Oficio interreligoso por una solución pacífica
Después de un largo tiempo sin desarrollar actividades litúrgicas, la Iglesia Siriana Ortodoxa de Antioquía reabrió hace diez días las puertas del templo que tiene en la calle Tronador, en el barrio porteño de Villa Ortuzar. Convocaba a rezar por la paz en Siria el arzobispo y vicario Patriarcal Crisóstomo Juan Gassali, máximo representante de ese culto en la Argentina. Se trató en rigor de un acto interreligioso, que contó con la participación de sacerdotes de las iglesias Católica, Ortodoxa Americana, Evangélica Luterana Unida, Evangélica Metodista, y de la Maronita. También se sumaron a este encuentro los embajadores en la Argentina de Siria (Hamzch Dawalibi), El Líbano (Antonio Andary) y Egipto (Reda Habib Zaki). Terminada la ceremonia, los diplomáticos fueron coincidentes al hablar con VR de la actualidad de Siria, incluido el drama de los refugiados en los países fronterizos. “El terrorismo no es ninguna solución. Cuando hay buenas intenciones, las cosas pueden solucionarse con un simple golpe de teléfono entre los líderes de las grandes potencias”, manifestaron al pronunciarse a favor del diálogo. Gassali, en tanto, remarcó que Siria era una sola nación, habitada por islámicos y cristianos. En sus plegarias a favor de la paz (alguna dicha en arameo), pidió a Dios por la integridad física de los dos obispos de Aleppo secuestrados en Siria, el greco-ortodoxo Boulos Yazigi y el sirio-ortodoxo Youhanna Ibrahim, de quienes hace meses no se tienen novedades.