LA COLUMNA DEL DOCTOR ABDALA
Desde que murió mi suegra, hace 8 años, a mi marido le cambió el carácter: está de mal humor, engordó y fuma un montón. Cuando le digo que a lo mejor está deprimido se irrita conmigo. ¿Puede ser como digo? M.I.G, Berazategui.
La palabra depresión viene del latín depressus, que significa hundimiento y así siente su existencia quien la padece. Este trastorno emocional va desde percibir bajones transitorios del estado de ánimo hasta presentar netos signos y síntomas que ocasionan sufrimiento y dificultades para funcionar en la vida cotidiana.
La depresión afecta tanto a los hombres como a las mujeres, pero la experimentan y se manifiesta de manera diferente.
La mujer deprimida suele consultar más fácilmente que el hombre, ya que este es más renuente a hacerlo.
Y también se presenta con sintomatología diferente.
La depresión masculina suele tener los siguientes síntomas:
1) Exceso de cansancio y fatiga, que se manifiesta con la ralentización de los movi- mientos, el habla, los procesos del pensamiento y la capacidad de aprendizaje.
2) Dormir menos durante la noche con un despertar precoz y con aparición de excesivas preocupaciones. La mujer, en cambio, suelen tener una tendencia a dormir más.
3) Marcada irritabilidad y hostilidad que induce o genera situaciones conflictivas y hasta agresivas por hechos que no ameritan ese tipo de reacciones, es decir, se tornan más peleadores como forma de descargar la tensión interna que padecen, enfadándose por cosas que antes no les generaban esa reacción. Ellas, en cambio, se sienten y expresan más su tristeza, angustia, desesperanza o apatía. Además tratan de evitar los conflictos interpersonales, mientras que los hombres parecen buscarlos o provocarlos.
4) Mayor incidencia de dolores o de diversos síntomas corporales, como manifestación de la escasa demostración y descarga del malestar que sienten. Suele ser habitual el aumento de la presión arterial, la presencia de arritmias cardíacas y aun la mayor incidencia de eventos coronarios. La mujer suele hablar más de lo que siente con familiares o amistades, y tiene mayor facilidad para llorar.
5) Mayor abuso de sustan- cias nocivas para el organismo con un consumo excesivo de café, cigarrillos y alcohol. En los varones adolescentes o jóvenes se destaca el consumo de drogas como, por ejemplo, la marihuana. Detrás de las adicciones suelen existir cuadros depresivos enmascarados.
6) Persistente mal humor con cavilaciones hacia otros evaluando que hacen las cosas mal con actitudes de retos, críticas o reproches, avinagrando así la vida diaria propia y de su entorno.
7) Los hombres suelen ser más reacios para admitir que están deprimidos y culpan a los demás de su malestar. Una consecuencia es que suelen consultar menos que las mujeres y son más renuentes a consultar a menos que la intensidad de su malestar sea muy grande y lo torne inevitable. De igual manera, no suelen aceptar ayuda psicoterapéutica o tomar antidepresivos en caso de ser estos necesarios.
8) La frecuencia de intentos de suicidio es estadísticamente mayor en la mujer, pero cuando se produce en el hombre suele ser –lamentablemente– más exitoso y casi siempre por métodos muy violentos o crueles.
Muchas son las causas de la depresión y, de acuerdo a su detección, será el tipo de tratamiento que corresponda realizar.
Afecta al hombre y a la mujer. Pero la experimentan y se manifiesta de manera diferente. Ellos presentan una marcada irritabilidad. Ellas, en cambio, expresan más la tristeza. Los hombres suelen ser más reacios para admitir que están deprimidos y culpan a los demás por su malestar. No suelen aceptar ayuda terapéutica.