LICOR DE VINO

Hecho en casa. Con pocos ingredientes se puede elaborar un rico licor para disfrutar en buena compañía y celebrar la vida.

Felicidad para mí es la dicha de vivir en familia: ver madurar a los hijos, ver crecer a los nietos y bisnietos y seguir apostando a la vida, a la honestidad, a la bondad, a la justicia. Con la mochila así cargada me preparo para seguir en 2017 con la costumbre de reunirnos alrededor de la mesa y brindar apostando siempre a la vida. ¿ Sabía que esta hermosa ceremonia de brindar y saludarse en la mesa tiene sus orígenes en la cultura griega? Según Suidas ( un lexicólogo del siglo X) estas libaciones tenían un nombre especial: “Filotesia”. Significaba salud, amistad… A nosotros nos encanta compartir la mesa con seres queridos, levantar las copas, hacerlas chocar (aunque las reglas de la etiqueta lo prohíban) y brindar. ¿Por qué brindamos? Porque se haga realidad, para el universo entero, este mensaje poético de Omar Khaiame: “Si yo gobernase el mundo// pondría en su lugar/ un paraíso/ edificado con cariño,/ en el cual no hubiese lágrimas,/ odio, guerras./ Y donde no reinase la hipocresía.// Si yo tuviese poderes de creador,/ ¡ qué distinto sería el mundo!// En él,/ los hombres se unirían,/ sin sudor y sin sangre,/ para cultivar libremente/ los supremos ideales del amor”. Que no se nos borre nunca la sonrisa y podamos seguir brindando juntos. ¿Preparamos un licorcito para celebrar la vida? Aquí le propongo uno que le dará un pretexto excelente para que, cuando su marido destape un vino tinto y diga: ¡Está picado! usted se apresure a hacer economía y, en vez de tirarlo, lo transforme en un exquisito licor.