IDEAS PARA VOLVER A JUGAR
Seducir de nuevo. Sumar sensualidad y humor a la celebración del sábado próximo puede ser la manera de redescrubrir al otro y energizar el amor.
Festejar San Valentín renueva la atracción en la pareja, objetivo con el que puede colaborar el nuevo erotismo. “Ya hay tendencias en juguetes eróticos, condimentos que alimentan la pasión y liberan de la rutina. Y su mejor diseño los hace atractivos para la mujer”, destaca Mariela Tesler Hansen, directora de la firma y tienda online Isabellina (isabellinashop.com). Entre otras cosas, propone vendar los ojos del enamorado, acariciarlo con una pluma o sumar unas pezoneras, para generar sensaciones diferentes, incluso en parejas que se conocen de memoria.
La diseñadora de lencería Mariana Arbusti (marianaarbusti.com.ar) recomienda comprar (en el caso de las chicas) u obsequiar, en el de los caballeros, conjuntos sexies o accesorios: un antifaz, ligas o esposas: “Es tendencia seducir y regalar seducción ”, destaca, y sugiere animarse a un liguero o portaligas.
Las más entusiastas también podrían tomar una clase de “sexy dance”, para sorprender a la pareja “con un striptease”, propone Juan Martín Salazar, director de la agencia de tendencias Noveno Efe. Entre otros lugares, en Estilo A Acroydance (Pueyrredón 1373), se enseña la técnica. En esta instancia y otras, el perfume es infaltable. Kenzo tiene su cofre Jeu d’Amour, con perfume y tres hielos perfumados para mezclar en la piel (por 30 ml, $685) y Marc Jacobs, su Dot, muy sensual en su frasco curvilíneo. Y antes o después del encuentro amoroso, comer y beber son parte del festejo. El bartender Adriano Marcellino ( Diageo Spirits) cree que el mejor afrodísíaco es “estar con la persona correcta”, y para celebrar con ella suma ideas: “Podríamos comenzar con un gimlet, a base de gin, jugo de limas, flores de lavanda y un poco de azúcar. Es un fresco preludio de la cena, con aroma a flores y cítricos. Ya en la mesa, cócteles secos, cítricos o un poco especiados”.
Recordar es otra alternativa: “Hacer un alto en la rutina y repasar la primera cena o la pasión de las primeras sábanas... Basta con comprender que las cosas con las que soñábamos aún funcionan”, dice José M. Caballero, autor del libro erótico Allá abajo. Y para inspirarse o soltarse aún más, El centro del mundo, del uruguayo Ercole Lissardi: tres nouvelles incendiarias y mejor escritas que combinan erotismo e, incluso, el enigma de un relato policial.