tenía que hacer, ya lo hice. ■

 ?? EMMANUEL FERNÁNDEZ ?? Adiós a la política. El “Beto” dice que lo que tenía que hacer en ese ámbito ya lo hizo.
EMMANUEL FERNÁNDEZ Adiós a la política. El “Beto” dice que lo que tenía que hacer en ese ámbito ya lo hizo.

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