Once relatos salvajes
El hastío de la vida que apila sus días como repositor en un chino; vidas que se pierden por las alcantarillas, mudas, opacas, invisibles, casi siempre miserables y paridas al vacío. Los once relatos que conforman Ninguno es feliz se deslizan con la ironía y el sarcasmo que imprime la mirada de Patricio Eleisegui, su autor. Y quien con marcada pericia rescata la vitalidad de las historias para llevarlas a un lugar de cercanía. Esto seduce. Tanto, que el lector, sin darse cuenta, convive con el olvido que transmutan esas voces.