La misión de la capilla, el colegio y el club
En las villas, la Iglesia plantea las tres “C”, “capilla - colegio - club”, como espacios sanos y dichosos que ayudan a los chicos y chicas a crecer y desplegar sus potencialidades.
La comunidad de la capilla, del colegio y del club se organiza para recibir la vida como viene.
Toda institución plantea una estructura, pero esa estructura tiene que estar en diálogo con la vida concreta.
Si la estructura que plantea la institución no está dispuesta a dejarse interpelar y transformar por la realidad de la vida que recibe, esa estructura termina siendo obsoleta y no sirve. Esto requiere una actitud permanente de conversión pastoral.
La capilla, como familia grande, tiene como principal tarea la prevención como una acción de misericordia. La primera respuesta preventiva es fortalecer a las familias. Es a su vez necesario plantear la capilla como una familia para el barrio que busca que nadie se pierda.
Un colegio que no pierde el patio… El sistema preventivo de Don Bosco está presente en nuestros colegios. Él les pedía a sus colaboradores: “no pierdan el patio”. No perder el patio es pedagogía de la presencia, es buscar compartir con los adolescentes lo gratuito de un encuentro, es dedicar tiempo a escuchar. Si los escucháramos en serio, encontraríamos una llave para muchas cosas.
A veces sucede que hay que poner límites entre los jóvenes. Y en ese instante ya hay que pensar qué puerta abrir, qué propuesta positiva hacerle a ese joven.
Un club genera pertenencia e identidad… Las esquinas de los barrios, les dan identidad y pertenencia a los adolescentes, pero muchas veces el mundo adulto que se acerca no les trae propuestas buenas.
Los clubes de barrio que se van generando en las villas les brindan propuestas a miles de chicos en actividades deportivas, educativas, culturales, de manera sistemática, siendo así acompañados.
En tiempos de Covid-19, no cerramos las Parroquias pero todas las actividades habituales se reconfiguran en función de lo que vamos viendo que necesita la comunidad.
Es así que la capilla, el colegio y el club se han transformado en espacios que optan en este tiempo de pandemia por expresarse a través de otras tres “C”: cuidar, curar y compartir, para seguir acompañando a los vecinos y vecinas de las villas.