NO QUIERO QUE ME MIREN
El frenesí comenzó el año pasado, cuando en un video de las oficinas de Facebook vimos que su creador, Mark Zuckerberg, tenía tapado con cinta y sticker la cámara de su laptop y el micrófono. ¿Cómo es que el hombre más poderoso del mundo teme que lo espíen? ¿Qué queda para el resto? Lo cierto es que es una costumbre que están adoptando más y más personas gracias a los “ratters”, programas troyanos que pueden tomar control de nuestros dispositivos a distancia y grabar- nos. Ciertas vulnerabilidades en los sistemas operativos vuelven a este tipo de infecciones algo más frecuentes. Aunque la paranoia nunca es la salida, es importante tenerlo en cuenta, y saber que los peligros en las redes son cada vez mayores. Según el estudio Connected Life 2017, realizado por Kantar TNS, los argentinos comenzamos a estar alertas sobre este riesgo a ser espiado. El 60% de los encuestados aseguraron estar fuertemente en desacuerdo con los dispositivos conectados que monitorean sus actividades, incluso si esto significa simplificar su vida diaria. Se trata de un porcentaje que supera ampliamente al global, que ronda el 43%. Además, los internautas locales son cada vez más conscientes sobre cuál es el precio que están pagando por estar conectados constantemente: su información personal. El 57% de los entrevistados argentinos expresaron inquietud sobre la cantidad de datos personales que las compañías como Facebook o Google tienen de ellos.