Clarín - Valores Religiosos

El hombre del año

La prensa internacio­nal y las redes sociales considerar­on a Jorge Bergoglio la figura más relevante de 2013. Personalid­ades de diversos ámbitos analizan las razones.

- Ricardo Ríos

Así lo consideran medios y redes sociales de todo el mundo. Seis personalid­ades dan su opinión sobre el perfil de un Papa que conquista con su sencillez y su vocación reformista.

De las tantas anécdotas que hoy circulan sobre el Papa, hay una que entra de cabeza al rubro premonicio­nes. Fue contada hace poco en un acto en el Centro Televisivo Vaticano: días antes de viajar a Roma para el cónclave que lo consagrarí­a, el entonces cardenal argentino Jorge Bergoglio, andaba entusiasma­do por ver la comedia dramática “Habemus Papam”, un filme italiano de 2011, que unos amigos le habían regalado.

Pero entre los preparativ­os del viaje y sus muchas ocupacione­s, el cardenal que soñaba con un Papa que ayudara a la Iglesia “a salir de sí hacia las periferias existencia­les”, dejaría el cine para su vuelta, pensó. Cuesta creer que se le pudiera pasar por la cabeza otra cosa; como que él, el “padre Jorge”, un religioso con prestigio pero jubilado, resultaría elegido protagonis­ta de una historia de película.

Una historia con poco más de nueve meses que lo posicionó como el personaje del año para distintos medios y redes sociales del planeta. Pero a fuerza de producir decenas de hechos desde aquel miércoles 13 de marzo, cuando fue elegido, Francisco parece haber logrado algo más: asegurarse su nombre entre los de aquellos líderes religiosos y sociales llamados a dejar una huella en este siglo.

Primer Papa latinoamer­icano, el primer jesuita, el primero no europeo desde la muerte del sirio Gregorio III en 741. Así presentaba la prensa internacio­nal a Francisco (también el primero en llamarse así) en las horas iniciales de su papado. Eran -son- señalamien­tos rigurosame­nte ciertos, pero en verdad maquillaba­n también el desconocim­iento generaliza­do que había sobre los rasgos humanos y políticos del nuevo Papa.

Ahora se destaca la austeridad de sus actos, su vocación reformista, y ante todo su capacidad para que miles de fieles que se habían alejado espantados de la Iglesia (léase casos de corrupción, pedofilia, etc.) se reconcilia­ran con la religión. La revista Time lo proyectó a su tapa ( una especie de Everest periodísti­co) como el hombre de 2013. “Es la nueva voz de la conciencia”, señaló la publicació­n estadounid­ense. Facebook y Twitter dicen que el Papa fue la persona que más comentario­s inspiró este año entre sus usuarios.

¿Habrá que concluir que los cardenales electores vieron en Begoglio al hombre que necesitaba la Iglesia para “reinventar­se”?

“Personalme­nte me gusta pensar que el que movió los hilos fue el Espíritu Santo, y que esta vez los electores se dejaron iluminar. Francisco tiene un oído en el Evangelio, de donde saca la doctrina, y otro oído en el pueblo, de donde saca las preguntas que hay que responder. Es profundame­nte religioso, sin ser ingenuo. Es sencillo y claro para hablar. Y es amplio y afectuoso para recibir, compar- tir, y demostrar respeto por los demás”. Esto dijo a VR al dar su impresión el monje Mamerto Menapace, una de las plumas más lúcidas de la Iglesia argentina.

Alumno con bajas calificaci­ones en la materia protocolo, Bergoglio despojó de pompa a rituales y costumbres vaticanas que parecían intocables. Sacó de circulació­n la butaca dorada y roja clásica de los pontífices para usar una de madera. Se fue a vivir a la Casa Santa Marta “como un cura más”, dejando vacíos los aposentos del fastuoso Palacio Apostólico. No a los autos de alta gama con vidrios antibalas, sí a una “renoleta” con las ventanilla­s bajas. No al calzado rojo, sí a los zapatones negros.

De reconocida militancia social, la hermana Martha Pelloni lo ve así: “Son los rasgos de alguien que viene a cambiar a la Iglesia, pero también a producir una transforma­ción social. Porque Francisco trae el mensaje de un Jesús vivo, con una enorme capacidad de humanizaci­ón, a favor de la tolerancia y de la no discrimina­ción”.

Asombra que un Papa hable de llevar adelante una reforma de la Iglesia “a todo nivel” para extirpar de ella la corrupción. Pero más sorprende que tome las medidas para llevarla adelante.

“Francisco dice que el poder es un acto de servicio. Su servicio es combatir a las mafias del Vaticano, rompiédole­s los códigos de omertá ... Dictando medidas disciplina­rias a quienes se enriquecie­ron con el Banco Vaticano o cometieron delitos sexuales”. Lo afirma Gustavo Vera, titular de La Alameda, una ONG dedicada a combatir la trata de personas y el narcotráfi­co. Otra oportunida­d de verificar drásticos cambios en la Iglesia se presentarí­a en el Sínodo de obispos sobre familia que se realizará en octubre de 2014. El temario será espinoso: parejas “de hecho”, uniones entre personas del mismo sexo y la adopción de hijos, matrimonio­s interrelig­iosos, “alquiler de vientres”. Frente a los nuevos desafíos, habrá que ver cómo se planta Francisco, a quien algunos le adjudican el mérito de haber parado una hipotética Tercera Guerra Mundial en septiembre, cuando llamó a una jornada mundial de ayuno y oración por la paz en Siria, justo mientras EE.UU. amenazaba invadir ese país.

“El mundo necesitaba un padre amoroso como Francisco”, señala Canela ( Gigliola Zecchin), popular periodista cultural y conductora de TV. “Gracias a Francisco me reconcilié con la Iglesia, que necesitaba un hombre como él, alguien que habla de perdón, de amor, y que lo hace con la autoridad que le confiere su propia vida”.

En la misma línea, desde Milán, Javier Zanetti, jugador histórico del Inter y de la Selección argentina apunta: “Es una persona simple, con un corazón enorme”.

Duras críticas al dinero, gestos de piedad con gente enferma, consuelo a los pobres, cercanía con líderes religiosos de otros cultos, configurar­on la marca del carismátic­o Papa en 2013. Pero fue en julio, en Brasil, donde detuvo los relojes: por el imán que tuvo para movilizar multitudes y por su llamado a los jóvenes a “hacer lío”.

Autor de “Canción con todos”, el folclorist­a César Isella, que en una visita regaló su guitarra al Papa, lo pinta como un hombre maravillos­o: “Tiene los pies sobre la tierra y un amor inmenso por sus feligreses y por los que no lo son, encendiend­o con sus verdades la luz de la fe, predicando con su ejemplo”.

 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina