“El comediante siempre está, pero acá aparece la emoción”
El jueves llega al teatro porteño “tootsie”, la obra en que el actor interpreta el mismo personaje que Dustin Hoffman hizo en la película de 1982. El desafío, paso a paso.
La adrenalina es total: desde hace casi un año que Nicolás Vázquez se prepara para interpretar a Dorita Sánchez en el escenario. El personaje es la misma Dorothy que hiciera en 1982 Dustin Hoffman en la película Tootsie. La transformación y la conmovedora historia se podrán ver desde el 16 de marzo cuando la obra, dirigida por Mariano Demaría, se estrene en el Lola Membrives.
“Estoy entrenando muchísimo, bajé cinco kilos entrenando con Dani Cajarabilla, para que me queden mejor los vestidos, para estar más finito de cara, para suavizar los músculos, sobre todo de los brazos”, relata.
“Para eso cambié mi entrenamiento habitual, para mejorar los glúteos y preparar las piernas para usar tacos, sobre todo en algunas coreos”. Los tacos, cuenta, arrancó a usarlos en su casa hace seis meses.
Y sigue enumerando: “Para la voz del personaje femenino, me preparé con la coach vocal Vir Modica, porque en ese momento utilizo una voz mixta y eso requiere una técnica en particular. También la osteopatía, con Maxi Rinaldi, que me ayudó para llegar más aceitado a los ensayos y que el director Mariano Demaría me encuentre con un proceso previo de trabajo, para poder dirigirme como él sabe”.
Pero el resultado es el esperado: “¡No sabés la cintura que tengo ahora!”, asegura. Además, Nico Vázquez cuenta que vio la película “96 veces” y, en todo momento, desde cuando va al supermercado, en la calle, en un café o en su ámbito familiar, no deja de observar gestos femeninos a su alrededor para incorporarlos a Dorita. “Estoy enamorado del personaje”, dice.
Esta versión de Fernando Masllorens y Federico González del Pino, que llegará a la calle Corrientes se basa en la obra de Broadway y, sobre todo, en la premiada película que dirigió Sydney Pollack y que inmortalizó Dustin Hoffman en el rol de Dorothy. Vázquez también es uno de los productores de la comedia, junto a Gustavo Yankelevich.
Tootsie cuenta la historia de un actor arrogante y egocéntrico, Michael Dorsey (Santiago en la versión local), que no encuentra trabajo porque nadie lo soporta. Entonces decide vestirse de mujer y presentarse a un casting para actrices. Para su sorpresa, lo eligen y la serie que protagoniza se vuelve un éxito. Pero en el medio, se enamora de Julie, su compañera de elenco.
Lo que sigue es un ida y vuelta entre revelar o no su verdadera identidad ante ella. Y a la par, descubrir el machismo reinante del que, ahora como Dorita, también es víctima. “He sido mejor hombre como mujer de lo que alguna vez fui con una mujer como hombre”, declara el personaje.
Julieta Nair Calvo interpretará a Julie (rol que en el filme estuvo a cargo de Jessica Lange) y el numeroso elenco lo completan Diego Hodara, Maida Andrenacci, Leo Trento, Vivian El Jaber, David Masajnik, Gustavo Bonfigli, Francisco Andrade, Nicolás Chávez, Giselle Dufour, Gonzalo Gerber, Christian Giménez, Juan Mateo Halle, Daiana Fernández, Virginia Kaufmann, Gustavo Monje y Georgina Tirotta.
Además, la dirección musical es de Gerardo Gardelín y el vestuario de Renata Schussheim, como parte de un equipo que, arriba y abajo del escenario, Nico describe, en su pasión futbolera como un “PSG teatral”, en alusión al Paris Saint Germain, el equipo francés donde juega su amigo Lionel Messi.
“Yo vi la versión de Broadway y me encantó pero soy más fan de la nuestra”, cuenta. “Recargamos la comedia, hay algo de baile y algunas canciones, pero no es comedia musical clásica. La gente se va a reír y se va a emocionar mucho. Me animo a decir que es un género nuevo: comedia show”.
-Es interesante ver cómo en la película de 1982 aparecían temas vinculados a cuestiones de género y feminismo que hoy están más vigentes que nunca y sobre todo, de los que tenemos más conciencia.
-Se adelantaron a todo, y creo que en ese momento, lo que quería Hoffman era mostrar esa situación y lo lograron. Yo en el '82 tenía 5 años, y la primera vez que vi la película fue en los '90 y la vi como una comedia. Pero cuando la vuelvo a ver ahora, le descubro el mensaje, me emociona y a la vez me hace reír más, porque su humor inteligente no lo entendía tanto entonces.
-La trama tiene varias puntas: el tema de la desigualdad laboral entre hombres y mujeres y la historia romántica, sumadas a la comedia.
- Es muy actual y bastante dramática la historia de amor. Un tipo que, por desesperación, se disfraza, se da cuenta de un montón de cosas y de lo difícil que es ser mujer, pero además, se enamora de la protagonista y tiene que resolver qué hacer con todo eso.
Vázquez se emociona cuando recuerda una entrevista que Hoffman brindó años después del estreno de Tootsie en donde cuenta que él quería que Dorothy fuera “lo más linda posible”. Pero las maquilladoras le aseguraron que, con sus rasgos, habían hecho todo lo posible.
“Hoffman se dio cuenta entonces, el comentario feo que había hecho porque, como hombre no se habría acercado a una mujer como ella.
Sin embargo, siendo Dorothy se sentía hermosa”, dice Nico. “Eso es algo muy doloroso, sobre todo porque en la sociedad en la que creci
Estoy entrenando muchísimo, bajé cinco kilos para que me queden mejor los vestidos, para suavizar los músculos, sobre todo de los brazos... Estoy enamorado del personaje”.
mos, lo vivimos todos. De adolescente, te acercabas a la más linda, siempre”.
-Cómo pesa, aún hoy, el tema de la belleza hegemónica, ¿no? Cuánto falta por avanzar.
-¿Quiénes somos nosotros para decir quién es más linda o lindo? Así nos perdemos de conocer gente maravillosa. Por suerte, nos vamos deconstruyendo. Cuando vi el video de esa entrevista y la emoción de Hoffman diciendo que eso lo convenció para filmar la película, sentí que la historia me atravesó mucho más. El mundo sería un lugar mejor si nos viéramos de otra manera, si nos aceptáramos tal cual.
-En el personaje vemos el tema de las apariencias, llevado al extremo, cómo nos ponemos máscaras muchas veces para enfrentar algunas situaciones.
-Te cuestiona muchas cosas esta historia. Yo estaba muy empapado con el proyecto, porque es una de mis comedias favoritas, hasta que hace un año, la empecé a abordar desde otro lado también y descubrí la riqueza que tiene. Empecé a ver cosas que no había visto, sobre todo, basándome en las mujeres de mi vida: mi mamá; mi mujer, Gimena (Accardi), mi hermana. Y también en las compañeras de trabajo.
-¿Qué descubriste con ellas?
-Las empecé a observar de otra manera para darle profundidad al personaje y me encontré con devoluciones muy lindas de su parte. Tengo un vínculo muy amoroso con ellas, y empezaron a aparecer cosas que están ahí siempre pero uno, como hombre, está tan metido en la sociedad en la que todos hemos crecido que hay un montón de cosas que, hasta que nos las vivimos, no las vemos del todo.
-Tal como le pasa al personaje de Santi/dorita.
-Tal cual, desde cosas más superficiales como ponerse tacos a todos los otros temas más complejos.
-Literalmente es estar en los zapatos del otro, de la otra en este caso.
-Sí, esos son detalles que me ayudaron mucho a construir el personaje.
Que me hagan las uñas, depilarme, todo es una experiencia atípica.
Hay un laburo muy detallado. Afeitarme con más frecuencia, también me hizo volver a ver mi cara más desnuda también. Y todo me lleva a encontrarme con una faceta nueva que me gusta.
-¿Este es tu personaje más jugado?, ¿el de más riesgo?
-Sí, sí. El personaje tiene esa cosa mágica de los actores y actrices que, en el momento en que nos ponemos una máscara, nos creemos el personaje, nos lo tenemos que creer. Por eso, no hay proyecto, hasta ahora, que supere lo que estoy sintiendo con éste. Me remontó a mi unipersonal Mutando, en mis inicios, el que hice a la gorra hace más de 20 años.
-¿Había un personaje femenino entonces?
-Hacía varios personajes y uno de ellos era una mujer, Griselda, el único. Pero era más histriónico. Yo actuaba en una sala para 120 espectadores y estaba feliz. No hice otro personaje femenino después. En las comedias anteriores, si bien interpretás un personaje, siendo un hombre, aparece inevitablemente en algunos momentos, Nico. Pero acá no aparece nunca.
-Te saca de tu zona de confort, donde sabés que funcionás bien y el público te responde.
-Totalmente, el comediante siempre está, pero lo que más me gusta es que también aparece la emoción acá. Y estoy feliz por el equipo de gente talentosa, tanto en el escenario como detrás, Siento que tenemos un PSG teatral acá. Armé un
equipo de los sueños y es la primera vez que puedo estar más presente en lo que tengo que estar, aprendí a delegar y todo funciona porque todos ponen amor y pasión.
-¿Cuánto te lleva el paso a paso para transformarte en Dorita?
-Tengo solo 40 segundos en escena para pasar de un personaje a otro.
-¿Cómo? Es casi imposible...
-Es así, pero lo logramos gracias a la maquilladora que es una genia, Vero Fioravanti, y al vestuario de Renata, que es la encargada de toda la imagen de Dorita. La magia del teatro lo hace posible: la peluca, los anteojos, los aros, con algunos truquitos que tenemos de antes pasamos del rouge a sin rouge, en solo 40 segundos y eso entre 15 y 20 veces por función.
-¿Te esperás la comparación con Dustin Hoffman y las posibles críticas?
-Lo que para algunos actores sería una contra, yo quiero que aparezca porque lo quiero tomar a favor. Porque lo que hacemos, no sólo yo, todos mis compañeros que están extraordinarios en sus distintos roles, es muy cercano a la película. Creo que cuando él la filmó tenía la misma edad que yo ahora, 45. La verdad es que sueño con invitarlo y que venga a ver la obra. ¿Vos decís que
será mucho?
-Soñarlo no cuesta nada, ¿no?
-Yo lo amo, me encantaría la verdad. Con que me parezca en el lóbulo de la nariz, ya estaría feliz. Yo admiro mucho a Dustin y al actor que interpretó la obra en Broadway, que es otro genio, Santino Fontana. Este es un sueño que nunca imaginé, es algo que me supera y que llega en un momento de mi carrera en el que me siento muy bien, pleno, feliz.