RINCÓN, DULCE RINCÓN
Jugando en el rincón de la “casita”, Adriel se portó muy mal, la docente lo sacó un ratito para hablar con él. Cuando se tranquilizó, le dijo que podía volver a jugar. Y el nene se reincorporó al sector, anunciando: –¡Tengo una buena noticia para todos: me devolvieron a casita!