El chino que en China no se consigue
Millones de semillas de girasol hechas en porcelana. Con esa cantidad de granos, el artista Ai Weiwei (Pekín, 1957) llenó la entrada de la Tate Modern de Londres en 2010, en plan instalación. Cada una de esas semillas había sido moldeada, horneada y pintada a mano por cientos de artesanos contratados. La realización duró dos años. Esta obra, Sunflower Seeds, llega por primera vez a la Argentina, junto con muchas otras de igual nivel de producción y significación, para formar parte de la primera retrospectiva del polémico chino, que llegó a ser prohibido y estar preso en su país. La exposición tendrá lugar en Proa, en La Boca, y ya en la puerta nos recibirá su obra de bicicletas (símbolo de la movilidad en China) enlazadas, que se llama Forever Bicycles (foto). Gráfica, video, esculturas y siempre, humor del ácido. Da para pasar una tarde entera mirando las obras, estudiándolas: todo el museo está tomado por las piezas del artista, hasta el café.